Cristina Cerqueiras: "Para ser emprendedor no puedes tener miedo ni escuchar demasiados consejos"

La 'influencer' y empresaria gallega es el alma de The Desire Shop, la marca de moda que fundó junto a su pareja hace seis años y hoy en día da trabajo a 26 personas, además de causar furor en Instagram. Esta es su historia. 

La 'influencer' Cristina Cerqueiras es la fundadora de la firma The Desire Shop

La 'influencer' Cristina Cerqueiras es la fundadora de la firma The Desire Shop.

/ D.R.

Como muchas otras chicas, se sumó al boom de los blogs como afición, pero su pasión por la moda y su olfato empresarial le llevaron a emprender y a crear muy pronto su propia firma, The Desire Shop. Después de mucho trabajo (y de hacer malabares para llegar a todo) Cristina Cerqueiras puede presumir de liderar un negocio que, además de contar con miles de fans en las redes sociales, ha sobrevivido a la pandemia. Ella misma nos cuenta las claves de su éxito.

¿Siempre quisiste dedicarte al mundo de la moda?

Desde pequeña mi madre me inculcó la pasión por la moda, pero luego tuve la típica crisis en la que no sabía a qué dedicarme y tiré por Administración; cuando empecé a trabajar en ello, sinceramente, me aburría muchísimo y me di cuenta de que me había equivocado por completo. Entonces abrí el blog The Desire en 2013 con el objetivo de meterme un poco en el mundo de la moda y hacer una especie de currículum y que la gente pudiese ver lo que hacía y expresar mi afición.

Cristina Cerqueiras, la 'influencer' y empresaria detrás de la marca The Desire Shop

Cristina Cerqueiras, la 'influencer' y empresaria detrás de la marca The Desire Shop.

/ D.R.

¿Cómo fueron tus inicios?

Cuando llevaba como 8 meses con el blog comenzaron a surgirme las primeras colaboraciones: me mandaban ropa, algún complemento... y el 'feedback' de las marcas siempre era muy positivo; me solían decir que había agotado el producto o lo que me mandasen. Un día me ofrecieron mi primera colaboración pagada y yo, que cuando abrí el blog no sabía que se cobraba por ello, me sorprendí y me alegré muchísimo. Así poco a poco se fue convirtiendo en un trabajo.

¿Por qué decidiste dar el salto del blog a montar tu propio negocio?

Estábamos en plena crisis y yo trabajaba de camarera porque no encontraba otra cosa. Dedicaba mis ratos libres al blog: como tenía un horario un poco complicado, aprovechaba el parón de la hora de comer para hacer las fotos en media horita y luego por la noche editaba los post. Cuando empecé a ganarme un sueldo con el blog fue cuando me planteé que quizás ese no era una trabajo a largo plazo y, si se acababa la moda de los blogs, me vería sin experiencia laboral y sin un trabajo fijo, así que necesitaba crearme un trabajo más real. Además, lo de montar mi propia marca siempre me había rondado la cabeza y, sumado a las buenas sensaciones de las firmas con las que había trabajado pensé que lanzar mi propia ropa podría tener una buena respuesta.

Y así surgió The Desire Shop

Al principio fueron años duros, pero también muy bonitos. La primera tienda la abrí con 24 años, en 2014, junto a mi pareja, los dos solos como socios. Él lo combinaba con su otro trabajo y seguíamos el mismo método: a medio día hacíamos las fotos de catálogo y yo trabajaba en el almacén gestionando los pedidos, la atención de los clientes, el email... Todo lo llevábamos entre los dos. Más adelante mi tío se unió a nuestra empresa. Y así empezó la historia de The Desire Shop: una marca muy familiar y con un montón de trabajo detrás porque la abrimos con muy poquitos medios, como todas las personas que emprenden. Cada mes veíamos avances y reinvertíamos para mejorar: podíamos hacer una web mejor, meter más cantidad de producto... Es muy emocionante ver cómo estábamos creando algo en familia que cada día se hacía más grande.

En estos momentos, ¿qué parte del negocio llevas tú personalmente?

La idea del diseño siempre sale de mí y después tengo un equipo que lo lleva a cabo, porque yo no soy patronista. Además, me encargo de la parte del catálogo, siendo la modelo. Actualmente trabajamos 26 personas en la empresa y toquemos madera por poder seguir todas después de la cuarentena y todas las restricciones.

¿En qué medida os ha afectado la crisis del Covid-19?

Las primeras semanas, cuando se decretó el confinamiento, sí que notamos una bajada bastante importante de las ventas. Además de la tienda 'online', tenemos dos tiendas físicas en Boiro (A Coruña), de hecho una de ellas la inauguramos el mismo día que nos confinaron, por lo que nunca la pudimos abrir. Pero nos adaptamos y, como la gente no quería recibir su paquete durante la cuarentena para no exponerse ni exponer a los repartidores, dimos la opción de recibir el pedido una vez terminado el estado de alarma y empezamos a recuperarnos. Luego nos involucramos muchísimo: confeccionamos 10.000 mascarillas a la semana para donar al pueblo, hicimos dibujos para que los niños pudieran colorear... al final, en la cuarentena nuestras ventas bajaron alrededor un 15%. No puedo decir que nos perjudicara mucho. En la tienda física, que supone en torno a un 4% de las ventas, sí que lo hemos notado mucho más debido a las restricciones: la campaña de Navidad se habrá quedado como a un 50%, pero como la web ha crecido, compensamos por ese lado.

La bloguera y empresaria Cristina Cerqueiras es la modelo de su marca The Desire Shop

La bloguera y empresaria Cristina Cerqueiras es la modelo de su marca The Desire Shop.

/ D.R.

La tienda 'online' se renueva constantemente, ¿con qué frecuencia publicáis prendas nuevas?

Normalmente publicamos unas 100 prendas diferentes de forma semanal.

Y, siendo la única modelo de la marca, ¿cuántos cambios de look supone eso?

Las fotos de las novedades para el catálogo las divido en dos días y luego aparte hago los vídeos de IGTV para el Instagram de la shop. Así que al cabo de la semana me cambiaré una media de 130 veces. Pero lo tengo tan interiorizado que en el estudio tardamos dos horas y media o tres en tener listas todas las fotos.

Estando tan implicada en el proyecto ¿es posible separar lo personal de lo laboral?

Intento desconectar pero no siempre se puede. Al final mi socio es mi marido y ahora mismo, tal y como están las cosas, una gran parte del trabajo la hago en casa, que la he convertido en un centro de operaciones. Además también está mi Instagram personal, que en estas fechas da muchísimo trabajo. Realmente desde hace dos meses no sé lo que es un día libre, pero parece que cuando haces lo que te gusta no estás trabajando. Esta es un poco mi forma de vida. Eso sí, ahora después de Navidad tendré que cogerme unos días de descanso.

Entre la cuenta de la marca y la tuya propia tienes más de 700.000 seguidores, ¿qué tal llevas esa exposición en las redes sociales?

Realmente no lo pienso demasiado, porque sino creo que me entraría un poco de pánico escénico. Intento pensar que estoy hablando con mis amigos y mi familia, no que me están viendo casi un millón de personas.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere emprender?

Le diría que no haga demasiado caso a los demás: si tú tienes la idea y tienes claro lo que quieras, a cuanta menos gente escuches, mejor. Para ser emprendedor no puedes tener miedo, debes ser una persona valiente y echada para delante. La persona que te dé el consejo seguramente nunca se atrevería a emprender, por lo tanto te va a infundir miedos más que darte apoyo. Hay que ir a por el objetivo, ser muy fiel a tu idea, a tus principios y a tus valores, sin distraerse por el camino.

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