Rocio Carrasco, el documental: así afecta la infidelidad a tu autoestima

La hija de Rocío Jurado ha confesado en el documental  que emite Telecinco cómo lidió con la infidelidad de Antonio David con una joven llamada Sonsoles, quien ha corroborado su historia.

Rocío Carrasco, en una foto de 2016

Rocío Carrasco, protagonista del documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.

/ GJB

Las nuevas entregas del documental de Rocío Carrasco, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' (Telecinco), han vuelto a estremecer a la audiencia con duros testimonios de maltrato ("Antonio David me cogió en volandas y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana"), de infidelidades (con una mujer llamada Sonsoles) y de desprecios, a la vez que arrojaban luz sobre cómo había afectado todo esto a la estabilidad emocional de la hija de Rocío Jurado.

Cuando Rocío Carrasco estaba embarazada de su segundo hijo, en 1998, Antonio David habría iniciado una relación con Sonsoles, una joven que trabajaba como camarera en la discoteca de Chipiona que ambos frecuentaban. "Empecé a ver cómo le tocaba la cara y eso no me gustaba. Uno de esos días me dijo que iba a por una copa. Tardó mucho y fui a buscarlo, y vi a Antonio David comiéndose la boca con la chica".

Aunque él la habría visto, lejos de admitirlo, acusó a Rocío de estar "loca". "No estás bien de la cabeza, el embarazo te está afectando". Tampoco se prestó a acompañarla a casa pese a que Rocío comenzó a sentirse mal: "Me dolía mucho la tripa (...). Me dijo: "Yo no te llevo a casa, me quedo con esta".

Rocío Carrasco llora al recordar a Rocío Flores cuando era niña

Rocío Carrasco llora al recordar a Rocío Flores cuando era niña

/ D.R.

Según Rocío Carrasco, eran muchos quienes conocían la infidelidad de Antonio David, y no solo el portero de la discoteca, sino también su prima Charo Mohedano, amiga de Sonsoles, o María Patiño. Ella, más tarde, pudo confirmar sus sospechas cuando recibió una factura de teléfono en la que se repetía varias veces un número, el cual comprobó que era de Sonsoles. Los reproches se volvieron contra ella: "(Antonio David) me dijo que los celos me estaban volviendo loca" (este domingo, tras el testimonio de Rocío, la propia Sonsoles corroboraba su historia y aseguraba a María Patiño que su relación con Antonio David había sido "real").

Ahora bien, ¿cómo influyó todo aquello en la estabilidad emocional de Rocío Carrasco, quien ya había confesado en la primera entrega del documental que lo vivido le había pasado factura física y mentalmente? Y en general, ¿cómo afecta a nuestra autoestima una infidelidad?

No hay un único patrón porque "el significado de una infidelidad depende de a quien preguntes", resume la psicóloga Lisa Firestone en la revista 'Psychology Today' (por ejemplo, Rocío confesó que lo ocurrido no hizo que sintiera que su marido le estaba faltando el respeto como mujer, sino "como madre", al estar ella embarazada). Sin embargo, la experta admite que, por lo general, la infidelidad viene acompañada por un gran desgaste emocional que incluye "pérdida de autoestima, furia y depresión".

Rocío Carrasco, durante el documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’

Rocío Carrasco, durante el documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. 

/ Telecinco

El engaño es, en estas situaciones, el aspecto más devastador, suelen coincidir los psicólogos, porque "las mentiras erosionan la confianza en la veracidad de nuestras percepciones". En estos casos "llevan a la parte engañada a darse cuenta de forma impactante y dolorosa de que la persona con la que mantiene una relación tiene una vida de la que no tenía conocimiento", indican la anterior y el también experto Robert W. Firestone en el libro 'Sex and love', donde también aconsejan que nos comportemos con nuestra pareja como nos gustaría que se comportaran con nosotros.

"Si nuestra conducta es errática, sospechosa y poco honesta, tarde o temprano conseguiremos que la otra persona termine comportándose de la misma manera", advierten.

También los profesionales de El Prado Psicólogos identifican sentimientos como "decepción, ira y tristeza" como los más frecuentes tras haber sufrido una infidelidad, que siempre "tiene un efecto inmediato en la relación". "La persona que ha sido traicionada pierde la confianza en el otro. La relación se resiente porque ha desaparecido la sensación de seguridad".

Esto puede "lacerar la autoestima", continúan:"A menudo la persona que ha sido traicionada se pregunta por qué (ha ocurrido lo que ha ocurrido) y comienza a generar una serie de explicaciones que le conducen a pensar que no es lo suficientemente atractivo/a o interesante (...). Que no es lo suficientemente buena para el otro y que no ha sido capaz de satisfacer sus expectativas y necesidades".

"Como resultado, su autoestima suele sufrir un duro golpe. De hecho, no podemos olvidar que muchas personas se avergüenzan de confesar que su pareja les ha sido infiel porque asumen ese problema como una humillación", subrayan.

Es decir, el 'traicionado', paradójicamente, puede desarrollar un intenso sentimiento de culpa.

Desde la publicación Dee Tozer, enumeran algunas de las preguntas más dañinas que nos solemos hacer en esta situación y que no hacen más que agudizar nuestra inseguridad y malestar, castigarnos injustamente: "¿Qué he hecho mal y qué podría haber hecho mejor?", "¿ya no atraigo físicamente a mi pareja?", "¿soy una pareja aburrida?", "¿me había acomodado demasiado?", "¿he estado ciega ante la infidelidad?", "ha habido un cambio en nuestra vida sexual que ha desencadenado la infidelidad?", "¿he sido tan estúpido/a que no me daba cuenta de lo que sucedía?".

Culpabilizarse no es la solución ni la forma en la que tenemos que lidiar con la situación, afirman los expertos, que advierten que ser engañados "puede conducir a una mala salud emocional y psicológica por el aumento del estrés, al ansiedad y los síntomas depresivos".

La psicología y sexología también contemplan las consecuencias finales para la relaciones de una infidelidad. ¿Significan las infidelidades el final de una relación? En muchas ocasiones, sí (es una de las principales causas de divorcio, señalan), pero no siempre. También puede significar un punto de inflexión, indican.

"Hay personas que prefieren centrarse en las cualidades positivas de su pareja y lograr superar este obstáculo e, incluso, fortalecen su relación. Y no se trata de una decisión dictada exclusivamente desde el corazón, sino que en muchos casos ha sido cuidadosamente pensada y demanda una gran dosis de compromiso de ambas partes", apuntan desde El Prado Psicólogos.

"¿Debería ser la ruptura un motivo de ruptura?", se pregunta Sandra Byers desde el Dpto. de Psicología de la Universidad de New Brunswick (Canadá). "En virtud de una infidelidad, ¿estás dispuesto/a a considerar nulo todo lo que compartes con esa persona, tu vida familiar, todas las cosas que planeáis para el futuro?", pregunta mientras desde la web de citas para casados Ashley Madison la psicóloga Lara Ferreiro subraya que la infidelidad no tiene por qué ser un punto final.

El debate está abierto.

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