Tamara Falcó sabe que no hay nada como tirar de básicos para conseguir un lookazo

Una camiseta blanca, unos vaqueros y unas zapatillas son suficientes para acertar de lleno.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Tamara Falcó e Íñigo Onieva.

/ Gtres

El armario de Tamara Falcó es toda una caja de sorpresas. De él se pueden sacar desde elegantes blusas hasta favorecedoras chaquetas cropped pasando por piezas tan antagónicas como el chándal o el traje, este último en versiones dispares con estampados, de chaleco y pantalón o de lentejuelas.

Pero no creas que todo lo que encontramos en él es pura tendencia, entre tanta prenda a la última también hay espacio suficiente para una almacenar una buena colección de básicos.

Ya se sabe que estos son los mejores recursos que una puede tener en su vestidor no solo por el juego que dan con el resto de elementos de moda sino para crear exclusivamente con ellos looks sencillos que nunca fallan. Justo como el que acaba de lucir por las últimas horas durante un paseo por las calles de Madrid junto a su novio, Íñigo Onieva.

Tamara Falcó con un look de básicos infalible

Tamara Falcó con un look de básicos infalible.

/ Gtres

Un abrigo negro, una camiseta blanca, unos jeans y unas zapatillas. Estos son los cuatro elementos que la colaboradora de programas de televisión como 'El hormiguero' o 'El desafío' ha escogido para su estilismo de sábado. No ha necesitado nada más para disfrutar de un San Valentín adelantado con u pareja.

La hija de Isabel Preysler sabía que el acierto lo tenía garantizado con esta combinación y más al haber ido sobre seguro con la elección del modelo de cada una de las piezas de este puzzle. Los pantalones vaqueros, nada de cortes anchos o desgastados, unos discretos de silueta pitillo y en tono oscuro para no arriesgar.

Por su parte, la camiseta era completamente lisa, el abrigo, clásico pero con un punto oversize y las zapatillas, las de Golden Goose que son sus favoritas si tenemos en cuenta todas las veces con las que le hemos visto recientemente. Un mix al que no se le puede poner ni un solo pero.

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