La historia de amor de Carrie Bradshaw y los diseños de Manolo Blahnik

Manolo Blahnik sigue siendo la firma de zapatos de lujo más deseada del mundo. Y gran parte de ese gran éxito, que ha cosechado a lo largo de los años, se le debe a la pasión que la protagonista de Sexo en Nueva York, Carrie Bradshaw, ha proclamado siempre tanto en la serie como en las dos películas.

A la famosísima firma española nunca le han faltado prescriptores pero el éxito arrollador llegó cuando una mujer, de melena rubia ondulada y estilo inconfundible, decidió amar sus modelos hasta el fin de sus días. En cada temporada pudimos descubrir como Carrie se mantenía fiel a sus amigas, al amor que sentía por Mr. Big, a sus libros, a su ciudad de Nueva York y, como no, a todos los diseños de Blahnik.

Sarah Jessica Parker se siente tan extasiada por las creaciones de la marca, que apuesta por lucir sus modelos tanto en sus películas como en las alfombras rojas. Además, nunca antes una película había nombrado tanto a una firma con tanto orgullo. El nombre de Manolo Blahnik era, en más de una ocasión, parte del guión.

‘El derecho de una mujer a elegir su calzado’ llegó a ser el título de uno de los capítulos que Carrie protagonizó para ensalzar, una vez más, las creaciones del aclamado diseñador. Ahora bien, si tenemos que destacar un momento único fue el día de la boda de la protagonista que eligió como su ‘algo azul’ unos increíbles Manolos.

El diseñador Manolo Blahnik nació en Las Palmas y es de padre checo y madre española. Estudió en Ginebra, París y Londres. Su carrera hacia el éxito comenzó cuando Paloma Picasso le presentó a Diana Vreeland, quien, tras descubrir sus bocetos, quedó maravillada e instó al joven a seguir en el diseño del mundo del calzado augurándole un grandísimo futuro.