Meghan Markle estrena el vestido negro más barato de su armario en su (controvertido) regreso a Europa

Desde su ‘separación’ de la familia real británica hace ya más de tres años, las apariciones en público de Meghan Markle y el príncipe Harry son bastante escasas y siempre atraen una enorme atención, especialmente en Inglaterra, donde la prensa sigue al detalle todos sus movimientos. Esa presión mediática fue, precisamente, uno de los motivos que llevaron a la pareja a dar un paso atrás en sus obligaciones monárquicas y poner tierra de por medio con su familia mudándose a Los Ángeles. Inmersos en numerosos proyectos en América (como su comentado ‘docureality’ para Netflix o su recién estrenada cuenta de Instagram), son pocas las veces que el matrimonio ha regresado a Europa desde entonces (al menos de manera oficial), por eso esta visita conjunta a Dusseldorf ha generado un gran interés. 

La comentada reaparición en Alemania de Meghan y Harry

El motivo de su viaje es la celebración de la sexta edición de los Juegos Invictus, una iniciativa dirigida a militares veteranos de las fuerzas armadas y heridos de guerra que el propio Harry fundó en 2014 ya que, tras su experiencia con el ejército en una misión en Afganistán, se siente muy unido a este colectivo. Tanto es así que acaba de estrenar un nuevo documental en Netflix al respecto en el cual se sincera sobre los problemas de salud mental que desencadenó aquel episodio de su vida y la falta de apoyo familiar que recibió después.

En este contexto, no parece casualidad que este año los Invictus Games se hayan extendido del 9 al 16 de septiembre, es decir, que arrancaron tan solo un día después del primer aniversario del fallecimiento de la reina Isabel II. Además, antes de poner rumbo a Alemania, el príncipe Harry hizo una parada en Londres, donde asistió a un compromiso benéfico justo un día antes de que se cumpliera el primer año de la muerte de su abuela. Todo ello podría haber molestado al resto de los Windsor pese a que en Inglaterra no hubiera planeados actos de luto oficiales y, por tanto, no estuviera previsto un reencuentro con los Sussex (privado o ante las cámaras). 

Sea como fuere, Harry llegó a Dusseldorf el pasado fin de semana, pero no ha sido hasta este martes cuando se le ha unido Meghan Markle. El motivo de este retraso habría sido quedarse con sus hijos en California, aunque su decisión de acompañarle a Alemania y no a Inglaterraunos días antes no ha pasado desapercibida por sus fans. De hecho, hace exactamente un año que la actriz no pisa suelo británico ni tiene contacto con la familia real, ya que la última visita de la que se tiene constancia fue en el funeral de la reina Isabel II dado que, a diferencia de Harry, ella no estuvo presente en la posterior coronación de Carlos III. 

El perfecto vestido negro de Meghan Markle

Entrando ya en cuestiones de moda, este viaje nos ha ofrecido una nueva oportunidad de apreciar el estilo de Meghan. Su armario está considerado como uno de los más admirados del panorama ‘royal’ internacional y no nos sorprende teniendo en cuenta la cantidad de piezas de lujo que guarda en él. No obstante, en esta ocasión no ha tenido que desembolsar una gran cantidad de dinero para acertar con su look, ya que el perfecto vestido negro que ha lucido es de Banana Republic y lo hemos encontrado en las rebajas por 70 dólares, es decir, unos 65 euros (su precio original era de 140 dólares).

La estrella de ‘Suits’ lo ha combinado con un minicinturón de piel de Bottega Veneta (cuesta 1.200 euros y se lo hemos visto en varios eventos) que ayuda a potenciar la silueta del vestido, el cual destaca por su cuerpo camisero y su falda midi plisada. A los pies, unos salones de Aquazzura completan este ‘total black’ que ella ha iluminado con una actitud radiante y varias joyas de oro, entre las que destaca su reloj de Cartier. 

"Es muy especial estar aquí, y lamento haber llegado un poco tarde a la fiesta. Me siento muy orgullosa de formar parte de esta familia Invictus con todos vosotros”, ha comentado, micrófono en mano, ante la atenta mirada de su marido. 

Ahora que ambos están en Alemania, se espera que se dejen ver juntos en varios momentos. De hecho, pocas horas después de su llegada y su discurso de bienvenida, Meghan ha acudido junto a Harry a un partido de baloncesto en silla ruedas, para el que ha vuelto a escoger un ‘outfit’ minimalista (traje de chaqueta y bermudas en combinación de blanco y negro, bailarinas bicolor destalonadas de Chanel y cinturón de piel de Givenchy) que acerca su estilo a la corriente del lujo silencioso que tanto se lleva esta temporada.