Ácido hialurónico: qué es, cuáles son sus beneficios y qué tipos existen

Seguro que has oído hablar de este activo, sobre todo si pones atención en el cuidado de la piel, pero posiblemente no tengas conocimiento de todo lo que ofrece.

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Una mujer frente al espejo
Una mujer frente al espejo / iStock

Es posiblemente uno de los activos 'antiaging' más aclamados dentro del mundo de la belleza y no hay producto viral que no lo contenga entre sus ingredientes. Oímos hablar de él a diario, pero, ¿sabemos todo acerca del ácido hialurónico? "Es una sustancia natural que se encuentra en el cuerpo humano, especialmente en la piel y los tejidos conectivos", apunta el Dr. Carlos Gómez. Sin embargo, con el paso de los años, el ácido hialurónico va disminuyendo y su presencia en el organismo se reduce, lo que provoca que la piel pierda hidratación, elasticidad y firmeza. A partir de ahí, optamos por incorporarlo a nuestro cuerpo a través de otras vías con el mismo objetivo, evitar el envejecimiento.

"Se utiliza en productos de cuidado de la piel y tratamientos médicos estéticos para reponer los volúmenes perdidos debido al proceso de envejecimiento y para revertir los signos de descolgamiento facial mejorando directamente los surcos nasolagrimales , nasolabiales y devolviendo además la linealidad al reborde mandibular, así como pequeñas arrugas finas.", señala el doctor.

Ácido hialurónico: los beneficios

Son múltiples los beneficios de este activo antiedad, pero algunos de los más destacados y en los que coinciden los expertos son:

  • Es conocido por su capacidad para retener agua, lo que ayuda a mantener la piel hidratada y con un aspecto más joven.
  • También actúa como agente hidratante, logrando que la piel se mantenga con un aspecto joven.
  • Consigue crear una capa protectora que ayuda a retener la humedad.
Las bases de maquillaje con tratamiento para pieles maduras

Las bases de maquillaje con tratamiento para pieles maduras

/ @Launchmetrics Spotlight

Ácido hialurónico: ¿qué tipos existen?

El propio Dr. Gómez nos explica que "actualmente en el mercado existen diferentes tipos de ácido hialurónico que en procedimientos médicos estéticos variarán según su reticulación (densidad)". Como ejemplo, el experto señala la línea de Maili que con su amplia gama inyectable de 4 rellenos de AH nos proporciona la posibilidad de elegir el producto adecuado para cada área del rostro y así proporcionar unos resultados óptimos. "Lo más importante de este ácido hialurónico fabricado en Suiza es que gracias a su tecnología patentada oxifree es un producto flexible que se integra perfectamente en los tejidos adoptando todos los movimientos faciales, mejorando la elasticidad y proporcionando una mayor durabilidad, de este modo nos proporciona la posibilidad de elegir el producto adecuado para cada área y plano anatómico del rostro donde necesitemos trabajar y así proporcionar unos resultados óptimos y naturales".

Las diferencias más notorias entre los diferentes tipos de ácido hialurónico son:

Ácido hialurónico con alta reticulación

"Se utilizan para inyecciones supraperiósticas en hueso devolviendo la estructura y soporte que estos le dan a los tejidos blancos (paquetes grasos) y reposicionándolos". De este modo devolvemos las facciones del rostro de nuestros pacientes a cómo estaban hace unos años. 

Ácido hialurónico con reticulación media

Este tipo suelen estar diseñados para "trabajar en un plano graso complementando a las inyecciones supraperiósticas de los hialurónicos de alta reticulación, logrando así el mejor resultado posible y revertir el descolgamiento". Asimismo, el doctor señala que pueden ser de gran ayuda para "trabajar áreas como la rinomodelación angular de la nariz dando en pocos minutos unos resultados espectaculares".

Está enfocado, habitualmente, "para tratar líneas finas peribucales y perioculares (ojeras) proporcionando a nuestros pacientes unos resultados de larga duración". El Dr. Gómez apunta a que "está enfocado a todo paciente cuya estructura ósea se ha consumido no solo debido a la edad sino también a un componente genético y a sus hábitos diarios".

Como punto de gran relevancia, el propio Gómez señala que gracias a la medicina estética no solo corregimos aquello que queremos revertir y que nos provoca grandes quebraderos de cabeza, también nos puede servir para prevenir. "Todo paciente que se le empiece a insinuar los signos del envejecimiento será un candidato óptimo".

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