Marcela Cárdenas: “Las mujeres tenemos que ser solidarias entre nosotras”

Ambiciosa y comprometida con el impulso de las mujeres en el mundo de las startups, la Directora global de ventas de Cabify ha apostado todo su talento al mundo de la tecnología, porque nos hace la vida más fácil y nos ayuda precisamente con lo que nos falta: tiempo para llegar a todo.

Marcela Cárdenas, directora global de ventas de Cabify

Marcela Cárdenas, directora global de ventas de Cabify.

/ D.R.

¿Qué dicen las estadísticas de Cabify sobre el uso que las mujeres hacen de la tecnología?

El 55% de los usuarios de la aplicación son mujeres, que encuentran en la plataforma un servicio seguro y confiable para viajar. Cada vez hay más que utilizan la tecnología y aplicaciones como la nuestra porque cada día tenemos más responsabilidades y eso significa tiempo. Hay algo que las mujeres hacemos muy bien y es el multitask: tenemos que encargarnos de los hijos, colegios, trabajo y mil cosas a la vez, entonces, todo lo que sea tecnología para mí y creo que para la mayoría de nosotras está siendo revolucionario, porque nos ayudan cuando lo que necesitamos es tiempo para llegar a todo.

Es usted directora global de ventas. ¿Cree que existe un modo femenino de liderazgo?

Yo creo que sí hay una manera particular de mandar y de dirigir equipos. La mujer tiene esa capacidad de entendimiento, somos detallistas, tenemos esa capacidad de autogestión y eso hace que nuestros equipos sean muy organizados y tengan una visión muy clara. Tenemos muy presente el uso del tiempo. La mujer sabe que hay cosas más allá de trabajar y por eso lidera con mucha fuerza, pero también con mucha comprensión.

¿Sigue siendo el mundo de las startups predominantemente masculino?

Sí, sigue siendo pequeño el porcentaje de mujeres en tecnología. De hecho si miramos a Silicon Valley, nos encontramos con cifras que dicen que el 5% del emprendimiento proviene de la mujer. Obviamente se está desarrollando una tendencia a nivel global de apoyar a las mujeres en este campo y creo que es importante que haya más mujeres en el emprendimiento en tecnología porque crean nuevas oportunidades y nuevos empleos de calidad, con flexibilidad. Es un mundo en el que las reglas no fueron creadas por nosotras, es un sistema piramidal y nostras tenemos el desafío de crear.

¿Se ha sentido discriminada a lo largo de su carrera por el hecho de ser mujer?

En Cabify me he sentido completamente apoyada, es una empresa que cuida a la mujer, que apoya su crecimiento profesional y le da empoderamiento (el 46% de los empleados y el 37% de los directivos son mujeres). Pero a lo largo de mi carrera sí que he sufrido la discriminación, pero no solamente viene del sector masculino, sino que creo que las mujeres también tenemos que ser más solidarias entre nosotras, apoyarnos más y generar una complicidad. Los hombres eso lo hacen perfectamente bien, saben apoyarse, saben empujarse y yo creo que tenemos que alimentar esa generosidad entre nosotras, porque si somos más, somos más fuertes y podremos lograr más cosas juntas. Hay mucho talento y potencial y necesitamos estar más conectadas e impulsarnos entre nosotras.

¿Siente que ha tenido que demostrar que los hombres?

Sí, creo que nuestro trabajo se mira más con lupa. Sigue existiendo esa idea de que somos más débiles y ante los hombres nos toca demostrar que somos fuertes y que podemos afrontar la crítica de la misma manera. En mi vida laboral pasada tuve una experiencia donde era la única mujer jefa, rodeada de hombres. Teníamos un jefe que era muy duro y exigente con todo el mundo, pero era más débil conmigo, yo sentía que no me presionaba de la misma manera que presionaba a los hombres y eso me hacía sentir de alguna manera inferior porque yo no necesito que sean menos exigentes conmigo, yo necesito que me traten de igual a igual.

¿Cuáles son sus sueños profesionales?

Mi aspiración en este momento es seguir apoyando el crecimiento de Cabify, seguir manteniendo el equilibrio entre mi vida profesional y personal, que me parece fundamental. También quiero seguir apoyando el empoderamiento de las mujeres dentro de las starups y de las empresas tecnológicas, seguir mostrando que somos capaces, siendo profesionales y cada vez más exitosas y también teniendo una vida personal saludable. En mi visión para el futuro, me gustaría más adelante desarrollar un proyecto personal y dedicarme a la consultoría, para apoyar el emprendimiento femenino, ayuda a las mujeres a que crean en ellas y a desarrollar su potencial.

¿Se definiría como una mujer ambiciosa?

Me considero una mujer absolutamente ambiciosa, creo que desde que nací. A veces se entiende como un defecto y, más allá de la palabra ambición, la que se atreve a decir que es buena, que se atreve a decir quiero hablar, tengo la manera de hacerlo, tengo más capacidades, se la considera una mujer distante y fría.

Los empresarios tradicionales (hoteleros, taxistas…) se rebelan contra la competencia tecnológica. ¿Es posible ponerle puertas a la tecnología?

Este tema de la empresa tradicional y la empresa tecnología y toda esa revolución que está pasando va más hacia que todos tenemos que evolucionar, más hacia cómo está cambiando el consumidor. En este momento lo que hay es una escasez de tiempo y la gente necesita que las cosas sean simples, que sean fáciles porque vivimos en un mundo muy rápido, y la tecnología hace que todo sea más fácil. La gente habla del offline y del online pero al final es una única realidad, lo que no están entendiendo algunos sectores o algunas empresas es que el mundo ya cambió y que cada día está evolucionando más y que esto no lo podemos parar, entonces nos tenemos que adaptar a los cambios. Y las empresas que no son capaces de adaptarse a ellos, a lo largo del tiempo van a desaparecer. Eso es algo muy bonito y valioso que aprendes cuando trabajas en una startup, que te tienes que adaptar y hacerlo continuamente y cambiar muy rápidamente, hoy esto es así, pero mañana hay que cambiar de rumbo y empezar de nuevo. La transformación es necesaria.

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