'Annette', la película que ha triunfado en Cannes y que vas a amar o a odiar este verano

Incluye a Adam Driver y Marion Cotillard cantando mientras practican sexo u orinan, una marioneta en el papel de un bebé (con superpoderes),  y un coro griego de #MeToos, entre otros datos a vuelapluma. Su proyección en el Festival de Cannes arrancó cinco minutos de aplausos, pero los críticos dudan: ¿genialidad o fiasco?

Adam Driver y Marion Cotillard en el cartel de Annette, la película musical que ha inaugurado el Festival de Cannes

Adam Driver y Marion Cotillard protagonizan Annette, el musical dirigido por Leos Carax que ha inaugurado el Festival de Cannes.

/ D.R.

Hay películas que se aman o se odian de forma absoluta y todo apunta a que Annette conquistará nuevas cimas/simas de pasión entre los espectadores. La película la han bordado/perpetrado el director francés Leos Carax (Mala sangre, Los amantes del Pont Neuf) y los hermanos Mael, más conocidos por su sobrenombre musical, Sparks. Con un reparto estelar, encabezado por Adam Driver y Marion Cotillard, Annette es un musical sobre el narcisismo, la fama, el duelo y la paternidad entendida como propiedad y proyección. Y todos estos temas los tratan los protagonistas cantando constantemente sin detenerse (literalmente) ni para ir al baño. En España, se estrenará el 20 de agosto y podrá verse también en Filmin, y esto es lo que sabemos de momento.

Adam Driver en la película musical Annette, dirigida por Leos Carax

Adam Driver (Star Wars, Historia de un matrimonio) protagoniza Annette, la película musical que ha inaugurado el Festival de Cannes.

/ D.R.

Empecemos por la trama: Adam Driver, el actor más elogiado de este peculiar proyecto, encarna a un humorista ácido, provocativo e iracundo, que ejerce también de novio malote de una sofisticada cantante de ópera encarnada por Marion Cotillard. Alta y baja cultura hacen extraños compañeros de cama, y más cuando a Driver le llegue su San Martín encarnado por un #MeToo en forma de coro griego. En medio de esta sinfonía (y no es una forma de hablar, amigas), los protagonistas practican sexo cantado y tienen un bebé, que resulta ser una marioneta de madera que canta como los ángeles (aviso: gran parte de tu opinión sobre Annette dependerá de hasta qué punto aceptes bebé-marioneta como animal de compañía).

Como la cosa nos estaba quedando minimalista, además, resulta que Annette, que es como se llaman bebé y película, tiene un extraño don que es el spoiler definitivo de la cinta y, sobre el que, por lo tanto, respetaremos el secreto de sumario. Los tormentosos acontecimientos alimentan la progresiva oscuridad de Driver, que a lo largo de dos horas pasa de motero provocateur a lord sith del siglo XXI, enseñándonos, eso sí, unos envidiables pectorales en el proceso (esta vez sin los pantalones sobaqueros que tantos memes le valieron en Star Wars).

Annette es un tragedión y un himno al atractivo del lado oscuro de las almas. Pero también es una locura de película, que rompe la cuarta pared desde el minuto uno, cuando el director anuncia a su hija que la película va a empezar y los hermanos Mael atacan el primer tema, So May We Begin (Entonces, ¿empezamos?). La cinta incluye un 5% de diálogos y un 95% de canciones, todas en riguroso directo. Contiene influencias surtidas, desde Ha nacido una estrella hasta musicales extravagantes como Xanadú o Bailar en la oscuridad. Cuenta con una puesta en escena entre lo surrealista y lo paródico (hay escenas oníricas y público en directo, entre otras cosas). La banda sonora es hipnótica y el bebé-muñeco le ha valido comparaciones con Pinocho y con Crepúsculo, nada menos.

Pero, sobre todas las cosas, Annette es un musical excesivo, grandilocuente, autoconciente, irónico y honesto que pide ser tomado en serio y quiere que nos unamos, de corazón, a su coreografía convulsa que canta al dolor, la vida, la identidad, el amor y la muerte. ¿Bailas?

Síguele la pista

  • Lo último