Cuando Shakespeare descubrió la pequeña pantalla

Dos nuevas series, El joven Will y Still Star-Crossed, reimaginan el universo shakespeariano.

fotograma de 'El joven Will', la serie de TNT
fotograma de 'El joven Will', la serie de TNT / Imdb

Han pasado 400 años desde la muerte del bardo y seguimos recreando sus historias de todas las maneras posibles, ahora también en el planeta series. A menudo, solo en el asiento trasero, como motores del alma tragicómica de la historia: 'Empire' es 'El rey Lear', 'Breaking Bad' es 'Macbeth', 'Sons of Anarchy' es 'Hamlet' y 'House of Cards', 'Ricardo III'. Pero también saqueamos a Shakespeare de forma más deliberada y a los autores con estilo propio les encanta pintar las palabras del bardo con sus propios colores; eso es, exactamente, lo que pasa en estas dos nuevas series: 'Still Star-Crossed' (no estrenada en España) 'El joven Will' (TNT).

'Still Star-Crossed', lo último de Shonda Rhimes, asalta el universo shakespeariano en el momento perfecto para que la reina del culebrón televisivo de calidad haga su trabajo: justo después de la muerte de Romeo y Julieta, cuando los Montescos y Capuletos se lamen las heridas y miden fuerzas para retomar su 'vendetta' ancestral.

Still Star-Crossed, la serie de Shonda Rhimes
Still Star-Crossed, la serie de Shonda Rhimes / Imbd

En ese caldo de cultivo, Shonda ('Anatomía de Grey', 'Scandal', 'Cómo defender a un asesino') nos llena la Verona medieval de giros de argumento vertiginosos, viejos amores reencontrados, una banda sonora de pasional intensidad y, por supuesto, mujeres fuertes y rotas a la vez (en primer plano, la protagonista, Rosalinda, a la que en la tragedia original conocimos solo por referencias como el primer amor de Romeo).

Escena de Still Star-Crossed, la serie del universo Shakespeare de Shonda Rhimes
Escena de Still Star-Crossed, la serie del universo Shakespeare de Shonda Rhimes / Imbd

El cóctel no parece haberle funcionado a Rhimes tan bien como en otras ocasiones, y la ABC ha dicho ya que no habrá segunda temporada (¡buen intento, de todas formas, Shonda!). Tal vez el protagonista de nuestra segunda serie podría explicarnos por qué: 'El joven Will' es una apuesta de Craig Pearce, mano derecha de Baz Luhrmann, que reúne los pocos datos biográficos que tenemos del bardo para reconstruir su juventud como aspirante a dramaturgo recién llegado a Londres.

Pearce, como su mentor, parece pensar que cualquier tiempo pasado fue una rave con calzas y así, Will (el recién llegado Laurie Davidson) es un joven con mucho talento y actitud de triunfito; el Londres del XVI, un laberinto de pasiones y ambiciones, con persecuciones religiosas incluidas, que recuerda al Hollywood de la caza de brujas comunista; Christopher Marlowe, eterno rival de Shakespeare en el escenario, le mira con cara de “porque tú no quieres, que, ay, si tú quisieras, William”. Y, por supuesto, para ambos hay siempre un público enfervorecido, que grita, aplaude, se pelea... y al que solo le falta hacerse selfies en el inmortal teatro Globe. Puede que, al ver a Will llegar a la capital al ritmo de London Calling, los historiadores isabelinos sufran infartos en masa, pero, como sucede siempre con las fantasías punk de Luhrmann y asociados, si te quieres divertir, hay que abandonar los prejuicios en la puerta.

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