Macarena García: "Soy de decir 'todas y todos' pero 'todes' es lo siguiente que tengo que conquistar"

Hablamos con Macarena García sobre su trabajo en la nueva película 'Un hipster en la España vacía' (Amazon Prime Video), y sobre ideologías eco, noviazgos públicos, lenguaje inclusivo y nuevas relaciones afectivas.

La actriz Macarena García
La actriz Macarena García / Rubén Vega

Tras emocionarnos con la oscuridad del personaje de Irene en la serie 'La Mesías', Macarena García cambia de tercio y nos arranca sonrisas como novia moderna y defensora de nuevos modelos sexual-afectivos, políticas antiheteropatriarcales, lenguaje inclusivo y urbanita sostenible con desconocimiento rural en 'Un hipster en la España vacía', la nueva película dirigida por Emilio Martínez-Lázaro ('Ocho apellidos vascos', 'Ocho apellidos catalanes') que acaba de estrenar Amazon Prime Video.

El choque entre la cultura progresista, ecologista (sin conocimientos agrarios) y un tanto resabiada, con las creencias tradicionales de los pueblos de la España casi despoblada es la salsa de esta comedia que se ríe, cariñosamente, de unos y de otros, y que reúne nombres como, además de Macarena García, Berta Vázquez, Paco León, Lalo Tenorio, Tito Valverde, Miguel Rellán o Lucía Díez.

Macarena García, Lalo Tenorio y Paco León en la película 'Un hipster en la España vacía'

Macarena García, Lalo Tenorio y Paco León en la película 'Un hipster en la España vacía'

/ Amazon Prime Video

El argumento es el siguiente: a Quique (Lalo Tenorio), un joven de Madrid, le encarga su partido liderar la política de la España Vacía en un pueblo de Teruel pero no sabe ni por dónde empezar. Entre sus primeras medidas figuran, por ejemplo, la puesta en marcha de un servicio de patinetes eléctricos y ecológicos que apenas pueden circular por las callas empedradas y en cuesta del municipio.

Quique se enfrenta solo a un pueblo dispuesto a tomarle el pelo ante sus propuestas y, por si fuera poco, pronto descubre que enviarle allí es un plan de su novia (Macarena García) y del líder de su partido (Paco León) para poder estar juntos.

Estrevistamos a Macarena sobre su nueva película, ideologías y más:

Tras ver la película, ¿ser eco, bío, sostenible y kilómetro 0 es cosa de pijos?

No, realmente. Lo que muestra la película son los contrastes entre la vida de campo, donde la gente todavía tiene unas necesidades que los de fuera no tienen en cuenta, y la visión de la ciudad. Lalo llega de Madrid a un pueblecito con un pensamiento moderno y con un montón de ganas de cambiar las cosas pero el problema es que se olvida de escuchar también los problemas del día a día de sus habitantes.

Lalo implementa talleres de nuevas masculinidades, huertos bío, un servicio de patinetes eléctricos... ¿Le votas?

Muchas de sus ideas son buenísimas. Claro. Pero lo que pasa es que el protagonista no está mirando la realidad, no va poco a poco ni empieza por lo primero para pasar luego a lo siguiente, con un ritmo natural. No es un problema de ideas, que son buenas, sino del personaje. En realidad, el director, Emilio Martínez-Lázaro —él lo ha dicho— no pretende criticar sus ideas; incluso, comparte muchas.

Macarena García posa con abrigo de corte clásico y deportivas blancas

Macarena García posa con abrigo de corte clásico y deportivas blancas

/ Rubén Vega

¿Es una crítica desde dentro?

Es una unión de universos distintos. Lalo, el protagonista, tiene un discurso muy extremo y en todo caso es la crítica a los extremos. Es una película surrealista que tiene mucho de parodia, de clichés y de hacer reír con eso. Y con todo lo que no es el sentido común y el escuchar y el tener en cuenta al otro.

También sale a colación el lenguaje inclusivo. ¿Tú eres de 'todos', de 'todas y todos' o de 'todes'?

De momento suelo decir 'todas y todos' pero la verdad es que decir 'todes' me parece que es lo siguiente que tengo que conquistar. Me parece importante y necesario y estoy con ello a muerte.

Mientras otras pelis hablan de poliamor y de separación de lo afectivo y lo sexual, aquí parece triunfar lo tradicional. ¿Al final, así es también en la vida real?

Lo que parece triunfar (en la película) es lo que es de verdad. Fuera de la película, creo que estamos avanzando. Las nuevas generaciones traen unos discursos que, para mí, son superinteresantes. Los que somos un poco más mayores estamos escuchando pero no lo tenemos integrado en nuestros cuerpos, somos como una generación bisagra con ganas de entender los cambios. Yo creo que esos cambios pueden traer cosas muy positivas tanto como la manera de entender las relaciones como en la manera de entender el feminismo, la masculinidad...

¿Los rodajes de comedia son más divertidos que los de dramas?

En este rodaje estaba rodeada de amigos como Paco León, Berta Vázquez, Lucía Díez... que es gente con la que me lo paso muy bien pero tambien un rodaje de una película dramática puede ser divertidísimo. Es muy importante quién dirija el proyecto. La serie 'La Mesías', por ejemplo, trata temas muy densos y podría pensarse que el rodaje va a coger ese color pero es al revés: los Javis saben hacer que el trabajo sea alegre, festivo y precioso. Pero, bueno, en el pasado sí había rodajes con gritos y malos humores.

¿Los gritos son cosa del pasado?

Lo de los gritos es ya más de antes. Ahora ya no se permite de la misma manera gracias a Dios y a que estamos todos muy pendientes. En la conversación actual está muy presente el buen trato y los cuidados, y hay que tener estar muy vigilantes ante las figuras de poder y el abuso en todos los sentidos.

Macarena García, uno de los rostros de la película 'Un hipster en la España vacía'

Macarena García, uno de los rostros de la película 'Un hipster en la España vacía'

/ Rubén Vega

Has dicho que el equilibrio emocional era complicado en tu profesión. ¿Eso no se cura con el tiempo y la experiencia?

Va mejorando según empiezas a entender las dinámicas de la profesión y a encontrar tus herramientas para encontrar el equilibrio. Es una profesión maravillosa pero está la incertidumbre: estás trabajando en un proyecto y nunca sabes cuál será el siguiente o si habrá. Te sumerges durante seis meses en un trabajo y de repente te encuentras con todos los días libres y tienes que reubicar tu vida. Pero bueno, si le das la vuelta, te invita también a coger las riendas de tu vida y a aprender a buscártela.

¿El cine es cosa de genes en tu caso y en el de tu hermano, Javier Ambrossi?

No, para nada. Mi madre trabajaba en una sucursal de un banco y luego lo dejó porque se dio cuenta de que no le hacía feliz y ahora es profesora de pilates y mi padre es inspector. Trabaja en el Canal de Isabel II. No hay realmente mucha cultura de cine en mi familia. Yo creo que fue un refugio que encontramos mi hermano y yo de situaciones personales. Además, tengo un recuerdo especial de juntarnos toda la familia para ver series como 'Médico de familia' o 'Periodistas'. Nos unía mucho, era un momento precioso.

Macarena Gómez dijo una vez que ella se identificaba como "la loca, no la García" para que supieran quién era de las dos. ¿Tú cómo te identificas?

Cada vez de una manera diferente. Si me tuviera que definir, me definiría como alguien muy sensible, creo que bastante empática, y bastante alegre en realidad y... bueno, también con cierta complejidad. Es difícil..

Brillas en alfombras rojas. ¿La moda es pasión, una extensión del trabajo, otra fuente de ingresos, un disfrute...?

Pues sobre todo es una extensión de mi trabajo porque tampoco es una gran fuente de ingresos. Ni una gran pasión. Me gusta y en algún momento también ha podido ser una fuente de ingresos pero por lo general es una extensión de mi trabajo que me parece que tiene sentido y que puedo disfrutar. Y que valoro: hay momentos en que me siento muy afortunada de poder llevar ciertas piezas de ciertos diseñadores. Puedo divertirme mucho con ella pero no la definiría como una gran pasión.

Internet está llena de noticias sobre tu relación con Enric Auquer. La pregunta es: ¿es mejor contar o es mejor no contar para que te dejen en paz?

Yo también me hago esa pregunta. No lo sé. Simplemente, voy viviendo mi vida como puedo. También es verdad que desde dentro cada uno tiene sus tiempos y hay un momento que desde fuera se esperan respuestas y puede que uno esté aún empezando o viviendo poco a poco. Pero, bueno, en general no soy de contar. Es como si un desconocido a ti por la calle te pregunta por tu relación, no puedo evitar que se me haga extraño compartir mi vida con gente que no es mi entorno de seguridad y de intimidad. Me siento cómoda reservándome las cosas para mí, pero bueno, también dependiendo del momento.

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