Vale, el maquillaje de Euphoria es muy top pero, ¿qué hemos aprendido de sus looks?

Toda una declaración de intenciones de la 'generación Z'.

Tráiler de la serie ''Euphoria'' de HBO

Primeras imágenes de la brutal (y a veces espeluznante) serie sobre adolescentes ''Euphoria''. Sexo, drogas sin rock and roll.

Es el terror de las asociaciones de padres, producción que no deja indiferente a nadie, o la amas o te escandaliza, pero no hay duda de que es carismática como pocas series, gracias a su contenido sin filtros, directo como un golpe seco en la nariz. Y tampoco hay duda de lo mucho que empatiza con la 'generación Z', que la está convirtiendo en un fenómeno de masas con pinta de alzarse definitivamente a serie de culto para millones de jóvenes que están enganchados a ella. Efectivamente, ya lo habrás adivinado, <strong>'Euphoria'</strong>estamos hablando de 'Euphoria'.

De la serie de HBO protagonizada por Zendaya y producida por Drake ha nacido ya todo un movimiento 'beauty' entre los jóvenes, gracias a los espectaculares maquillajes ideados por Doniella Davy. Son tan top que incluso habían silenciado un poco a los estilismos, pero ya estamos nosotras para acabar con esto porque de los looks de 'Euphoria' también se puede aprender, y mucho.

Por ejemplo que las camisas hawaianas siempre son bienvenidas sacadas de su contexto al igual que las faldas de cuadros de estilo colegial que tanto juego dieron a comienzos de los 2000 (La idolatrada película 'Crueless' y la recién llegada Britney Spears con su 'Baby one more time' tienen la culpa).

Otra de las cosas que nos ha enseñado es que no todas las fiestas de pijamas son con camisones cursis o modelos de Hello Kitty como nos habían hecho creer las películas americanas. En el primer episodio los personajes de Rue y Jules demuestran que no hay nada más cool para dormir que un conjunto de seda compuesto por pantalón y top anudado.

El personaje de Kat nos ha enseñado que la moda puede ayudarte a cambiar tu vida por completo. La transformación del personaje de Kat (interpretado por Barbie Ferreira) de "niña buena" a dominatrix es toda una declaración de intenciones. Es un mensaje de empoderamiento a la sociedad para que todos podamos elegir como vestirnos sin miedo al qué dirán ya sea por nuestro estilo como por nuestra talla.

Por último, tal y como explica en un artículo en Who What Wear Heidi Bivens, la diseñadora de vestuario, debemos poner el foco en la prenda que más aparece en escena: la sudadera con capucha. Su uso no es nada trivial. De hecho, es una de las formas más sutiles que se usa como parte de la narración porque funcionan como una tapadera de los traumas emocionales. "La ropa va más allá de su propósito utilitario para transmitir la complejidad del amor", desvela Bivens.

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