Nuevas tendencias de pasarela: empieza el show

Temporada nueva. Se abre el telón. Pero esta vez, sobre la pasarela, el espectáculo es más variado y excitante que nunca: materiales novedosos, colores reivindicativos, bolsos de formas sorprendentes, y algunos números clásicos con flores y tejidos abrigados. Pasen y vean.

Nuevas tendencias de pasarela: 'backstage' del desfile otoño-invierno de Dior

'Backstage' del desfile de otoño-invierno 2017 de Dior. 

El 'print': flores de invierno

Sobre fondo oscuro y en tonos tenues, la flora se adapta a la caída de las temperaturas. Y lo hace en una variedad de prendas y looks sorprendente para un estampado que suele desenvolverse mejor en las estaciones cálidas. Lo hemos visto en vestidos románticos, bohemios e historicistas, recién salidos de un vestidor renacentista; pero también en piezas de carácter urbano como la 'bomber', en combinaciones retro, en looks moteros y en conjuntos que recuerdan a la tapicería de la abuela.

El accesorio: el beret

Con la industria sumándose a todo tipo de causas sociales -desde la feminista hasta la antirracista-, la boina, con un pasado que le otorga una clara vocación reivindicativa, se pone al frente.

Grinko F 2017: boinas

Grinko F 2017. 

/ Matteo Scarpellini

La joya: los anillos

Y usamos el plural de forma intencionada. Porque aunque los hay para todos los gustos y estilos –con aire 'boho' en Dior y 'kitsch' en Gucci, esotéricos en Valentino y de diva del rap en Balenciaga–, se impone una única forma de llevarlos: en ristra, ocupando toda la mano e incluso varios en el mismo dedo.

La referencia: tribus urbanas

Marc Jacobs sigue ritmos hip-hop, Saint Laurent tiene tono gótico, en Junya Watanabe reverbera el punk y Desigual bebe de las subculturas de los 60, 70 y 80, movida madrileña incluida. una celebración de la personalidad de ser independiente.

En pareja

Perfectos de cuero, gorra con tachuelas, manicura 'dark' y mirada retadora, es el nuevo estilo 'biker', como esta propuesta de Desigual.

Backstage de Desigual en la pasarela de otoño-invierno 2016-2017

Backstage en el desfile de Desigual. 

/ Courtesy of Press Office

La silueta: mangas importantes

Después de varios meses en el banquillo –las temperaturas estivales suelen convertirlas en elementos redundantes, por no decir indeseables– vuelven con muchas ganas de recuperar su lugar. De ahí que los jerséis jueguen con formas globo, las blusas dibujen siluetas campana y los abrigos las cubran de pelo. La idea es ganar magnitud… y relevancia.

El detalle: perlas

A los diseñadores les gusta tergiversar los códigos en busca de la sorpresa. Y las connotaciones 'lady' que atesoran estas pequeñas esferas de nácar se presta a un ejercicio reinterpretativo que este otoño da mucho juego: en joyas 'punk', botas militares y chaquetas de 'tweed' cargadas de ironía.

El color: rojo

Al rosa, fetiche 'millennial', le ha salido un duro competidor. Y, en la carrera por subirse al podio cromático de la temporada, juega la misma carta reivindicativa. Algo que al rojo le viene de largo. Coloreaba los gorros frigios, símbolo de apoyo a la Revolución Francesa, y el movimiento obrero. Hoy, es el tono de las Women’s March y El Día Sin Mujeres, que, este 8 de marzo, llamó a las féminas a vestirse de este tono en una protesta a la que, salta a la vista, la pasarela se ha unido.

La boda: alta y abullonada

Con Vacarello volviendo (otra vez) a los archivos de los 80 de Saint Laurent, la huella de la década sigue fresca. Las de la 'maison' ya tienen lista de espera. Por suerte, hay más opciones: Michael Kors, Isabel Marant, Victoria Beckham…

Saint Laurent - París - Mujer - Otoño-Invierno 2017-2018 92

Saint Laurent - París - Mujer - Otoño-Invierno 2017-2018 92

Los tejidos: con textura

Grandes abrigos de pelo, trajes de pana, vestidos de terciopelo… los diseñadores apelan a los sentidos con materiales –teñidos de colores vivos que sorprenden aún más en una estación habitualmente dedicada al negro– que apetece mirar y tocar. La idea, dice Victoria Beckham, es "añadir interés a piezas sencillas".

La prenda: sudaderas

Ha sido uno de los triunfos de la revolución 'athleisure'. Como todo en la moda, ha tenido que evolucionar para seguir en cabeza. Y lo ha hecho sofisticándose –porque salir a la calle en chándal tiene gracia cuando es puntual, no cuando se convierte en costumbre–. De ahí que se reinvente con tejidos como el ante, el terciopelo o el 'tweed', que aligeran las connotaciones deportivas y lo hacen más afín a llevarlo con faldas, zapatos de tacón y estilismos que no parecen recién salidos del gimnasio.

El bolso: geométrico

El repertorio de formas que empezó el año pasado con el formato caja y la media luna crece. Hay óvalos, estrellas... y un triángulo en Balenciaga que apunta maneras de 'it bag'.

El pantalón: motero

Tal vez sea esa necesidad de ganar velocidad que parece regir la moda hoy –con el sistema “lo ves, lo compras” ganando adeptos y un calendario de desfiles en continua transformación– lo que ha llevado a tantos diseñadores a buscar inspiración en el mundo del motociclismo. Pero lo cierto es que la omnipresencia de esta estética en las pasarelas le han hecho posicionarse en el ránking de tendencias clave este otoño. Y ¡sorpresa! esta vez la pieza que asegura la victoria no es la chupa, sino el pantalón: en piel, con cremalleras, acolchados y preferiblemente en negro y rojo.

El abrigo: la gabardina plastificada

Fue la que sacó Raf Simons en su desfile debut para Calvin Klein la que ha puesto esta prenda en primera plana. Las de Miu Miu, Pucci, Seward y Dolce & Gabbana no han hecho sino corroborar su ascensión.

Gabardina plastificada: Vanessa Seward F 2017 013

Gabardina plastificada: Vanessa Seward F 2017.

El mensaje: poder

El “44 1/2” en las gorras de Public School es una alusión a Donald Trump, que «se queda corto para ser el 45 presidente norteamericano», dicen sus creadores. El “205” en los tops de Calvin Klein, el número de su sede original en Nueva York, habla del respeto al pasado; los guantes de Versace, del nuevo feminismo; y los anillos de Valentino, de comienzos –el de la casa sin Maria Grazia Chiuri–. Gucci reivindica la importancia de cuidar el planeta para asegurar el futuro. Y Bora Aksu y Ana Locking arman de valor a quienes creen en el cambio. Todo ello, escrito en tela.

El look: falda y jersey

Dos piezas que, por separado, no nos dicen nada nuevo. Pero que, cuando se juntan, se convierten en la pareja más codiciada del momento. La clave de su encanto irresistible reside en el contraste de los tejidos: el jersey de punto grueso y la falda de gasa etérea. ¡Por algo dicen que los opuestos se atraen!

La misiva: diversidad

Casi un tercio de las modelos que caminaron por los 241 desfiles de esta temporada –aunque también hubo “invitados” que no ejercen profesionalmente de maniquí– pertenecían a una minoría, aseguraba en The Fashion Spot. Lo que ha convertido a la temporada en la más heterogénea hasta la fecha, en la que todo tipo de razas, edades, sexualidades y siluetas tuvieron visibilidad. "La industria de la moda está en camino de representar a la población que compra su ropa", decía Jennifer Davidson, la editora al frente de la plataforma.

Dolce & Gabbana apuesta por la diversidad en el desfile otoño-invierno 2017

De amplio espectro. De las 140 personas que formaron el casting del desfile de Dolce & Gabbana, lo que al dúo italiano le importaba es que "mostraran su carácter", dicen. 

Un camino que Dolce & Gabbana empezó a transitar hace años –"Nuestro primer desfile fue con gente real", recordaba el dúo– y que ahora ha retomado subiendo a la pasarela de otoño-invierno a modelos, madres, hijas, adolescentes, sexagenarias, 'it girls', empresarias, rubias, morenas, siluetas esbeltas y curvilíneas. Todas vestidas con looks que gritaban, literalmente, “amor” (propio). "El mensaje es que hay que aceptarse a uno mismo como es. ¡No hay más!", sentenciaron los creadores en el 'backstage'.

“En lo que a piezas se refiere, hay algo en el repertorio de Dolce & Gabbana en lo que todos podemos sentirnos bien. lo que es una hazaña, y una propuesta más trascendente y duradera que cualquier novedad pasajera”, afirma la editora Sarah Mower.

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