El examen más exigente de la princesa Leonor: explosivos y fuego real para ejercer el mando

La princesa Leonor continúa inmersa en su segundo curso militar en Zaragoza, superando todos y cada uno de los retos y avanzando en sus estudios. Tras el parón navideño y su participación en la Pascua Militar, vestida con el Toisón de Oro y su uniforme de gala, esta semana la heredera al trono se enfrenta a nuevas pruebas, mucho más duras que otras que ya ha tenido que pasar como parte de su entrenamiento castrense. Y es que la hija mayor de los Reyes ha comenzado un nuevo periodo de pruebas en Zaragoza, en concreto en el campo de maniobras de San Gregorio, donde está junto a sus compañeros de la AGM hasta el 9 de febrero.

Según informa Heraldo de Aragón, que cita a fuentes militares, los cadetes de varios cursos tendrán que completar estas maniobras como parte de su formación obligatoria de mes y medio que deben cumplir. Entre otras actividades, la princesa y sus compañeros realizarán prácticas de tiro y pasarán los siete días durmiendo en tiendas de campaña o al raso. También están practicando distintas actividades, como el recorrido topográfico, marchas, paso de pista... Además, es clave que la heredera se desenvuelva bien por el campo, que sepa orientarse en el terreno y logre avanzar siguiendo ejercicios tácticos.

Las exigentes maniobras a las que se enfrenta la princesa Leonor esta semana

Febrero es tradicionalmente un mes exigente a nivel físico para los alumnos de la Academia Militar de Zaragoza y una prueba de ello es que Leonor, al igual que sus compañeros, está teniendo que ponerse a fondo con prácticas de pelotón y sección de fuego y movimiento. De esta forma, la heredera debe aprender a moverse por el campo avanzando alineada con sus compañeros, que pasan del cuerpo a tierra al salto con el que se van acercando al "enemigo" (un blanco fijo) haciendo fuego.

Una instrucción complicada para todos los cadetes, que se enfrentan a prácticas de pelotón y sección en defensiva y ofensiva, tanto por el día como por la noche, con puestos de observación y manejo de equipos de transmisiones. Desplegados por distintos puntos del campo de maniobras, el más grande de Europa, deberán poner en práctica todos los conocimientos adquiridos hasta ahora para sobrevivir y alcanzar los objetivos fijados por sus mandos. Así, la princesa Leonor y sus compañeros se valdrán de sus conocimientos topográficos y también harán prácticas de asalto con fuego real.

Todos los cadetes duermen al aire libre

Todo esto está siendo durante el día, porque cuando cae la noche, la princesa Leonor y los cadetes no regresan a los edificios de la AGM, sino que se desplazan al campamento María Cristina, también en Zaragoza, para descansar y dormir, tal y como informa Vanitatis. Nada de casas, ni barracones, ni hoteles, todo al aire libre en tiendas de campaña compartidas. De esta forma, la princesa Leonor no solo cumple a rajatabla con todo lo establecido en su formación militar sino que demuestra, una vez más, que no tiene ningún privilegio.

Su adiestramiento es igual al del resto de sus compañeros, aunque su plan de estudios sí es adaptado para hacer dos años en uno. También la dieta es diferente en estas jornadas, ya que reciben las llamadas 'raciones de combate' preparadas en tres cajas diarias y en cuyo interior hay alimentos no perecederos y nutritivos para aportar la energía necesaria de tanta y tan intensa actividad física. 

Cuando termine esta dura semana, la heredera podría viajar hasta Madrid para felicitar a su padre, que cumplió 56 años el pasado 30 de enero. Después regresará a Zaragoza, donde el día 20 se celebra el aniversario de creación de la Academia General Militar y, posteriormente, del 11 al 24 de marzo, tendrá otras dos semanas de instrucción hasta que el día 25 tengan vacaciones con motivo de la Semana Santa.