Menorca, la isla 'slow' que debes conocer

Hay una isla en la que el tiempo se detiene. Calas de aguas turquesas, el Camí de Cavalls, atardeceres de ensueño y pueblos encantadores te esperan. 

Cala Mitjaneta en Menorca

Mitjaneta, Macarella y Macarelleta, Turqueta, Pregonda, Binisafüller... las calas de Menorca tienen un azul tan o más turquesa que el del Caribe.

/ Gonzalo Azumendi

Hay muchas razones para visitar Menorca, la isla del viento o la isla tranquila, y no solo ahora, cuando bañarse en sus insuperables calas es una delicia. Durante todo el año, aquí es posible hallar la calma y el sosiego, el contacto puro con la naturaleza y el disfrute de las tradiciones, un estilo de vida tan deseado como inalcanzable para muchos. Y eso que hay mil cosas para hacer. Pero el ritmo, impuesto por la implacable belleza y el talante de los lugareños, es otro. Menorca, Reserva de la Biosfera desde hace veinticinco años, ya era slow antes de que el término se convirtiera en tendencia. Y se esfuerzan para que siga siendo así, un bálsamo para quien la visita.

Parque natural de S’Albufera des Grau

S’Albufera des Grau, parque natural en el noreste de la isla y uno de los puntos clave de la Reserva de la Biosfera menorquina.

/ Gonzalo Azumendi

Caminar es uno de los grandes placeres que ofrece la isla, debidamente señalizada para recorrerla a pie por su conjunto de senderos Camí de Cavalls (GR-223), una ruta circular que transcurre por el litoral. Descubrirás calas recónditas, flora y fauna variadas, barrancos y riachuelos. Es posible cruzarla también en bicicleta, por una enmarañada y extensa red de caminos rurales que permiten deleitarse con los contrastes paisajísticos de la isla.

Faro del Cabo de Cavallería

Faro del Cabo de Cavallería, en la costa norte y próximo al pueblo de Fornells.

/ Gonzalo Azumendi

Alojamientos rurales

Para seguir disfrutando de la calma y la esencia menorquina, apuesta por el encanto de los “llocs”, casas blancas aisladas rodeadas de prados siempre verdes, donde pacen las vacas con cuya leche se elabora el Queso de Mahón. Es posible alojarse en estos hoteles rurales o visitarlos para aprender el proceso de elaboración y comprar para seguir degustando el sabor de la autenticidad de vuelta a casa.

Puerto de Calesfonts

Puerto de Calesfonts, en el antiguo pueblo de pescadores Es Castell. Al atardecer, sus callejuelas adoquinadas se llenan de paraditas hippies. 

/ Joan Mercadal

CÓMO Y CUÁNDO VIAJAR

Trasmediterránea lleva 100 años transportando pasajeros a las Islas Baleares, una opción ideal para viajar con el coche y tus maletas dentro. Para ir a Menorca puedes embarcar en los puertos de Barcelona y Valencia. Más información aquí.

Todo el año. Rutas a pie o en bicicleta, para la observación de aves, culturales, gastronómicas... la oferta de actividades es amplia y variada. Hazte con sus guías de turismo activo: menorca.es

UNA PLÁCIDA TRAVESÍA

Más rápido, más cómodo: Volcán de Tinamar es el moderno ferry de Naviera Armas que se ha incorporado a la línea Mahón-Barcelona, de Trasmediterránea. La compañía duplica así su capacidad de pasajeros entre las dos ciudades y reduce el trayecto en dos horas

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