Irina Shayk ha salido con el edredón a modo de abrigo y unas botas tipo calcetín con leggings

¿Será esta una nueva tendencia a la que debemos prestar atención?

Irina Shayk llegando a su hotel en Milán

Irina Shayk llegando a su hotel en Milán.

/ Gtres

Son días muy intensos para las modelos. Tras pasar largas jornadas en Nueva York, les ha tocado sacar su mejor versión en Milán durante toda esta semana -la cual ha estado marcada por el anuncio de Raf Simons como fichaje estrella de Prada para formar una bicefalia en la firma junto a Miuccia Prada-, algunas incluso después de haber hecho parada en Londres y a solo unas horas de que de comienzo la Semana de la Moda de París.

Es por eso que la búsqueda de la comodidad más absoluta es su máxima cuando se bajan de las pasarelas. Tanto que a veces nos dejan sin palabras con sus elecciones de street style. El ejemplo más claro lo tenemos en el último look de Irina Shayk en el que podríamos decir que ha cogido un edredón y se lo ha puesto encima para salir a la calle.

Al menos esa ha sido la primera impresión que hemos tenido al ver a la top abandonar su hotel en la ciudad italiana oculta tras unas gafas de sol y envuelta en un gran abrigo acolchado de color negro que bien podría servir como ropa de cama por su tamaño maxi.

Irina Shayk con plumífero negro y botas calcetín

Irina Shayk con plumífero negro y botas calcetín.

/ Gtres

Bromas aparte, Irina ha vuelto a servirnos de inspiración incluso en estas circunstancias porque nos ha recordado la importancia de los volúmenes a la hora de construir un estilismo ya que, tal y como vemos en el suyo, a ese abrigo XXL solo le podían acompañar unos leggings también en negro para ejercer de contrapunto al ser tan ajustados.

Como complementos, y con el fin de poner la nota sofisticada que nunca suele faltar en sus elecciones, unas botas tipo calcetín con el estampado clásico de la casa Burberry como elemento principal y un bolso todoterreno en color camel en el que seguro iba cargada de todo lo necesario para sobrevivir a un día de trabajo en Milán a punto de emprender el rumbo hacia la capital francesa, donde seguro volverá a regalarnos alguno de esos looks de los que siempre aprendemos alguna valiosa lección.

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