Mabel Lozano: "Lo más importante es hacer leyes para que las mujeres puedan salir de la prostitución"

En la semana del 8M, y como parte de nuestro especial 'Seis días, seis mujeres, seis temas del 8M', hablamos de trata con fines explotación sexual, feminismo y abolicionismo con Mabel Lozano, directora de documentales y escritora.

La actriz Mabel Lozano

La actriz, escritora y activista Mabel Lozano, en una foto de archivo.

/ GJD

El pasado 28 de febrero supimos que cuatro mujeres víctimas de explotación sexual fueron liberadas por la Policía Nacional en San Sebastián, donde detuvieron a 10 personas por organización criminal. El 21 de febrero se desmanteló otro grupo criminal en Zafra (Badajoz), dedicado a trata de mujeres para prostituirlas. Unos días antes, el 20 de febrero, fue desarticulada una banda por explotación sexual a más de 200 mujeres en Murcia, se detuvo a una veintena de personas y liberó a 19 mujeres de los clubes de alterne. El 18 de febrero, en Granada, detuvieron a una pareja por explotación sexual de inmigrantes… En solo diez días.

Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hay más cuatro millones y medio de personas en situación de trata con fines de explotación sexual, el segundo negocio a nivel mundial que mas dinero da. Las cifras no ponen en buen lugar a España: somos el país europeo con mayor demanda de sexo pagado y el tercero en el mundo. Según Naciones Unidas, el 39% de los hombres españoles ha pagado por sexo. Además, nuestro país es uno de los principales destinos de tráfico de mujeres del mundo. "Quienes compran a las víctimas de trata son hombres. Puteros", afirma con rotundidad Mabel Lozano, directora de documentales y escritora cuyo compromiso contra la trata traspasa las pantallas, así como Premio Woman 2019.

Mabel Lozano hace un cine necesario, pero no solo. Además de películas como 'El proxeneta' o 'Chicas nuevas 24 horas', realiza una incansable labor de concienciación. En cada una de las presentaciones de sus filmes, en cualquier tipo de foro, desde institutos hasta asociaciones, vierte toda la información que ha ido recopilando desde su primer documental, 'Voces contra la trata de mujeres', que rodó en 2007 y que ha sido utilizado para la formación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la Fiscalía.

Mabel Lozano

La cineasta Mabel Lozano, Premio Woman a su lucha contra la trata de mujeres.

/ paco navarro

"Cuando yo hablaba de esto en 2005, nadie hablaba de trata, ni la policía. Ni los periódicos hablaban de ese fenómeno, porque ni siquiera la trata entonces era un delito, no lo fue hasta 2010", recuerda ella. Sus películas contribuyeron a dar visibilidad a la situación de las víctimas. Este año, la directora estrena 'Biografía del Cadáver de una Mujer¡ en la Semana de Cine de Medina del Campo, un cortometraje documental que supone una nueva y dura llamada de atención ante un delito que sigue dando dinero en burdeles y clubs de carretera de toda España. Hablamos con Mabel Lozano de trata con fines explotación sexual, feminismo y abolicionismo.

En 2005 diste un giro a tu carrera profesional y empezaste a estudiar cine. ¿Por qué decidiste hacer documentales?

Fue en paralela a conocer a Irina, una chica que quería lo que queremos todos, tener una oportunidad en la vida, simplemente que el lugar donde había nacido la hacía vulnerable. Irina llegó a España con un noviete muy guapo que la engañó, se la trajo a Madrid supuestamente a trabajar en el servicio doméstico, ahorrar y volver a Rusia. Pero él la vendió a un club de carretera a las afueras de Madrid, en la Carretera de La Coruña, una zona de chalets que en realidad muchos son burdeles. Eso fue lo que me empujó a hacer cine y sobre todo a decidir qué tipo de cine quería hacer, un cine que denunciara lo que está pasando. Por eso conté su historia y la de tantas mujeres y niñas, tan cercanas y tan desconocidas. Cuando yo hablaba de esto en 2005, nadie hablaba de trata, ni la policía. Ni los periódicos hablaban de ese fenómeno, porque ni siquiera la trata entonces era un delito, no lo fue hasta 2010. ¿Cómo no habían percibido ese cambio que había habido en los burdeles de mujeres españolas mayores, alguna portuguesa a estar atestados de mujeres colombianas, dominicanas, brasileñas…? ¿Quién las había traído, cómo habían hecho el proceso migratorio? En realidad los proxenetas llevaban trayendo a esas mujeres desde finales del siglo pasado. Así que fíjate si los proxenetas van cuatro pasos por delante de la ciudadanía y de la policía.

¿Está normalizada la prostitución en España y cuáles son las consecuencias?

Totalmente, somos un país de puteros, está en nuestro ADN. Solo hay que ver las estadísticas de consumo. Aunque cada vez que pregunto a un hombre si es demandante de sexo me dice que no, las cifras oficiales dicen que casi el 40% de los españoles ha pagado por sexo. Las carreteras españolas están atestadas de burdeles porque hay consumidores de mujeres. Lo han legitimado. Tu preguntas a cualquier chaval si ha visto un puticlub y ha visto cientos, porque están por todas partes. Es más, hay carreteras como la Carretera del amor en Cuenca en la que hay un club enfrente del otro. Alucinante.

En tu primer documental 'Voces (contra la trata de mujeres)', denunciabas la compra-venta de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Desde entonces has estado vinculada a esa lucha. ¿Por qué este compromiso tan constante y fuerte?

He estado vinculada siempre a la trata y a la prostitución, yo no las separo porque ese es el error en que caemos. Yo ya he pasado esa etapa, todas las etapas. Cuando conocí este fenómeno, yo era regulacionista, hablaba de la trata como un fenómeno separado de la prostitución. Quince años después tengo claro que prostitución y trata van de la mano. En el debate de la prostitución la mayoría de la gente por ignorancia habla de decisiones salomónicas, como si fuera fácil erradicar un delito tan complejo y con tantas aristas. Hacemos una Ley de la abolición y ya acabamos con todo. No es así. Estos son dos fenómenos muy complejos y arraigados que están conviviendo de la mano. Un gran negocio multimillonario para el que no existen soluciones fáciles.

¿Divide la prostitución al feminismo?

Yo creo que al feminismo lo que le divide es la falta de información. Ahí hay un problema de muchísima falta de información y ese 'buenismo' de pensar que cada uno es libre de hacer con su cuerpo y con su vida lo que quiera. El mito de la libre voluntariedad, cuando ni en la prostitución ni en la trata existe esa voluntariedad. Y luego yo tengo claro, aunque suena bestial, que el feminismo es abolicionista. Yo soy feminista porque soy abolicionista y viceversa. Es así porque lo que no quiero para mi no lo quiero para ninguna mujer.

¿Crees que es posible luchar contra la explotación sexual, pero al mismo tiempo otorgar derechos a las trabajadoras sexuales que se consideran como tales?

Hay un problema en la base de esa palabra que está legitimando que la prostitución sea un trabajo. Para mi la prostitución es la forma más antigua de explotación de la mujer y, sobre todo, la consecuencia directa de la desigualdad entre hombres y mujeres, con la feminización de la pobreza. Cuando hablamos de trabajadoras sexuales legitimamos que pueda ser un trabajo, cuando realmente lo que vemos detrás de la prostitución es violencia y explotación extremas. Por otro lado, las mujeres que sean libres, mayores de edad y no tengan tercerías locativas, es decir, proxenetas, y que generen sus propios clientes etcétera, esas pueden darse de alta en la Seguridad Social sin problemas, es más, yo las animo a que lo hagan. En España no hay un epígrafe que ponga guionista de cine, somos escritoras cuando no hacemos literatura, sino dramaturgia. Que encuentren un epígrafe que les vaya, como modelo o masajista y se den de alta. Pero yo les pregunto, ¿y cuántos años van a cotizar? ¿De verdad alguien cree que el consumidor de sexo de pago, que cada vez es más joven, quiere una mujer de 30 o 35 años? Quiere una mujer de 20, o de 18 o incluso menos, de su edad. Pero seamos claros, no hablamos de ellas, hablamos de ese gran colectivo de mujeres que sufren la violencia, porque la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro país lo hacen para el beneficio de un tercero, el proxeneta, en un sistema pensado para la coacción extrema.

Mabel Lozano

Todo al rojo para una noche en la que ha recogido premio gracias a su incansable trabajo denunciando la compra venta de niñas y mujeres en el documental 'Chicas nuevas 24 horas' o el libro 'El proxeneta'.

/ Daniel Gonzalez

Abolir la prostitución en España habría sido un hito. Sin embargo, pese a que la vicepresidenta Carmen Calvo (PSOE) señaló el carácter ‘abolicionista’ del Ejecutivo del PSOE, la Ministra de Igualdad, Irene Montero ha decidido aparcar el tema. ¿Por qué crees que a todos los gobiernos les da miedo afrontarlo?

Porque están poniéndose en contra a ese 38% de hombres españoles que demandan la prostitución. Y luego por una cosa mucho más real. Cuando incautas y decomisas un cargamento de narcotráfico, te quedas con pistolas, drogas, etc. Pero cuando desmantelas una red de trata de mujeres, te quedas con mujeres, a las que hay que vestir de derechos, dotarlas de herramientas, son víctimas de un delito en nuestro país. Son nuestras víctimas. Hay que darles trabajo para reinsertarlas. Por eso, uno tras otro, los gobiernos van aparcando esta ley. Es lamentable pero en el caso de la prostitución hablamos de mujeres de segunda. Hasta en eso las consideran de segunda. Nos ponen la zanahoria para que les votemos y luego no hacen nada. Estamos hartas. Yo personalmente estoy harta. Hace falta una ley integral contra la trata con auténtica perspectiva de género, la prometen pero no lo hacen. Ni siquiera algo con lo que todo el mundo estaría de acuerdo: tipificar todas las caras del proxenetismo.

¿Cuál es la situación de los proxenetas en España?

El proxenetismo consentido en nuestro país no está condenado por ley. Es importantísimo que aborden una reforma legislativa que impida que nadie pueda lucrarse con la prostitución ajena. Que acabe de una vez con los proxenetas que campan por ahí tan tranquilos. Las tercerías locativas no están condenadas en nuestro país. Pues ni siquiera eso va a hacer el Gobierno.

La ley abolicionista era una promesa electoral del PSOE…

Yo tengo claro que son los movimientos sociales grandes quienes cambian el mundo, no los políticos. Solo se cambia de verdad cuando la ciudadanía se mueve de verdad. Los cambios importantes los hacen la sociedad civil. Lo hemos visto en La Manada y lo vemos con todo. Ahora tenemos que conseguir unirnos para acabar con la trata. Cuando la sociedad se mueve, cambia el mundo. Ya no vale vender humo. Tenemos que acabar con el proxenetismo y hacer políticas que incidan en las mujeres, de prevención, de reinserción. Nos llenamos la boca con ser abolicionista, pero lo más importante es trabajar en leyes para que esas mujeres puedan salir de la prostitución.

¿Por qué hay tan pocas mujeres prostituidas que denuncian?

Porque están coaccionadas y son amenazas reales. No se habla de las mujeres asesinadas en la prostitución. De esas mujeres es de las que hablamos, y no de películas como ‘Pretty woman’. A las mujeres que denuncian, se las asesina. Si queremos hablar de prostitución, hablemos de esto, con todas las cartas sobre la mesa.

Hoy por hoy, ¿cómo quedan las mujeres víctimas de trata que denuncian?

Absolutamente desvalidas porque la ley de testigos protegidos de nuestro país es como una raya en el agua. Yo acabo de hacer un nuevo documental que se llama 'Biografía del cadáver de una mujer', que espero y deseo que cuando la gente lo vea sea consciente de por qué se someten las mujeres y lo fácil y barato que es matarlas para que otras aprendan lo que ocurre si denuncian. Desde 2003, las tres mujeres víctimas de trata que eran testigos protegidas han sido asesinadas de una forma violentísima, brutal.

¿Por qué vas a salir a manifestarte el 8M?

El 8M voy a estar con todas mis hermanas en las calles, me pille donde me pille. En mi caso este año quizá más guerrera que nunca porque justo el 8M se estrena mi película ‘Biografía del Cadáver de una Mujer’ en [La 33 Semana de] Medina del Campo. Con lo cual me voy a manifestar doblemente. Por un lado en las calles y por otro con este cortometraje me voy a manifestar contra un Gobierno, contra un Estado que no es capaz de proteger a las mujeres. El sistema actual no es capaz de garantizar la seguridad de las mujeres que denuncian. Esto es muy fuerte, pero es así.

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