El inesperado accesorio del que Máxima de Holanda no se separa en su visita a Indonesia

Máxima de Holanda está dando toda una lección de estilo en lo que se refiere a vestuario durante su visita oficial de Estado a Indonesia. La monarca se apuntó primero a la tendencia de los vestidos capa, con un diseño de bajo asimétrico con el que consiguió ganar centímetros de altura.

Además, el hecho de ser más corto por delante y largo por detrás, creaba la ilusión óptica de que sus piernas son aún más largas. Una creación que pertenece a su diseñador de cabecera, Edouard Vermeulen, el belga a cargo de Natan, una de sus firmas favoritas.

Tras este acierto, Máxima de Holanda recurrió a un truco en su siguiente estilismo para presumir de figura estilizada. En esta ocasión, y para acudir a una exposición de fotografía, la monarca escogió un bonito vestido negro con flores blancas, manga larga, bajo asimétrico y escote en forma de lágrima.

Una maravillosa creación que pertenece a la diseñadora colombiana Johanna Ortiz y que Máxima supo transformar gracias a un cinturón péplum con plumas negras, también de la misma firma, con el que 'rompió' el vestido y ha conseguido ganar centímetros de altura y estilizar su figura.

Ahora, en su última aparición, Máxima de Holanda ha vuelto a demostrar que brilla con todas las creaciones que elige y, además, lo ha hecho con un vestido confeccionado en organza de color blanco roto con flores bordadas, cuello redondo y largo midi con unos ligeros volantes en las mangas. Todo un acierto.

Pero lo que más nos ha llamado la atención es que la monarca no se ha separado ni un segundo de su abanico. Un accesorio que ha utilizado en todo momento en esta visita a Indonesia pero que siempre 'camufla' al elegir en la misma tonalidad que su 'outfit'.