Así fue la cena más elitista, denigrante y machista de Londres

Según denuncia el Financial Times, un elitista encuentro solidario solo para hombres contrató a 130 azafatas, les exigió vestir provocativas y algunas fueron acosadas sexualmente.

Fotografía publicada en la web del Financial Times. / TOLGA AKMEN (FINANCIAL TIMES)

Fotografía publicada en la página web del Financial Times. / TOLGA AKMEN (FINANCIAL TIMES)

/ TOLGA AKMEN (FINANCIAL TIMES)

"Bienvenidos al evento más políticamente incorrecto del año". Con estas pretenciosas palabras el speaker deportivo Jonny Gould inauguraba la velada más machista, obscena y vulgar de Londres. El escenario fue el Hotel Dorchester de Londres y el evento tenía un fondo benéfico (sic).

La denuncia del brutal machismo la ha dado el 'Financial Times', que infiltró a dos reporteros en un evento para recaudar fondos destinados a un hospital infantil. Se trataba de una cena en la que, entre otras subastas para conseguir dinero, se pujaba por almorzar con Boris Johnson, el secretario de Asuntos Exteriores británico, o tomar un té con el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.

Lo grotesco eran los invitados: 360 hombres del mundo de los negocios, la política y las finanzas La presencia femenina estuvo representada por 130 azafatas especialmente contratadas para la ocasión a las que se les pidió que usaran ropa negra ligera, lencería a juego y tacones altos. Ellos tenían que ir de etiqueta.

En una fiesta posterior, muchas de las chicas, algunas de ellas estudiantes que ganan dinero extra, fueron manoseadas y sexualmente acosadas.

Según el FT, el evento es uno de los pilares del calendario social de Londres durante los últimos 33 años, pero solo ahora se cuestionan, desgraciadamente. Durante las seis horas que duró el evento, muchas de las azafatas fueron sometidas a comentarios lascivos, tocamientos e insistentes ofertas para acompañar a los comensales a las habitaciones de Dorchester. Una de las chicas incluso contó que uno de los invitados le enseñó el pene.

El casting de la vergüenza

Las entrevistas para optar al puesto de azafata las hacía una mujer que se hacía llamar la Sra. Dandridge. Ella era la encargada de advertirles a las chicas, que los asistentes al evento podrían ser "molestos" e incluso las podrían hacer enfadar. A una de las mujeres se le recomendó mentirle a su novio sobre el hecho de que era un evento sólo para hombres. "Dile que es una cena de caridad", le dijeron, según publica en su portada el Financia Times.

"Algunas chicas aman este trabajo, y para otras chicas es el peor de su vida y nunca lo volverán a hacer. . . Solo tienes que aguantar a los hombres molestos y si puedes hacerlo, está bien ", le dijo la Sra. Dandridge a una de las candidatas. Dos días antes del evento, la Sra. Dandridge les comunicó por correo electrónico que sus teléfonos estarían "a salvo" durante la noche y que las parejas no serían bienvenidos en el lugar.

Los requisitos para los uniformes también se volvieron más detallados: todas las azafatas deberían traer zapatos sexys negros, ropa interior negra, y peinarse y maquillarse como lo harían para ir a un "lugar smart y sexy". Además, para aquellas que cumplieron los tres criterios específicos de selección, ser alta, delgada y guapa, su remuneración sería 150 libras, más 25 por un taxi a casa.

Las azafatas contaron a los periodistas del Financial Times que muchas eran estudiantes de derecho y marketing; mientras otras hacían malabarismos con trabajos a tiempo parcial como actrices, bailarinas o modelos o azafatas para llegar a fin de mes.

A su llegada al Dorchester, las chicas tenían que firmar un contrato de cinco páginas sobre el evento, pero no tuvieron tiempo de leer sus contenidos, o llevarse una copia después de la firma. Posteriormente les hacían pasar por un equipo de peluqueros y maquilladores que las preparaba para la velada.

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