Irina Shayk se viste de novia rockera y nos inspira para un segundo look nupcial

Saltó a la fama internacional como modelo cuando apenas era una niña pero el 'boom' definitivo llegó de la mano de la marca de lencería Victoria's Secret. De ahí, su aparición en las portadas de diversas revistas de moda importantes, como Sports Illustrated Swimsuit Issue y Vogue. Hoy en día es una de las caras más codiciadas en pasarelas y campañas de publicidad, con contratos millonarios y con casi dos décadas de profesión a sus espaldas.

Irina Shayk, experta en mezclar como nadie looks imposibles, se ha vestido de novia para acudir a la exclusiva fiesta de cumpleaños del diseñador italiano Riccardo Tisci. El pasado día 1 de agosto el que fue director creativo de Burberry y Givenchy citó a sus invitados en el histórico teatro Massimo Velini en Nápoles para celebrar sus 49 años. Una velada inspirada en "el poder del amor" con dresscode: el de una pareja de novios; es decir un riguroso blanco para ellas y traje para ellos.

La pieza que lució la supermodelo rusa es nada más y nada menos que un rompedor vestido nupcial corto con cola diseñado por Vivienne Westwood, una silueta de seda asimétrica con cuerpo encorsetado, confeccionado en satén con escote tipo barco y hombros al descubierto. El modelo que luce es el Comet y está disponible por 4.500 euros. Pero quizá lo más llamativo de su ‘outfit’ no fue verla, al fin, vestida de novia, sino la manera en la que combinó su look nupcial. Eligió para la ocasión unos botines también blancos de estilo ‘cowboy’ con cadena dorada, una elección arriesgada con la que, aún así, logró el sobresaliente.

A la fiesta acudieron numerosas celebrities y caras conocidas de la industria de la moda, como las ‘tops’ Natasha Poly, Joan Smalls o Stella Maxwell, también vestidas de novia, que posaron junto a Irina Shayk (tal y como puede verse en las fotografías que ella misma ha compartido en sus redes sociales).