Esto es lo que Internet sabe de nosotros y que (probablemente) tus padres, no

¿Vendemos nuestros datos personales a Internet demasiado a la ligera?

'Nosedive' de 'Black mirror'

Una imagen del episodio 'Caída en picado' ('Nosedive') de la serie futurista 'Black mirror'.

/ Netflix

Los datos son apabullantes: cada minuto se envían 500.000 tuits en el planeta, se publican 66.000 fotografías en Instagram y se realizan 3,5 millones de búsquedas en Google. Y todo esos pasos dejan rastro. Más aún porque en la mayoría de los procesos que hacemos en internet, aceptamos los 'Términos y Condiciones' sin leerlos, delata un estudio de la OCU, que establece que ignorar los términos es algo habitual en 9 de cada 10 usuarios y que, además, un 69% no muestra preocupación por ello.

Y es que a casi nadie "le apetece pasar 10 minutos leyendo la letra pequeña con terminología que no llega a entender, porque el tiempo es oro y en internet, mucho más", reflexionan desde IMF Business School, que se han especializado en el tema de la privacidad digital.

¿Qué contamos de nosotras mismas al ordenador?

¿Qué contamos sobre nosotras mismas a nuestro ordenador?

/ Jun

Otro estudio, esta vez de la empresa experta en seguridad informática Kaspersky Security Cloud, ofrece más detalles sobre este universo abierto, rápido y desbordante. Por ejemplo, que más de la mitad de los individuos encuestados (un 56% de una muestra formada por 11.000 usuarios repartidos en 21 países) cree que es imposible mantener en privado la información, que hay peligros reales (un 46% afirma que alguien ha accedido a sus datos sin autorización a través de sus cuentas online) y que el 21% ha experimentado pérdidas financieras a causa de la filtración de comunicaciones. También, aluden a la fatiga de privacidad, que un término en boga y el responsable de que no cambiemos de contraseñas con la debida periodicidad o que compartamos datos ignorando los riesgos.

Sin embargo, a pesar de las amenazas, el 18% de los usuarios estaría dispuesto a sacrificar su privacidad a cambio de algo gratis y el doble la vendería por un millón de dólares. E, incluso, por menos, ya que un 39% de la gente estaría dispuesta a dar acceso a sus datos personales digitales a un completo desconocido a cambio de dinero, sin indicar cifra.

Además de estar expuestos a la obra de cibercriminales, desde Kaspersky advierten que somos muchas veces nosotros mismos quienes proporcionamos en nuestras redes sociales información sensible que, luego, puede volverse en nuestra contra.

Otra cosa es la impresión que tienen muchas personas de que sus móviles 'les espían' y les ofrecen, en forma de impactos publicitarios, aquellos artículos por los que han mostrado interés en una conversación (una práctica de escucha no autorizada que tanto Google como Facebook niegan tajantemente y para lo que ya te dimos algunos consejos).

Más allá, están las autorizaciones y los permisos que sí damos a diario a las empresas digitales, muchas veces sin ser conscientes de ellos, u otros aspectos como la geolocalización, sí así lo tenemos configurado (por despiste o voluntad propia).

De hecho, la geolocalización es una de las vías por las que proporcionamos más información personal sin estar del todo al tanto. Por ejemplo, internet podría saber en todo momento donde estamos, y no así nuestros padres. Esta es una de las conclusiones de las observaciones que han constatado desde IMF Business School, que enumera cuatro cosas que internet sabe de nosotros y que nuestros padres, probablemente, no. Echa un vistazo:

1) Dónde estuviste anoche.

En el caso de que tengas las localización activada, a Google no le supondrá ningún problema conocer la dirección exacta de tus pasos y el tiempo que permaneciste en cada destino. Puedes consultarlo en la herramienta de Timeline.

2) Si tienes pareja.

Da igual que no haya transcurrido mucho tiempo desde que empezaste a verte con esa persona: si tu actividad por WhatsApp y telófono comienza a ser frecuente, recibirás un mensaje de Instagram y Facebook que te sugieren que te hagas amigo digital de esa persona. Esto sucede porque WhatsApp, tal y como indica en sus condiciones, permite transferir datos (no mensajes) a Facebook e Instagram.

3) Qué has visto en internet.

Da igual que utilices la navegación de incógnito, que solo evita que familiares y amigos se encuentren con resultados incómodos en las sugrencias: el historial no se borra del todo.

4) Tus preferencias más íntimas.

Un estudio de Microsoft y las universidades de Pensilvania y Carnegie Mellon señala que el 93% de las páginas pornográficas ofrece datos de sus usuarios a terceros y casi un 45% sugiere contenidos relacionados con la orientación sexual del internauta.

¿Realidad o ciencia ficción?

Robo de datos, ¿realidad o ciencia ficción?

/ Laurence Dutton

El estudio de IMF Business School desvela que la información que reciben las empresas "tiene mucho valor" y que estas cuentan, muchas veces, con nuestro beneplácito para administrarlos y controlarlos.

Por su parte, la empresa Kaspersky, que ofrece soluciones de seguridad para combatir las sofisticadas y cambiantes amenazas digitales, ofrece consejos para que mantengamos nuestra privacidad a buen recaudo. Por ejemplo, limpiar nuestro historial de navegación, utilizar complementos para bloquear las funciones de seguimiento online, cambiar con regularidad nuestras contraseñas y evitar usar siempre la misma, y desconfiar de algunas url acortadas que ocultan la página web a la que se dirigen.

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