Entrevista a Nicolás Vaudelet, diseñador de El Caballo

El francés Nicolás Vaudelet ha dado un vuelco a los productos de la casa andaluza. Y es que tiene mucho arte.

Entrevista a Nicolás Vaudelet, diseñador de El Caballo
Entrevista a Nicolás Vaudelet, diseñador de El Caballo

Es amante de la copla, fan de las corridas y lleva ocho años recibiendo clases de flamenco. Y además, este bretón –como Astérix– trabajaba como diseñador de complementos con Jean Paul Gaultier cuando lo abandonó todo para irse a vivir a Sevilla: casi un milagro. La familia Rodríguez Pineda, propietaria de la firma El Caballo desde hace tres generaciones, aún no da crédito. Su nuevo diseñador, el francés Nicolás Vaudelet, les ha caído del cielo: es creativo, simpático, trabajador, cariñoso y, además, adora a los españoles –«están locos, estos romanos», Astérix dixit–. De hecho, al año de su llegada habla ‘andaluz’ perfectamente y entiende como nadie el humor sevillano: «¿Lo que más me gusta de aquí? Pues el olor de la flor de azahar, que diría la Pantoja», bromea.

A sus 31 años, Nicolás –que estudió Grafismo en París– ya ha pasado por los talleres del gran Christian Lacroix, del genial John Galliano en Dior, de Louis Vuitton, de Givenchy y de Gaultier. ¡Menudo currículum! «Me quedo con el oficio y la cultura del señor Lacroix –que también es un enamorado de España– y con la afición por la osadía y por la investigación de Jean Paul. Pero lo que de verdad es un lujo es lo que tengo ahora: profesionalmente, puedo desarrollar más mi personalidad como creador y, personalmente, he encontrado la vida que quería. Esto no es algo temporal, no quiero volver a París: me siento sevillano y quiero estar aquí toda mi vida.» Lo tiene clarísimo, al igual que sus objetivos para renovar los productos de El Caballo: «Quiero imprimir un estilo más actual, acorde con las tendencias, con materiales más tecnológicos, pero sin olvidar la esencia, ese ‘savoir faire’ artesanal, el cuidado por los detalles, la sastrería tradicional...» Vaudelet no ha venido solo a crear complementos, sino que se ha lanzado ya a diseñar su primera línea de ropa: «Yo soy muy Ferragamo para la moda: los accesorios deben ir de acuerdo con la ropa; todo muy conjuntado», explica el diseñador. Nicolás, que se considera un noctámbulo a la hora de crear –porque para divertirse no tiene horarios– ya se está planteando su primera colección de hombre, «aunque ahora la prioridad es la conquista del mercado, tanto español como extranjero –potenciando los productos de alta gama– y la diversificación –como la ropa para el hogar, la de niños, las joyas y las gafas de sol–.» La renovación del interiorismo de las tiendas, incluidas las de Portugal, México y Panamá y la actualización de su página web (www.elcaballo.com) son proyectos puestos ya en marcha. Mientras se hace realidad, esta marca centenaria (se creó en 1892) no podía haber encontrado mejor jinete.

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