Esto es lo que debes comer (y lo que no) antes, durante y después de un vuelo

Una correcta alimentación puede ayudarte a estar mejor anímicamente al aterrizar en tu destino. 

Cinco trucos para dormir en el avión
Cinco trucos para dormir en el avión / @mypeeptoes

Deshidratación, dificultad para digerir los alimentos, fatiga, pérdida de agudeza mental, cambios en el estado de ánimo... son solo algunos de los síntomas que podemos sufrir durante un vuelo. El cuerpo se estresa y llevar una alimentación adecuada puede ayudarnos a evitarlos. Con este propósito Sarah Anderson, nutricionista y ex azafata, fundó 'The Aviation Nutritionist', un proyecto a través del cual trata de informar sobre qué debemos comer antes, durante y después de un vuelo para que los efectos negativos de éste no se noten cuando aterricemos.

Según la experta, lo normal es sentirse hinchado a gran altura y, si además le das refrescos o alimentos con alto contenido de azúcar y sal ese efecto se multiplica. Entre otras cosas porque, además, volar te da aun más ganas de comer. La razón según contó a Get The Gloss, es que volar pone al cuerpo bajo estrés y causa estragos en nuestras hormonas, además de que estar deshidratado tiene un gran impacto en nuestra percepción del hambre porque "cuando pensamos que tenemos hambre, lo más probable es que tengamos sed".

Por eso, lo mejor es llevar un plan más o menos estudiado sobre los alimentos que más nos convienen durante el viaje para que nuestro cuerpo y nuestra mente no se vean resentidos.

Si comes comida poco sana

Porque el hacer ejercicio tiene su recompensa. Ellas no temen a comer helados, muffins y donuts. ¡A otros con la dieta!

/ Song of Style

¿Qué es lo mejor que podemos comer antes de coger un avión?

Los batidos, zumos y ensaladas serán genial para que llegues hidratada al viaje. Prueba que alguno de ellos lleve remolacha porque ayuda al intestino a llenarse de bacterias saludables y añade también ajo y jengibre en tus comidas para que te aporten todos tus beneficios.

¿Y durante el vuelo?

Aquí la máxima es evitar las tentaciones. Olvídate de refrescos con gas o dulces y apuesta mejor por bebidas de hidratación sin azúcar que tengan electrolitos. No se trata de pasar hambre, sino de elegir qué comer. Para ello, lo mejor que puedes hacer es llevar provisiones de proteínas magras como queso, huevos duros o aceitunas con las que picar.

Al bajar del avión también importa

Intenta no comer de forma abundante una o dos horas antes de acostarte pero no te acuestes con hambre porque puede cortarte el descanso.

Después de volar, puede que el demonio que habita en ti te incite a comerte una hamburguesa con patatas fritas pero lo más recomendable son las verduras de hoja verde, las nueces, las semillas y el arroz integral que son grandes fuentes de nutrientes. También los aguacates, las almendras y el pavo, ayudan a equilibrar los niveles de melatonina y restablecer su estado de sueño previo al vuelo; y si añades un poco de cúrcuma a tus platos ya ayudará a que tu hígado se recupere y se ajuste.

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