Violencia de género: la mujer que demandó al Gobierno español… y ganó

Ángela González denunció 47 veces a su pareja por maltrato; la primera, embarazada. A un juez no le pareció suficiente y dejó que el padre se llevara a la niña: esa misma tarde la mató. Tras 15 años, la justicia da la razón a esta madre coraje y condena al Estado español por desampararla. Ayer dos niñas fueron asesinadas por su padre en los que parece una otra venganza machista parricida. 

Protestas de Women's Link Worldwide

Protestas de la asociación Women's Link Worldwide.

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La primera vez que Ángela González denunció a su marido por maltrato estaba embarazada de su hija Andrea. Nueve años después, un juez decidió que el padre tenía derecho a ver a la niña sin vigilancia. A la salida del juzgado, el hombre dijo a Ángela: "Te voy a quitar lo que más quieres". Esa misma tarde mató a la pequeña de tres disparos y después se suicidó. Entre tanto mediaban 47 denuncias por violencia de género que había interpuesto la mujer. Nada de ello le pareció suficiente a los jueces para desestimar las visitas del padre maltratador a su hija. Con la vida destrozada -duele solo pensar en ponerse en su lugar- a Ángela González solo le quedaba una cosa, luchar porque se hiciera justicia y, sobre todo, porque ningún niño ni niña volviera a estar en la situación de su hija, ni ninguna otra madre en la suya propia.

Ángela González, en una rueda de prensa en 2018.

Ángela González, durante su comparecencia ante los medios el pasado 24 de julio. 

/ G3

Tras un periplo de 15 años por tribunales españoles que no le daban la razón, al final su caso llegó al Tribunal Supremo que ha reconocido la responsabilidad del Estado en la desprotección que sufrió tanto Ángela González como su hija, Andrea.

"Los obstáculos en el acceso a la justicia cuando se trata de los derechos de las mujeres y las niñas siguen siendo un tema pendiente porque los estereotipos de género que siguen imperando en nuestra sociedad", denuncia Teresa Fernández Paredes, abogada de Women’s Link Worldwide, la organización que ha llevado el

Ángela González muestra la sentencia del Tribunal Supremo

Ángela González muestra el fallo del Tribunal Supremo a los medios. 

/ G3

caso de Ángela González. El TS, sin embargo, ha dictado que el Estado deba indemnizar a González con 600.000 euros pero, lo más importante, sienta un esperanzador precedente. "Podemos estar ante el principio de un verdadero cambio social que garantice y proteja los derechos de las mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia machista en pareja", explica la letrada.

Sus palabras son importantes ya que solo en 2017 fueron asesinados ocho niños y niñas por sus padres o las exparejas de sus madres. Ayer conocíamos que un hombre supuestamente asesinó a sus dos hijas de 3 y 6 años en una nueva venganza machista parricida. El sistema le falló hasta tres veces a las niñas y a su madre. No pensaron que era para tanto así que el fiscal retiró la primera denuncia y luego dos juzgados negaron sucesivamente la orden de alejamiento del padre.

En España, la justicia sigue rigiéndose por los estereotipos sesgados y sigue otorgando regímenes de visitas a condenados por violencia machista, incluso aunque hayan sido denunciados, condenados o estén en la cárcel. Entrevistamos a Teresa Fernández Paredes, de Women’s Link Worldwide, para conocer los pormenores del caso de Ángela González y la situación de mujeres que sufren los sesgos y estereotipos de género, también en los tribunales y que se han puesto en evidencia en sentencias recientes, como la de La Manada o la de Juana Rivas y que acaban por poner en riesgo a inocentes.

“Creemos que son muchos los menores en riesgo. En Women’s Link recibimos llamadas y emails de mujeres desesperadas que nos cuentan sus casos y nos relatan cómo en los juzgados no las creen cuando denuncian que sus hijos o hijas están en peligro. Desde que la sentencia del Tribunal Supremo por el caso de Ángela salió en prensa hace unas semanas el número de llamadas y emails que recibimos cada día se han incrementado exponencialmente”, explica Fernández Paredes.

Manifestación en Madrid contra la violencia machista

Manifestación contra la violencia machista en Madrid. 

/ Women's Link Worldwide

Quince años esperando justicia para Ángela González. ¿Preveíais una sentencia tan contundente?

No esperábamos una sentencia tan valiosa, que sienta un precedente tan importante en nuestro país. Han sido muchos años de trabajo y la experiencia nos decía que no podíamos estar seguras de que el pronunciamiento del Tribunal Supremo fuera a reparar a Ángela. Sin embargo, siempre tuvimos el convencimiento de que nuestros argumentos eran los correctos y que, antes o después, terminaríamos por obtener una decisión favorable. Durante todos estos años de lucha judicial hemos vivido muchos momentos en los que creíamos que estábamos muy cerca de conseguir justicia, pero pasado un tiempo veíamos que no era así, que nada cambiaba, y que las mujeres y sus hijos e hijas seguían desprotegidos ante la violencia machista. Uno de los momentos buenos, que supuso un gran hito a nivel internacional, fue en el año 2014 cuando 2014 el Comité CEDAW de la ONU condenó a España por no haber protegido a Ángela ni a su hija de la violencia de género. Fue todo un éxito, ya que era la primera vez que se condenaba al Estado español internacionalmente por un tema de violencia machista en pareja. En ese momento creímos que por fin lo habíamos logrado, que a partir de entonces todo iba a cambiar, pero poco después nos dimos cuenta de que las autoridades no tenían ninguna intención de aplicar las medidas dictadas por este Comité. Ángela, que es una luchadora incansable, quiso seguir adelante y por eso decidimos acudir de nuevo a la justicia española para exigir que se cumpliera con el dictamen del Comité. Fruto de ello llegamos hasta el Tribunal Supremo, que, en una sentencia sin precedentes, acaba de condenar al Estado español por su responsabilidad en el asesinato de la hija de Ángela.

¿Qué puede suponer la sentencia del Tribunal Supremo?

Esta sentencia es muy novedosa en muchos aspectos. Primero, porque es la primera vez en 15 años que la justicia española le da la razón a Ángela González. Para ella, esta decisión representa la justicia por la que lleva tanto tiempo peleando. Pero, además, el impacto de esta decisión va mucho más allá del caso de Ángela. Al reconocer que el Estado puede ser responsable de la violencia contra las mujeres y sus hijos e hijas cuando conoce la situación y no pone los medios para impedirla, la sentencia está abriendo la puerta a que el sistema de protección mejore. Esto es en realidad lo que Ángela buscaba, que se tomen medidas para que ninguna mujer vuelva a pasar por lo que ella sufrió. Y es en lo que ahora nos centraremos desde Women’s Link, en asegurar que la sentencia se cumpla y el sistema mejore. También es muy novedosa la lectura que hace de la obligación del Estado español de cumplir con sus compromisos internacionales. El dictamen del Comité CEDAW que condenó a España en 2014 por el caso de Ángela es de obligado cumplimiento. Además, la decisión del Comité CEDAW ya incluía una hoja de ruta con recomendaciones para luchar contra la violencia machista en pareja. Ahora, se pueden poner en práctica de manera efectiva todas esas medidas. De hecho, podemos estar ante el principio de un verdadero cambio social que garantice y proteja los derechos de las mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia machista en pareja.

¿Cómo ha vivido Ángela todo este proceso y que dijo tras conocer la sentencia?

Tanto Ángela como todo el equipo de Women’s Link nos quedamos un poco en shock cuando conocimos la sentencia. Han sido muchos años de lucha y no nos lo creíamos. Fue un día muy intenso, de risas, de lágrimas, pero sobre todo de alegría. Ángela lo primero que nos dijo es que sentía que la justicia española por fin le había devuelto la dignidad a ella y a su hija Andrea, y que agradecía muchísimo que la justicia española hubiese dado este paso, porque para ella todo esto era una deuda que su país tenía pendiente con ella y con su hija. Todos estos años luchando por la memoria de su hija han sido muy duros, pero Ángela siempre ha estado al frente, tirando del carro. Desde Women’s Link esperamos que a partir de ahora pueda por fin descansar y disfrutar de la justicia que tanto le ha costado conseguir.

¿Cómo es posible que se pasen por encima las denuncias de maltrato y se concedan las visitas a los padres maltratadores, incluso sin vigilancia, cuando se acumulan ya tantos casos de parricidas maltratadores?

Actualmente, la decisión de conceder visitas o regímenes de custodia depende del juez o la jueza que lleve el caso. No existe una obligación de retirar estas visitas o las custodias, ni siquiera aunque el padre esté condenado por violencia de género. Si el juez o la jueza no está formado adecuadamente en violencia de género, si no comprende realmente cómo funciona, hay un riesgo de que se deje llevar por prejuicios o estereotipos como que "un padre debe ver a sus hijos, aunque sea un maltratador" o que “las mujeres son unas exageradas”. Por eso es tan importante la formación en género y, de hecho, esta es una de las medidas que el Comité CEDAW de la ONU le reclamaba a España.

¿Cuáles son los prejuicios y estereotipos a los que se tienen que enfrentar las mujeres víctimas de maltrato en los tribunales?

Todas las personas tenemos prejuicios o estereotipos, es parte de nuestra cultura. En concreto, los de género son aquellos que imponen una serie de roles a los hombres y otros, muy diferentes, a las mujeres. Para eliminarlos, lo primero que hay que hacer es ser consciente de su existencia. El problema viene cuando esos prejuicios influyen también en la visión de las personas encargadas de impartir justicia. Que las mujeres son manipuladoras o exageradas, que solo quieren obtener el máximo beneficio en los procedimientos judiciales para dañar a sus parejas o exparejas, que son responsables de los ataques sexuales por la manera en que van vestidas … Por desgracia, estos prejuicios no son infrecuentes y los podemos encontrar en sentencias muy recientes, como la de La Manada o la de Juana Rivas. Para combatirlos, la única solución posible es la formación adecuada y continua en género para todas las personas implicadas en la protección de las víctimas de violencia de género, desde la policía hasta los jueces y juezas. En los últimos meses ha habido propuestas interesantes por parte del Gobierno para ampliar la formación en género, pero se debe asegurar que esta formación sea práctica, no únicamente recibir unas horas teóricas, y que sea continuada.

¿Es efectiva la protección de los hijos de las víctimas de violencia de género?

La experiencia nos demuestra que no se está protegiendo adecuadamente a los hijos y a las hijas de mujeres víctimas de violencia de género. Se siguen otorgando regímenes de visitas y custodias a padres maltratadores, aunque las madres denuncien que existe riesgo de que les hagan daño como forma de hacerle daño a ellas. Otro claro indicador son los asesinatos de estos niños y niñas a manos de sus padres maltratadores. Desde el año 2014, año en que España fue condenada por la ONU por el caso de Ángela, 16 menores han sido asesinados víctimas de la violencia de género. Si España hubiera empezado inmediatamente a cumplir con las medidas que propuso la ONU para mejorar la protección de las mujeres y sus hijos e hijas, quizá algunos de esos asesinatos podrían haberse evitado.

¿Qué falta en la justicia española para proteger de verdad a los hijos de maltratadores?

Falta entender algo tan sencillo como que los hijos e hijas de las mujeres que sufren violencia de género son también víctimas de esta violencia. Está muy arraigada la idea de que un niño o una niña debe ver a su padre, incluso aunque sea un maltratador. Pero es un prejuicio. Un maltratador nunca es un buen padre. Para empezar, puede ejercer violencia contra ellos directamente. Y si no,los niños y niñas presencian esta violencia contra sus madres, viven en un ambiente tóxico y se convierten en moneda de cambio para que los maltratadores puedan seguir ejerciendo control sobre sus parejas o exparejas. La expareja de Ángela, por ejemplo, a la salida del juzgado le dijo: "Te quitaré lo que más quieres”.

¿Hay más casos como el de Ángela González, más padres maltratadores a los que se les permite visitar a sus hijos sin vigilancia? ¿Cuántos niños y niñas podrían estar en peligro?

No contamos con cifras concretas sobre el número de niños o niñas que están ahora mismo en riesgo, pero creemos que son muchos. En Women’s Link recibimos constantemente llamadas y emails de mujeres desesperadas que nos cuentan sus casos y nos relatan cómo en los juzgados no las creen cuando denuncian que sus hijos o hijas están en peligro. Desde que la sentencia del Tribunal Supremo por el caso de Ángela salió en prensa hace unas semanas el número de llamadas y emails que recibimos cada día se han incrementado exponencialmente. Esto nos demuestra que hay muchas mujeres a las que la justicia está dejando desamparadas y que se ven obligadas a buscar ayuda por sus propios medios.

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