Todo al blanco: el color fetiche de la reina Letizia en La Habana

El viaje oficial de Estado de los reyes de España a Cuba está suponiendo todo un soplo de aire fresco en el armario de la reina Letizia. El motivo es que el buen tiempo está permitiendo a Doña Letizia lucir vestidos y estilismos que nos recuerdan al ya lejano verano.

Tras despedirse de Madrid con una chaqueta de estampado de pata de gallo que todas ansiamos, poner un pie en el aeropuerto José Martí en La Habana con un vistoso vestido-camisero con estampado de cebra, realizar una ofrenda floral en la plaza de la Revolución con un vestido de lunares, visitar una escuela taller con un vestido que estrenó en 2016 y derrochar glamour con un vestido rojo de escote halter y moño de bailarina para la cena de gala ofrecida en su honor de sus Majestades los Reyes de España, ahora la reina Letizia ha vuelto a reciclar una de sus prendas más alabadas.

Se trata de un vestido blanco de Adolfo Domínguez que estrenó en agosto pasado en el Club Náutico de Mallorca. Realizado en algodón blanco, botonadura frontal y cinturón a juego, su estilo camisero con bordados es una auténtica maravilla.

En los pies, ha optado de nuevo por la comodidad de unas alpargatas de esparto de Mint & Rose, las mismas que lució el día anterior para dar un paseo por La Habana de la mano del rey Felipe VI.

En cuanto a las joyas, la reina Letizia está siendo fiel al minimalismo que está imperando en esta visita de Estado y ha lucido unos discretos pendientes en forma de aro y un anillo perteneciente a la firma Karen Hallam.

Los reyes de España han visitado El Templete, una edificación Patrimonio de la Humanidad, que ahora cumple 500 años y de la que han podido disfrutar con las explicaciones del historiador Eusebio Leal. Después, se han dirigido hasta el Palacio de los Capitanes Generales donde han recogido una Giraldilla, el símbolo más antiguo de la ciudad.