Sandra Sánchez, la deportista que cambió la danza por el kárate, medalla de oro en Tokyo 2020

La karateka suma la segunda medalla de oro a la delegación española en los Juegos Olímpicos tras competir en la modalidad de kata y coronar así una carrera deportiva para enmarcar.

Sandra Sánchez, leyenda del kárate

Sandra Sánchez, leyenda del kárate.

/ Michael Steele

España tiene una nueva campeona olímpica Tokyo 2020. No por ser la presea más factible de toda la delegación española deja de ser noticia el oro conquistado por la karateca Sandra Sánchez, que se ha impuesta en la gran final de kata, la modalidad técnica -también hay disciplina de combate- con la que ha debutado su deporte, el kárate, en unos Juegos Olímpicos.

A punto de cumplir 40 años -soplará las velas el próximo 16 de septiembre- esta española de Talavera de la Reina culmina con esta medalla olímpica una carrera estelar. Campeona del mundo y primera del ranking mundial, es la gran dominadora de la disciplina junto a Kiyou Shimizu, su rival en la final olímpica celebrada en el Nippon Budokan de la capital japonesa, país que es la cuna de este arte marcial.

Por la mañana, en la clasificación, la japonesa obtuvo las mejores puntuaciones en las tres katas que realizaron todas las competidoras, pero no se han visto las caras hasta la gran final porque cada una competía en un grupo distinto que han dominado con autoridad.

Ya en la final, las dos karatecas han escogido el mismo kata. La española ha hecho un ejercicio magnífico, pleno de potencia física y calidad técnica, las dos variables que puntúan en esta disciplina deportiva, y los siete jueces -se descartan dos de ellas- han puntuado su trabajo mejor que el de Shimizu, coronándose así campeona olímpica, segundo oro para España después del conseguido en tiro olímpico mixto por Fátima Gálvez y Alberto Fernández la semana pasada.

La guinda a una carrera deportiva brillante

La vida de Sandra Sánchez es digna de película. Sus padres le apuntaron a baile con 4 años y ella decidió que lo suyo era el kárate, que es lo que habían apuntado sus progenitores a su hermano. Ingresó en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid a los 20 años y al mes decidió abandonarlo para acompañar a su madre, enferma de cáncer. Cuando quiso volver, no la dejaron.

Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y viajó. Llegó a vivir en Australia incluso. No fue hasta esta última década cuando retomó el kárate a nivel profesional. Fue cuando conoció a su marido y entrenador, Jesús del Moral, con quien justo hoy, el día en el que se ha convertido Sandra Sánchez en campeona olímpica en Tokyo 2020, hace cinco años que se casó por lo que se acordarán de su quinto aniversario de boda durante toda la vida.

La medalla de oro es la guinda a una gran carrera en la que la karateca talaverana ha sumado hasta 80 podios y medio centenar de medallas en Mundiales, Campeonatos de Euros y de España, entre otras competiciones importantes. Le quedaba la medalla olímpica, que ha llegado en la primera oportunidad que ha tenido y quizá la única, porque el kárate no será disciplina olímpica en París 2024. ¡Y ha sido de oro!

¡Enhorabuena, Sandra!

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