Podcasts

Vida familiar, social, laboral y apoyo psicosocial durante y después de la enfermedad

El diagnóstico de cáncer de ovario lo cambia todo: las prioridades cambian y la vida familiar, social y laboral suele verse afectada. Abordamos la importancia del apoyo psicológico a las pacientes y a sus familias y las dudas sobre la conveniencia o no de seguir trabajando durante el tratamiento. 

Vida familiar, social, laboral y apoyo psicosocial durante y después de la enfermedad
Vida familiar, social, laboral y apoyo psicosocial durante y después de la enfermedad

La detección de esta enfermedad convierte la salud en una absoluta prioridad y en la principal preocupación de las pacientes. Pero no la única, porque esta enfermedad tiene implicaciones que van mucho más allá. El tratamiento del cáncer de ovario casi siempre conlleva una histerectomía (extracción del útero), lo que impacta psicológicamente en aquellas mujeres todavía en edad fértil, especialmente en aquellas que tienen la expectativa de ser madres. Además, puede afectar a la vida sexual y provocar problemas en la vida social y de pareja.

Por otra parte, en algunas pacientes el cáncer no desaparece y durante años tienen que recibir quimioterapia de forma intermitente. Una situación que puede generar estrés a la afectada y que perjudica su calidad de vida y sus relaciones sociales por los efectos secundarios de la terapia y por el miedo a la recaída.

Por eso, en esta edición de Woman Care, gracias a la colaboración de la Alianza MSD - AstraZeneca, hablamos de la necesidad de realizar un abordaje multidisciplinar del cáncer de ovario, con la ayuda de Fátima Castaño, psicooncóloga especializada en la atención de los pacientes con enfermedades crónicas y también a sus familiares. Para lograr esto, es importante que, además de abordar los aspectos médicos, los profesionales sanitarios consideren también los factores psicológicos de la paciente durante la consulta, si tiene o no apoyo emocional ante los importantes cambios que pueda experimentar durante y después del tratamiento en todos los ámbitos de su vida: desde el físico, al familiar, económico, social y también el laboral.

Muchas de las mujeres con cáncer de ovario y aún en activo a nivel profesional tienen que frenar su vida laboral como consecuencia de los efectos secundarios del tratamiento y por las diversas consultas médicas a las que tiene que acudir, lo que puede llegar a repercutir en su economía familiar. Las dudas que asaltan a las pacientes son muchas: ¿Hay que comunicar a la empresa nuestro estado de salud? ¿Cómo y cuándo hacerlo? ¿Cuáles son nuestros derechos laborales en estas circunstancias? “Habrá pacientes que tendrán la suerte de estar en un entorno laboral donde la palabra cáncer no suponga un problema. Pero otros muchos pueden sumar una angustia más a la enfermedad, que es estrés añadido”, señala Fátima Castaño.

En estas circunstancias, las asociaciones de pacientes y los grupos de apoyo juegan un papel muy importante. Su experiencia en los distintos frentes que afrontan las mujeres y sus familias, la empatía ante los efectos de la enfermedad en todos los ámbitos de la vida y el conocimiento de las necesidades y preocupaciones de las pacientes ha demostrado ser un pilar clave para mejorar la calidad de vida de las mujeres que padecen un cáncer de ovario. Especialmente teniendo en cuenta que la necesidad de acompañamiento, asesoramiento y apoyo psicológico no finaliza con el tratamiento. Después quedan las secuelas, los casos de enfermedades que puedan ser hereditarias, el manejo de pérdidas como la de la posibilidad de quedarse embarazada, el duelo de la pérdida laboral en el caso de que haya incapacidad o las dificultades que entraña la reincorporación al trabajo son situaciones que siguen requiriendo un respaldo emocional. La vuelta a la normalidad tras haber superado el cáncer puede ser un momento estresante para las pacientes. Por lo que el objetivo es, tal y como subraya la psicóloga Fátima Castaño en el podcast, “manejar el miedo sin que sea incapacitante, que les permita continuar viviendo”.

 

Síguele la pista