El regreso de Esther Cañadas a las pasarelas: desfilando para Dsquared2 y con 'cut-out' de infarto

Balmain, Calvin Klein, Gaultier, Georgio Armani, Valentino, Óscar de la Renta, Chanel... Lo cierto es que al currículum de Esther Cañadas no le falta de nada, y eso que sus comienzos no fueron nada fáciles y que su ascenso a la fama, a ser considerada una de las modelos más reconocidas a nivel nacional e internacional no fue nada fácil. Así lo contó ella misma hace unas semanas en 'El Hormiguero', donde confesó que al principio pasó muchas penurias para dedicarse a las pasarelas.

Parte de ellas las vivió en Barcelona, donde acabó viviendo en un hostal, lo que reconoció que era "un poquito bajón". "No por nada, sino porque empecé en un hostal de gente de la construcción, en el que compartías bañao y todo. Te alquilaban habitación y podía ser compartida. Yo tuve suerte, la mayoría de las veces estuve sola", dijo, asegurando que muchas veces, ante la falta de dinero, "ponía la lavadora solo con agua", porque no le daba para el detergente.

Esa honestidad a la hora de contar lo que nadie querría vivir gustó mucho entre los espectadores, que se preguntaron cuál iba a ser el futuro de la maniquí de 46 años, que en los últimos 13 había estado alejada de las pasarelas. Pues bien, ahora hemos podido comprobar que Esther Cañadas tenía un as bajo la manga, puesto que la hemos visto formando parte de la Semana de la Moda de Milán, donde ha aparecido por sorpresa en un desfile para Dsquared2.

Si bien la sorpresa nos la podríamos haber llegado igual aunque hubiese ido en calidad de invitada, no está de más decir que ha sido aún más grata cuando la hemos visto con un diseño perteneciente a la colección de la temporada Primavera/verano 2024, en color negro (mismo que lució en su visita al programa de Pablo Motos y que, sin duda, le favorece muchísimo), con un formato revelador y un aplique que conviene revisar con atención.

En concreto, se trata de un vestido de corte griego con grandes 'cut-out' con los que ha dejado a la vista unos poderosos abdominales de acero que solo se consiguen con intensas sesiones de 'core' y planchas diarias. Con escote cruzado, un hombro al descubierto y el otro cubierto con un sencillo tirante grueso, el vestido tapa zina es e stratégicas para ofrecer un amplio 'cut-out' que va desde la cintura hasta el suelo, únicamente unido al resto de la tela con un original broche con forma de langosta.

Por el momento, se desconoce si la modelo ha vuelto a desfilar de forma casual (como ya hizo en un desfile de Balmain en 2020) o si realmente este supone el regreso oficial de la de Albacete a las pasarelas. Ojalá que sea esto segundo, porque todas sus intervenciones nos encanta y, sobre todo, ¡porque se la ha visto feliz posando ante los presentes!