Hana Soukupová, la top model checa enamorada de Mallorca

La top model checa abandonó Nueva York para criar a sus dos hijos en Mallorca. Junto a su marido, Drew Aaron, un joven inversor coleccionista de arte, viaja por el mundo y apoya las causas que la tocan. ¿La última? La ecología y el reciclaje. Estilismo: Marta Lasierra

Hana Soukupová, la modelo checa enamorada de Mallorca

La top, que nació hace 33 años en la región de Bohemia, nos anima a visitar ciudades como Praga, Karlovy Vary o Cesky Krumlov y nos recomienda el parque natural de Sumava. Aquí, con vestido de tul en verde agua y clutch, todo Carolina Herrera.

/ Richard Ramos

Soukupová ha protagonizado más de 100 portadas, 5.000 páginas de moda y 500 desfiles, pero sigue divirtiéndose, como si no hubiera tocado techo –ni siquiera al desfilar como ángel de Victoria’s Secret–. Esta trotamundos solidaria (apoya a los animales, el empoderamiento de la mujer, el arte, trabajar contra el cáncer y la ecología) aspira a poner su granito de arena para cambiar el mundo –¡hay que reciclar y reutilizar el plástico!– y afirma que siempre hay sitios por descubrir y artistas a los que conocer.

Viajas por el mundo entero con tu familia, ¿es una forma de educar a tus hijos?

Cuidar a mis dos dulces y saludables criaturas es la faceta más importante de mi vida ahora. Intento que vean todos los países, que conozcan la forma en que vive la gente, y me encanta hacerlo: quiero que de adultos les guste viajar y explorar el mundo. Es la escuela de la vida.

¿Vivirías en alguna otra ciudad, aparte de en Mallorca?

Siempre quise pasar un tiempo en Costa Rica, pero Mallorca es un paraíso y me encanta vivir aquí, cerca de mi familia en República Checa.

¿Cómo descubriste la isla?

Vinimos hace unos 10 años para celebrar el 30 cumpleaños de nuestros mejores amigos y nos enamoramos de la isla. Seguimos visitando España, pero siempre supe que acabaría viviendo aquí. Unos años más tarde, queríamos hacer un cambio de vida drástico, dejar Estados Unidos, y decidimos que Mallorca lo tenía todo y era el mejor lugar para que crecieran nuestros hijos.

¿Por qué salir de la ciudad?

Cuando empezamos a formar una familia, nos mudamos a Greenwich (Connecticut) desde Nueva York y, aunque era muy agradable, no era el lugar donde educar a nuestros hijos... nuestra pasión por España nos permitió hacer el cambio.

Vives rodeada de diseño pero, ¿serías más feliz en una cabaña en Costa Rica o en Nepal?

Puedo desconectar y ser feliz con mi familia y la naturaleza en medio de la nada... Mi esposo es un poco más hedonista y yo más rústica, pero metemos lo que a ambos nos gusta en mi sillón reclinable y viajamos por toda España y Europa.

Eres una gran coleccionista de arte, ¿nos podrías descubrir algún artista por el que apostar?

De los españoles que coleccionamos actualmente, nuestros favoritos son Andrés Torres –muy joven y talentoso... hemos recopilado más de 30 obras suyas–, Antonio Ballester, Federico Miró y Rubén Martín deLucas.

¿Invertirías antes en una obra de arte o en una pieza de moda?

La moda y el arte están muy entrelazados... mira Karl Lagerfeld , que no solo fue un gran diseñador, sino también un fantástico fotógrafo y artista. Invierto en obras de artistas con una trayectoria sólida como Warhol, Basquiat, Hirst y Jeff Koons.

De los fotógrafos con los que has trabajado (Meisel, Leibovitz, Lindbergh, Sorrenti, Demarchelier…), ¿a quién destacas?

Todos, porque son muy especiales a su manera, pero Steven Meisel es quien ve más allá de una imagen de moda y sus fotografías son siempre eternas. Te hace sentir especial cuando dispara.

¿Sigues jugando al baloncesto o practicas otro tipo de deporte al cambiar tanto de ciudad? ¿Sigues la NBA?

Me encanta ver baloncesto, aún juego de vez en cuando –y soy buena (risas)–. Ahora estoy enseñando a mis hijos. Este deporte te hace trabajar en equipo. Además, estoy loca por el yoga: tiene un efecto muy positivo en mí y me ayuda a sentirme más fuerte mental y físicamente.

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