Penélope Cruz, elegancia absoluta con un vestido negro que no es lo que parece

Lancôme ha celebrado una exclusiva fiesta en París rodeada de sus embajadoras entre las que se encontraba la actriz española Penélope Cruz.

Penélope Cruz en una fiesta celebrada en París
Penélope Cruz en una fiesta celebrada en París / Gtres / Gtres

Aprovechando que estos días París acoge su Semana de la Moda, Lancôme ha querido organizar una fiesta en la capital francesa a la que no han querido faltar algunas de sus embajadoras como Chiara Ferragni, Amanda Seyfried, Kelly Rowland, Georgina Amorós y Penélope Cruz. Esta última se ha convertido como era de esperar en la gran estrella de la noche gracias a un exquisito look con el que ha rebosado glamour.

Su apuesta ha sido clásica –color negro para la prenda y los complementos, maquillaje muy marcado con labios rojo pasión y melena recogida en un moño–, una elección que ha resultado todo un acierto porque no deja margen a error y porque pese a lo tradicional que parece ha logrado sorprender ya que el el vestido que ha lucido no era como parecía a simple vista.

Penélope Cruz con vestido negro de encaje en París

Penélope Cruz con vestido negro de encaje en París

/ Gtres / Gtres

A las puertas del Louvre ha posado Penélope Cruz con el vestido de manga larga y favorecedor escote bardot realizado al completo en encaje negro de cuya cintura nacía una cola del mismo color que resultaba ultrasofisticado.

Un diseño de Giambattista Valli en el que no hay más que fijarse bien para comprobar que en realidad se trata de un elegante mono de la colección de Alta Costura que presentó la firma el pasado mes de julio y giraba en torno al concepto de "modernidad de los clásicos". Un juego visual entre el pasado, el presente y el futuro en el que trató de jugar con diferentes siluetas y materiales habituales de su taller.

Mono de la colección de Alta Costura de Giambattista Valli

Mono de la colección de Alta Costura de Giambattista Valli

/ @Launchmetrics Spotlight / Launchmetrics Spotlight

Para no romper con el monocromatismo, Penélope Cruz acompañó el delicado mono de unas sandalias con plataforma y un bolso de mano a juego y tan solo aportó algo de luz con los pendientes largos de pequeños diamantes que llenaban de brillo su rostro.

La intérprete recogió su cabello en un moño sin pulir en clave desenfadada y centró el maquillaje en la profundidad de la mirada gracias al ahumado de los ojos y unos labios intensos como los que lució hace unos meses en Roma.

Esta aparición de Penélope Cruz en París llega unos días después de que Javier Bardem tomara la decisión de no acudir al Festival de cine de San Sebastián para recoger el Premio Donostia con el que ha sido galardonado debido a la huelga de actores y guionistas que afecta a Hollywood.

Aunque había quien creía ue sería la actriz quien recogería la estatuilla en nombre de su marido, finalmente ninguno de los dos aparecerá por el certamen cinematográfico en solidaridad con sus compañeros de profesión en Estados Unidos.

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