Beatriz Luengo: "Quiero que mi hijo vea que el machismo limita sus sueños y los de muchos hombres"

La cantante Beatriz Luengo escribe “El despertar de la musas” y nos cuenta cómo es ser mujer en un mundo de hombres.

Beatriz Luengo, en 'Cuerpo y alma'

Beatriz Luengo, en 'Cuerpo y alma'. 

/ D. R.

Baila, canta, compone y ahora, escribe. Beatriz Luengo es imparable. Su protagonismo en “Un paso adelante” la lanzó a la fama pero también supuso grandes hándicaps que dificultaron su trayectoria como cantautora. Hoy, se sincera con sus doce musas y saca su lado más crítico.

Eres una caja de sorpresas. ¿Por qué decidiste escribir este libro?

Todo empezó leyendo sobre Dalí. Terminó su vida firmando sus cuadros como Gala-Dalí. Gala era su musa, pero me di cuenta de que era una reivindicativa, fuerte y creadora. A partir de su historia, empecé a investigar y a plantearme qué significa la palabra musa. Es muy bonita pero un poco tramposa, porque durante muchos años ha habido muchas mujeres que han aportado su conocimiento y su creatividad y les han endosado su cartelito de musa y no el derecho de autor. Por eso es “El despertar de las musas”.

¿Qué encontraremos dentro?

Doce historias un poco Netflix, cada una nace y muere en sí misma. La reflejo en el punto más importante y más álgido de su vida y la traslado al siglo XXI como una reflexión y escribo un verso a cada protagonista. Y la música, ¿que es para ti? Siempre ha sido todo. Desde el punto de vista de escritora, me siento en una etapa muy subjetiva, honesta y muy “esta soy yo y punto”. Siento que la música ha sido lo mismo. Como soy una mujer tímida, ha sido una compañera de viaje maravillosa.

Con Nannerl Mozart haces crítica a la desigualdad de género en la música. ¿Ves una evolución?

Como en la sociedad, primero se cambia el escaparate. La industria musical está entendiendo que hay un consumidor mujer que busca producto mujer. Y hay un cambio. Luego, el desván esta igual. Llevo componiendo para otros apenas cuatro años, pero hablo con compañeras como Erika Ender (compositora de “Despacito”) y afirma que no ha cambiado nada.

Entonces, ¿cómo es ser compositora?

Todo lo compongo con Yotuel y obviamos en el primer acercamiento que hay una figura femenina detrás, porque sabemos lo que significa eso. Cuando la canción está cantada, cuando todo el mundo está sumado y el videoclip está grabado, en el registro final me tienen que sumar; evidentemente, estoy ahí. Pero en la presentación de la canción solo esta él. Es triste, pero es lo que está pasando.

Plantear el machismo con una figura masculina es algo diferente. ¿Cómo surgió esta idea?

Quiero que mi hijo el día de mañana lo lea y vea que el machismo limita sus sueños y los de muchos hombres. La historia de Carlos Acosta me parecía perfecta para contarlo. Casi deja de ser el bailarín más importante del mundo porque le decían que bailar era cosa de niñas. En mi escuela de baile lo veo. El bailaor de flamenco cuando entra en la adolescencia se mantiene aprendiendo, pero el de clásico, se va porque sufre bullying.

¿Te sientes una Woman Power?

Sí, porque solo levantándonos todos los días, luchando por nuestros sueños y haciendo las cosas desde donde las hacemos nos empoderamos.

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