Por qué el vestido largo es el comodín del verano

Cómodo, versátil y con un abanico de posibilidades del que resulta complicado abstenerse.

Fengwanstheorem con vestido largo

Con sandalias, zapatillas o alpargatas, tu mejor aliado. 

/ Instagram @fengwanstheorem

Puede que lo asocies como prenda específica para acudir de invitada a un evento, pero la realidad es que el vestido largo también puede ser informal. De hecho, es el gran as en la manga que esconde tu armario para las noches de verano.

Con sandalias de cuña y bolso bombonera se convierte en casi uniforme para acudir a una terraza durante la temporada estival. Razones no le faltan: es cómodo, versátil y siempre resulta socorrido para esos días en los que no sabes muy bien qué ponerte.

Entre las versiones más conocidas están el clásico ibicenco en color blanco, perfecto para lucir bronceado; o el de estampado floral, embajador oficial del estilo boho.

Pero entre las colecciones de verano también puedes encontrar versiones de algodón a modo de camiseta para las amantes del estilo casual, vaporosas con las que hacer las delicias de las más románticas o camiseros para quienes buscan marcar la diferencia.

El secreto como siempre está en el cómo y el cuándo llevarlo. Lúcelo con sandalias planas para el día, con alpargatas de cuña en los planes de noche o con zapatillas si quieres poner un punto más desenfadado a tu look. Si vas a llevar vestido, que sea en clave maxi.

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