Uterqüe ha creado los pendientes fantasía con los que siempre has soñado

Perlas, abalorios, círculos, lágrimas y flores. ¿Algo más que añadir? Pues un poco de blanco por aquí y otro de negro y rojo por allá para que el dorado pase a un segundo plano. Si mezclas todos estos elementos, solo puedes obtener como resultado una auténtica joya de la que, seguramente, la marca española ha quedado bien satisfecha. Así son los pendientes extra grandes de Uterqüe con los que nada más verlos hemos entrado en shock. Como si de una obra de arte se tratase que necesita acaparar la atención de cualquiera que se pare a admirarla, este es el único complemento que necesitarás en los eventos que llevas meses esperando y en tus noches más especiales.

Y como bien dice su descripción, estos pendientes son pura fan-ta-sí-a. Tienen de todo y no les falta ni un solo detalle. Si la moda de los pendientes XXL ya nos gustaba, después de ver estos de la nueva colección de Uterqüe, ahora ya la adoramos. Son increíbles de principio a fin. Primero nos encontramos con su lágrima de brillantes que alberga en su interior una rosa roja. Además, de él cuelgan otras cuatro piedras en rojo, dando paso a un círculo repleto de perlas grandes y unos brillantes más pequeños. Finalmente, una enorme flor con piedras negras de distintos tamaños que coronan unos pendientes con los que no dejarás de soñar.

Con cierre trasero de clip y que <strong>49 euros</strong>puedes comprar por 49 euros, estos pendientes, y la bisutería en general, se han convertido para Uterqüe una gran oportunidad con la que jugar con materiales, formas y tamaños. Y es algo que se le da muy bien. Cada una de sus piezas son espectaculares y se convierten en tu mejor aliado para completar cualquier look.

Además, estos pendientes bien nos recuerdan a las colecciones de Dolce&Gabbana, especialmente a cada uno de sus complementos como las gafas de sol, a las que tampoco les faltan detalle. Pero nada más verlos, también nos recuerdan que pueden ser perfectos para la Feria de Abril que está a la vuelta de la esquina y en la que en pocas semanas veremos como el albero de Sevilla se convierte en una auténtica alfombra roja.