Erica Jong: "Los hombres pueden ser muy vulnerables y frágiles"

Toda una revolución en los años 70, la escritora vuelve a divertirnos con sinceridad y sexo en la tercera edad. Julia Roberts ya ha comprado los derechos para el cine.

Erica Jong
Erica Jong / Mary Ann Halpi

Pocas cosas pueden divertir tanto a Woody Allen como una buena historia de Erica Jong. ¿Existe mejor carta de presentación? La poeta neoyorquina retoma a los personajes de 'Miedo a volar' cuarenta años después.

¿Por qué esta segunda parte?

'No más miedo' no es una secuela de “Miedo a volar”, que fue un libro muy polémico, con muchas interpretaciones, millones de lectores y muchas expectativas. Cuando volví a encontrarme con Isadora, 44 años después, con el prisma de la edad, me di cuenta de que ambas habíamos cambiado considerablemente. Y la forma más honesta que tenía de contar su historia fue escribir sobre la amistad femenina. Por eso inventé a su amiga Vanessa.

¿Con quién se quedaría, con Isadora o con Vanessa?

Isadora es joven y muchas veces estúpida. Vanessa es mayor y, a menudo, cínica. Es más fácil amar a los jóvenes... pero las amo a ambas. En la literatura, como en el cine, es extraño ver a una protagonista tan mayor... Eso mismo es lo que me dijo mi editor, que ya no se escribían historias con mujeres mayores de 40 años. Así que pensé que si la vida me lo permitía, yo lo haría. Hablar de esas mujeres fuertes, creativas, vivas, que han pasado por la maternidad y por el papel de abuelas, pero que no renuncian a la sexualidad. Que pierden a parejas y amigos pero que siguen adelante...

¿Usted ha cambiado mucho en estos años?

Espero ser más sabia y divertida. Siempre he sabido que uno no puede sobrevivir a menos que vea la vida con humor.

¿Cómo se ve a sí misma?

Soy una feminista apasionada. Mi sentido del humor me salva la vida. Tengo mucha energía, mucha pasión y nunca me doy por vencida.

¿De qué tiene miedo?

De perder a los que amo, de dejar el mundo en manos de unos políticos tan peligrosos, de lacontaminación de un planeta inhabitable. Temo por las abejas, por los niños, por los poetas, los artistas y los filósofos.

Durante un incendio, ¿qué libro suyo salvaría?

Mi novela favorita siempre ha sido “Fanny Hill”, que pronto será una serie de televisión. De todos mis libros, salvaría mi poesía. Y me encantaría que la pudieran traducir algún día al español, el idioma de mi querido Neruda.

¿Qué le han enseñado sus alumnos en estos años?

Que el deseo de crear es inextinguible, que la creatividad te mantiene viva y ahora es más importante que nunca.

¿Y sus parejas, con cuatro matrimonios?

He aprendido que los hombres pueden ser muy vulnerables y frágiles y que les gusta cubrirlo con jactancia y fanfarronería, pero adoro a los hombres y me encanta lo distintos que son de las mujeres. Hay que aprender a amar a las personas que son diferentes.

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