He aquí la guía DEFINITIVA y más sencilla para encontrar tu talla correcta de sujetador (y también de bikini)

¿Crees que usas tu verdadera talla? Espera un momento...

Sujetador de triángulo de Oysho

Perfecto para escotes pronunciado que necesitan sujeción. De Oysho, 12,99€.

/ D.R

"Este sujetador me aprieta mucho", "Mejor me pongo este que es 'el bueno'", "Uy, ese no que me queda muy grande"... ¿Cuántos sujetadores tienes en el famoso 'cajón de los sujetadores' y cuántos son (no mientas) los que te pones normalmente? Seguramente, ambas cifras estén un tanto desequilibradas y, aún así, no pondríamos la mano en el fuego porque 'los buenos' sean de la talla que te pertenece, que ¿por qué?

Muy fácil. Porque te los compres corriendo, porque te los haya regalado alguien o porque, básicamente, todavía no has aprendido cómo elegir tu talla de sujetador (y de bikini) correctamente, y es que, aunque de pequeña te iniciaran en lo de usarlo (seguro que recuerdas tu primer momento 'bra'), lo de elegir la talla puede seguir siendo tu tarea pendiente.

Que si 95B, que si 100C... A lo mejor ni te has preguntado nunca qué significan 'las letras esas', por eso, vamos a enseñarte la guía DEFINITIVA con la que podrás encontrar tu talla perfecta. Han sido los expertos de la firma de lencería Ann Summers los encargados de dar sus tips básicos para hallar el sujetador correto, y de su mano vamos a enseñarte el paso a paso.

1. Aprende a medirte

Lo de 'una 85 de pecho' o 'una 100' lo sabemos manejar, ¿o no? La cifra a la que hacemos referencia a la medida del contorno bajo el seno, es decir, donde quedaría el aro (en caso de tenerlo) del sujetador; pero, eso no lo es todo.

Esta sería primera medida sería el llamado contorno de tórax, lo que es diferente al contorno de busto, y se correspondería con la talla de sujetador (el número) que tendrías que usar, redondeando siempre a la cifra más cercana.

Pecho, talla, copa, medir, sujetador, aplicación, Sayfit
Pecho, talla, copa, medir, sujetador, aplicación, Sayfit

Ahora bien, cuando llegamos a lo de la letra puede que se te abran las carnes, ¡pero es sencillísimo! Para calcular la copa deberás medir tu contorno de busto, que sería tu contorno medido a la altura del pezón, y restárselo al contorno de tórax. Cada 2,5 centímetros de diferencia se corresponderá con una talla de copa (las letras), es decir, A, B, C...

2. Una vez tengas tu talla...

Hay más aspectos que no debes olvidar, de cara a la búsqueda del 'bra' perfecto, pues ¿acaso cada cuerpo no es diferente al resto? El pecho, más de lo mismo, y por eso tendrás que tener en cuenta otros puntos, igualmente importantes, como son la banda, los tirantes, el centro del sujetador y la copa.

Entre la banda y tu piel, con un sujetador de tu talla, deberían caber dos dedos (con su poquita de resistencia, claro). Si está demasiado apretado o, por el contrario, lo notas holgado, ¡tienes que subir o bajar de talla!

Los tirantes son otra de las claves: ¿está reñido lo apretados que estén con 'lo bonito' que te va a quedar el pecho? Para nada. La realidad es que los tirantes tendrían que estar apoyados en el hombro, eso sí, sin tener soltura como para resbalarse y ligeramente tensos. Muy importante, también, es el hecho de que ambos estén regulados a la misma altura, que con las prisas... ¡ya sabes!

En cuanto al centro del sujetador, también llamado puente, te diremos que su posición correcta es pegado a la piel. Es decir, ¿tienes un hueco y el sujetador queda 'como volando'? Necesitas una talla menos. Ahora bien, si lo tienes clavado en la piel, tampoco es lo suyo: aumenta una.

Por último, volvemos a la copa. Un buen sujetador debe ser suave y estar moldeado respecto a tus medidas. Si te hace arrugas o te sientes demasiado flácida, no es lo suyo, habrá que probar con otro (será por marcas).

¿A que ahora te sientes una experta en la materia? Solo te queda ponerlo en práctica, siendo consciente de que una mala talla de sujetador podría causarte dolor en el cuello, los hombros o la espalda, una flacidez prematura (no, gracias) e incluso daños en el tejido mamario.

Como ves, no puedes dejarlo. Ponte el sujetador perfecto para ti que, ya sabes, ¡sí existe!

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