Los cinco hábitos de las mujeres sanas

Del cómo duermen, a cómo piensan. Las mujeres de éxito se distinguen por sus hábitos, los que les ayudan a conseguir sus propósitos y sobretodo, a sentirse bien.

Cinco hábitos de las mujeres sanas
Cinco hábitos de las mujeres sanas

Se ponen ellas primero. 

“Muchas mujeres no satisfacen plenamente sus necesidades porque siempre anteponen otros intereses a los suyos”. Los dice David Katz, MD, presidente del Colegio Americano de Estilo de Vida y autor del libro Disease Proof. Prefieren comer las sobras de los niños que hacer su propia comida y están dispuestas a sacrificar su tiempo para dedicarlo a otra persona. Sin embargo, las mujeres de éxito intentan dedicar algo de tiempo a ellas mismas y no son tan sacrificadas, sobre todo no renuncian a sutras de sueño o a unos pocos minutos diarios para quedarse a solas con ellas mismas. Incluso si es necesario lo planifican en su agenda.

No se beben las calorías. 

Excepto el agua y el café o el té si no se le añade azúcar o alguna crema, el resto de las bebidas suelen ser calóricas y demasiado azucaradas. Así que las chicas saludables no beben más de una al día. Incluso los zumos de fruto deben entrar en esta restricción, pues al hacerlos se pierde la mayoría de la fibra de la fruta y se conserva casi todo el azúcar.

Usan protección solar.

Aunque sea poca y una vez al día, las mujeres saludables se ponen un bloqueador solar, al menos en la cara, el cuello y el escote. En verano o en invierno. Tampoco suelen olvidarse de las manos, eternas olvidadas que suelen estar expuestas a la radiación solar y son de las primeras en mancharse y mostrar signos de fotoenvejecimiento.

No calman el estrés jugando en el teléfono (desde la tela hasta el teléfono). 

Después de un largo día de trabajo mucha gente se relaja con el teléfono, jugando al Candy Crash, mirando el Facebook o intercalando con los amigos por WhatsApp. Sin embargo, los psicólogos recomiendan buscar gratificaciones a más largo plazo y con un contenido verdaderamente positivo, por ejemplo, quedar con amigos en un bar en lugar de chatear con ellos por teléfono.

Son estrictas con sus horarios de sueño. 

Estas personas son flexibles con casi todo: sus comidas, sus entrenamientos, su vida social. Sin embargo, intentan irse a la cama y despertarse cada día a la misma hora. No solo es un modo de descansar para ser más productivos y estar de mejor humor al día siguiente, sino que con esta disciplina reducen el riesgo cardiovascular, el estrés, la obesidad y la depresión.

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