El arte del Ghosting o cómo evaporarse de una relación

Charlize Theron y Sean Penn, semanas antes de su separación
Charlize Theron y Sean Penn, semanas antes de su separación

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Confiesa (que hay mucha gente de vacaciones y somos pocas). Tú también has fantasmeado a algún ex. Has hecho como que no ves sus mensajes y llamadas perdidas e incluso has hecho como que no le ves a él mismo, a su persona. Has pasado por delante de él como si fuera un fantasma, que está pero nadie le ve. Si te lo propones los podrías, incluso a atravesar, justamente como se hace con los fantasmas.

No entramos a juzgar si es feo o bonito tu comportamiento. Solo decimos que alguna vez lo has hecho y que, con toda probabilidad, también lo has sufrido en tus propias carnes. Esos ex novios que han ignorado nuestros whatsapps sistemáticamente y se comportan como si nunca hubiéramos dormido en la misma cama.

Pues algo parecido ha hecho Charlize Theron con Sean Peen. Se dice que ella se enteró de una infidelidad del actor, otra sex symbol del universo, con la doble de la propia actriz en la película que hacían juntos, y decidió cortar por lo sano de modo unilateral y sin informar a la otra parte. El clásico “voy a por tabaco”.

Él por su parte, lo ha intentado todo: mensajes, notas, flores carísimas, hacerse el encontradizo por los sitios que ella frecuenta, pero ella lo fantasmea. Haga lo que haga Sean Penn, ella lo ignora. Es en toda regla un golpe de efecto.

La parte que acabará convertida en un fantasma no debe sospechar nada. Volvamos a nuestra pareja arquetípica: Charlize y Sean. Hace unos meses los veíamos felices un día sí y otra también: desfiles de moda, red carpets, estrenos. Juntos en amor y compañía … Y de repente, ¡zas! ella se marcha sin dar explicaciones ni oportunidades. No emails. No mensajes de texto. No llamadas. No respuestas.

Aplicar la estrategia del ghosting (de ghost, fantasma, el término empleado por los estadounidenses) puede interpretarse como una cobardía, una huída hacia delante, un borrón y cuenta nueva unilateral, llámelo X. Según la versión estadounidense de The Huffington Post un 11% de los estadounidenses terminan o han terminado alguna vez sus relaciones de ese modo. En España no existe ninguna encuesta al respecto pero creo que el término “ir a por tabaco” es anterior a la posguerra.

Por otra parte, el capítulo de Sexo en Nueva York en que el enésimo novio de Carry la deja por un post it –una técnica de fantasmeo de la era pre 2.0- ha marcado la educación sentimental de varias generaciones.

Lo cierto es que para el que se va sin despedirse la vida suele ser más fácil que para el que se queda esperando explicaciones. A veces se necesita el cartel de The end para dar carpetazo y empezar de cero.

La psicoanalista Mariela Michelena los llama “Los evaporados”. “Son los que se van a por tabaco pero también los que abandonan por teléfono, por SMS, por Whatsapp o por email”. Esta experta también reconoce que separarse es difícil. “Nadie está obligado a permanecer con nadie. Cualquiera puede romper sus promesas de amor eterno, enamorarse locamente de otra persona o descubrir que prefiere estar solo que embarcado en una relación que ya no le dice nada. Todo está permitido; solo hay un precio: dar la cara”, escribe en su libro Me cuesta tanto olvidarte (La Esfera de los libros, 2012) . Para Michelena es “un acto de decencia” que al menos da a la parte abandonada “el recurso del pataleo”.

Pero cuando alguien fantasmea a su ex pareja también le quita la posibilidad de cerrar la relación porque de alguna manera, al menos durante un tiempo, el abandonado esperará que el otro aparezca y de una explicación lógica al asunto.

Y no es que nos estemos poniendo del lado de Sean Peen así sin más. Para demostrarlo hemos preguntado a algunos “evaporados” sus razones para marcharse sin dar explicaciones. Por supuesto, nos han pedido proteger su identidad –la condición de evaporados (as) nunca se pierde, pero os puedo asegurar que no ha sido nada difícil encontrarlos.

Veamos porque en su día decidieron fantasmear a sus ex

“No quería verla llorar” Hay personas de almas sensibles que prefieren que sus damnificados lloren en la intimidad de sus alcobas y no en un bar con público y cervezas delante.

“No encontré las palabras para decírselo” Hay gente con un vocabulario limitado, incluso en su propio idioma , que es incapaz de explicar, o al menos avisar, de sus actos inmediatos. Necesitan clases de gramática para aprender que casi cualquier cosa se puede decir siguiendo la estructura simple de Sujeto + Verbo + Predicado. Ni siquiera se necesitan oraciones subordinadas. Además, existe una diversidad de frases hechas como “No soy tu soy yo”, “Necesito un tiempo” o “Vamos a darnos espacio” que significan todas más o menos lo mismo.

“Era bastante obvio que la (lo) iba a dejar y así me ahorraba la escena final”. Es una muestra de egoísmo supremo. Está clarísimo que en esta relación solo contaba una persona. La otra parte era escenografía o paisaje.

“Ya estaba decidido y no me quería llevar un mal recuerdo de una relación tan bonita”. Desde luego la que sí estropeo el recuerdo que tuviera, bueno o malo, fue la parte abandonada. Ya puede haber sido el romance un lecho de rosas que el que ha sido dejado sin mediar palabra ya solo podrá recordar esto.

“Yo sabía que no era la persona que ella (él) buscaba como pareja”. En este caso después de muchas discusiones, el evaporado ya sabía que nunca iba a llegar al listón tan alto que le había puesto su novia. Así que decidió desaparecer sin dar explicaciones porque le resultaba muy violento decir :”Mira, no soy la persona que quieres en tu vida, busca a otro”. En lugar de eso dejo de verla, la bloqueó en Facebook, Twitter e Instagram y dejó de contestarle al teléfono.

“Era la tercera vez que me engañaba con la misma persona, o al menos que yo me enteraba, y la verdad estaba cansada de tener la misma conversación de siempre que solo nos conducía a volverlo a intentar de nuevo”. Quizás esta sea la circunstancia más fácil de entender.

Y tú querida lectora, ¿Alguna vez has fantasmeado a alguien? ¿Te has evaporado de alguna relación? ¿Lo justificas en algunos casos? ¿Nos lo cuentas?

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