¡Nuevo perro ‘royal’! Jan, el labrador que se ha colado en la despedida de la infanta Sofía, y otras mascotas de los reyes
Los Borbón adoran a los perros (aunque doña Letizia no tanto) y acaban de presentarnos al nuevo miembro de la familia: un labrador negro que se suma a la larga lista de mascotas que han vivido en la Zarzuela.
El perro es el mejor amigo del hombre. Y también de los monarcas. Por todos es conocido el amor que la reina Isabel II profesaba por sus corgis y que han heredado casi todos los miembros de la familia real británica: el rey Carlos y Camilla tienen dos perritas: Bluebell y Beth; el príncipe Guillermo y Kate Middleton son dueños de una cocker spaniel llamada Orla, que llegó a Kensington poco antes del fallecimiento de Lupo, su primera mascota; y Meghan Markle ya había adoptado a Guy y Bogart antes de salir con el príncipe Harry; años después añadieron juntos un nuevo miembro a su familia: Pula, una labrador negra.
Pero la monarquía inglesa no es la única que cuenta con una larga tradición de amantes de los animales: Guillermo y Máxima de Holanda, Victoria y Daniel de Suecia, Federico y Mary de Dinamarca o Haakon y Mette-Marit de Noruega son algunas de las parejas ‘royal’ que también han posado en numerosas ocasiones con sus compañeros de cuatro patas.
Los perros de la familia real española: Felipe los adora (y Letizia cada vez más)
Y, ¿qué pasa con los Borbón? Se sabe que la reina emérita es una apasionada de los animales y que convive con varios perritos en Zarzuela. De hecho, no es difícil encontrar imágenes de doña Sofía acompañada de sus canes, una tradición que, sin embargo, no han seguido don Felipe y doña Letizia.
De joven, el por entonces príncipe de Asturias era inseparable de un schnauzer llamado Pushkin, el cual llegaron incluso a llevarle de visita cuando estudiaba en Estados Unidos. Pero, desde su boda, los Borbón Ortiz nunca habían presentado en público a sus mascotas. Hasta ahora.
Este martes, coincidiendo con la partida de la infanta Sofía a Gales para estudiar el Bachillerato en el mismo internado en el que lo hizo su hermana, la Casa Real ha compartido un álbum de fotografías que cuenta con un inesperado protagonista: Jan, un labrador de pelo negro que hasta ahora no conocíamos y del que la benjamina se despide con caricias y juegos.
La estampa se ha producido en el jardín ya que, según dicen sus círculos cercanos, la reina Letizia no es demasiado partidaria de que las mascotas pasen al palacio. Pero, aunque habría marcado ciertos límites desde que entró a formar parte de la familia real, parece que la pasión de Felipe VI y del resto de los Borbón por los perros la habría ido ablandando poco a poco. Tanto es así que en 2015 ambos sorprendieron a la princesa Leonor en su primera comunión regalándole una labrador marrón bautizada como Sara.
Los eméritos, amantes de los perros: el criadero del rey Juan Carlos y la personalidad animalista de doña Sofía
El que no tuvo la misma suerte fue Valent, un cachorro de podenco ibicenco que le regalaron a la pareja en 2005 durante una visita a Ibiza y al que le buscaron otro dueño alegando que las perreras de Zarzuela estaban completas. Y lo cierto es que durante años habitaron en ellas numerosos ejemplares, ya que don Juan Carlos tuvo su propio criadero de golden y vendía o regalaba las camadas a sus conocidos (la madre de Jaime de Marichalar, el embajador en Naciones Unidas Inocencio Arias y varios amigos de Palma, entre otros, recibieron uno de estos cachorros ‘royal’).
Era habitual ver al ahora emérito con alguno de ellos, especialmente en sus vacaciones en Mallorca, donde siempre se han mostrado más relajados y cercanos. De hecho fue Marivent donde conocimos a Arky, su pastor alemán, y a Bobby, el perrito de raza tibetana que doña Sofía sostiene en brazos en la que probablemente sea su foto más famosa junto a Lady Di, en uno de esos veranos que los príncipes británicos pasaron en nuestro país.
Y es que la reina emérita es una animalista convencida de toda la vida: tiene gatos, tortugas de tierra, un loro gris y un burro, según aseguran varios medios, y en 2012 adoptó a Paquita, una pequeña mestiza que había sido abandonada y a la cual conoció en una feria de mascotas gracias a la asociación Ladridos Vagabundos. La perrita se unió así a sus yorkshire terrier, Tipsy y Topsy, y a su san bernardo, llamado Beethoven en honor a la famosa película.
Las infantas Elena y Cristina y sus familias también tienen perritos
Este cariño por los animales se lo inculcó a sus tres hijos, ya que las infantas Elena y Cristina también tienen sus propias mascotas. En el confinamiento vimos varias veces a la primogénita paseando cerca de su domicilio con el fox terrier de su hija, Victoria Federica, quien también ha posado en su Instagram con Currita, su pequeña teckel.
Cristina de Borbón, por su parte, siguió el gusto de su padre por los golden, la raza de su perro Tyler, que viajó a Ginebra junto a los Urdangarín cuando se mudaron a Suiza.
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