Fases de una ruptura amorosa: las cinco etapas por las que hay que pasar para superar el duelo

En estos primeros meses de 2024 hemos sido testigo -vía online- del fin de la relación de múltiples parejas de 'celebrities'. Desde la sorprendente separación entre Chiara Ferragni y Fedez, pasando por la de la princesa monegasca Carlota Casiraghi y el productor francés Dimitri Rassam, Romeo Beckham, hijo de David y Victoria Beckham, y la modelo Mia Regan, hasta la más reciente, la de los tenistas Paula Badosa y Stefanos Tsitsipas. Cada una de las rupturas ha sido diferente, como también lo ha sido la forma en la que los protagonistas han querido hacerle frente. No existe una fórmula mágica para superarla en un plazo determinado ni de una forma concreta, simplemente se trata de una experiencia dolorosa y abrumadora que nos lleva a transitar por diferentes etapas, según los tiempos de cada persona y sin exigencias.

"Una ruptura amorosa es una pérdida, un proceso de duelo, ya que supone no solamente perder a tu pareja, sino perder proyectos en común, perder las expectativas depositadas en la relación, la idea de lo que pudo ser y no será, perder a esa figura que la pareja representaba en nuestra vida y aquello que nos proporcionaba, entre otras", explica María Magdalena Orosan, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja con consulta privada María Orosan-Psicología y Sexología y miembro de Top Doctors.

Como en cualquier proceso de duelo, la propia psicología apunta a que son necesarios cambios, que se presentan con la ruptura y asimilar la nueva realidad, "conllevando pérdida de rutinas, cambios importantes, como cambiar de domicilio, enfrentarse a situaciones incómodas, como tener que comunicar la ruptura a nuestro entorno, sentir tristeza y ansiedad y sensación de fracaso".

Las fases del duelo de una ruptura amorosa

 María Magdalena Orosan nos explica cada una de las etapas por las que hay que pasar tras una ruptura y no podemos pasar por alto.

1. Negación. En esta fase, la persona tiende a protegerse de la nueva realidad actuando como si todavía estuviera en la relación, lo cual resulta lógico, ya que es un cambio importante que necesita asimilar. "En esta etapa tendemos al aislamiento, y es importante ser consciente de nuestras emociones y necesidades, permitiéndonos conectar con nuestras emociones, pero también buscar refugio y cuidarnos a nosotros mismos", nos explica.
2. Enfado o ira. En esta etapa, tendemos a sentir rabia y frustración hacia la otra persona, hacia nosotros mismos o hacia la situación. "También se genera culpa y hay una tendencia a responsabilizar al otro de los problemas de la relación", por lo que aquí es importante "tener momentos de calma y toma de conciencia y no permitir que la rabia nos haga actuar impulsivamente, dañándonos a nosotros mismos o a los demás".
3. Negociación. Es especialmente importante la gestión que hagamos de esta fase, ya que, en el intento de asimilar la ruptura, es probable que caigamos en la tentación de intentar un nuevo acercamiento a la otra persona. "Hay que intentar racionalizar la situación y recordarnos lo que nos llevó a terminar la relación y si retomarla sería una buena solución o si, por el contrario, puede generar una situación aún peor", añade.
4. Tristeza. En esta fase es cuando realmente nos damos cuenta de que la relación ha terminado, que no hay marcha atrás y nos sentimos profundamente tristes ante la pérdida, "recordamos nuevamente la importancia de conectar con las emociones y nuestras necesidades, siendo fundamental marcarnos nuevos objetivos y proyectos que nos hagan más sencillo salir adelante".
5. Aceptación. Como dice el refrán ''No hay mal que dure cien años'', y esta etapa es una prueba de ello. Después de pasar por la tristeza, la persona se siente preparada para salir adelante, acepta su situación y comienza a visualizar un futuro sin la otra persona.

Es importante tener en cuenta que las rupturas no son fáciles, cada proceso es distinto, dependerá de si aún hay amor cuando acaba la relación, del grado de desgaste, de sí nos hemos sentido traicionados o decepcionados y además, el proceso de duelo no es lineal. Además, es importante no engañarse, "seguir teniendo contacto con la otra persona nos dificulta significativamente el proceso, ya que necesitamos deshabituarnos de los efectos neuronales que genera en nuestro cerebro ver a la otra persona", señala la psicóloga, mientras finaliza diciendo que "el amor es química y cuanto más nos expongamos, más dura va a ser la ruptura".