Paula Hawkins: «Si volviera a escribir "La chica del tren", la haría diferente»

Convulsionó el mercado editorial con “La chica del tren”, la primera novela firmada con su nombre,  y ahora quiere volver a conseguirlo con “A fuego lento” (Planeta). La indiscutible reina mundial del domestic noir brinda una novela absorbente y psicológica, marca de la casa.

Paula Hawkins

Retrato de Paula Hawkins, autora de "A fuego lento" (Planeta).

/ Phoebe Grigor

Paula Hawkins cumplió el sueño de cualquier editorial. Esta desconocida periodista nacida en Zimbaue y afincada en Londres desde 1989 había publicado varias novelas por encargo, firmadas bajo el pseudónimo de Amy Silver. Cuando las cosas empezaron a torcerse, decidió apostarlo todo por un proyecto más personal y dar la cara por él.

En 2015 lanzó su verdadero debut: “La chica del tren”, un trepidante domestic noir que se convirtió en un fenómeno internacional sin precedentes. Un éxito que se hizo aún más grande gracias a su adaptación cinematográfica en 2016, protagonizada por Emily Blunt. Con 27 millones de lectores en 50 países, “La chica del tren” es el thriller más vendido de la década, con el mérito de haberlo logrado en un tiempo récord. «Fue bastante abrumador –confiesa Paula Hawkins-. A pesar de ser una experiencia maravillosa, fue duro y cansado: no paré de viajar haciendo giras. Me era difícil escribir mientras pasó todo aquello, pero los últimos años han sido más tranquilos y he podido centrarme más en la escritura, lo que me hace más feliz».

Paula Hawkins

La autora Paula Hawkins.

/ Phoebe Grigor

Sin embargo, trabajar en una nueva novela después de haber tocado la cima, no es fácil. «Saber que millones que personas están pendientes de lo que vas a hacer es un problema. Un problema maravilloso, pero sí es una especie de amenaza. A veces dudas de ti misma», revela la autora. Es más, se atreve a explicar que «a pesar de estar contenta con “La chica del tren”, si volviera a escribirla la haría diferente. Nunca estás satisfecha al cien por cien».

Bajo una enorme expectativa, Paula Hawkins lanzó en 2017 “Escrito en el agua”, una novela que no funcionó como se esperaba. Ella misma admite que, de sus tres obras, es la que menos le gusta. «No conseguí lo que quería», reconoce. ¿La que más ha disfrutado escribiendo? La que ahora nos presenta y que ha lanzado hace pocos días: “A fuego lento”. «Tiene más luminosidad, más humor, me han encantado algunos personajes como Irene o Theo… Ha sido muy divertido escribirla».

La chispa de “A fuego lento”

Paula Hawkins ha estado dos años escribiendo su nueva novela. La gestación comenzó, como es habitual en la autora, con un personaje que tenía en la cabeza. «Un amigo me cuenta algo que le ha pasado a alguien que conoce: el caso de una chica joven que había tenido un accidente y, a partir de ahí, sufre problemas de conducta”. Así nace Laura, una de las protagonistas de “A fuego lento”. Una joven de 25 años que, cuando tenía diez, sufrió un atropello cuyas secuelas psicológicas aún persisten. «Es una persona sin filtro, que pierde los papeles, se descontrola. Me interesa lo que piensa ella y lo que piensa el mundo sobre ella, porque ella se siente juzgada constantemente», explica Hawkins.

Al personaje se le unió un segundo elemento: el Regent’s Canal o la Venecia de Londres, un escenario muy presente en la novela. «Está cerca de mi casa. Un día paseando por ahí, empecé a preguntarme quién podía vivir en esas barcas. Algunas estaban medio abandonadas y sucias y pensé: ahí dentro podría haber cualquier cosa, un cadáver oculto incluso, y nadie lo sabría», dice.

A fuego lento

Portada de "A fuego lento", de Paula Hawkins.

/ Planeta

“A fuego lento” arranca con el hallazgo de un cadáver en una de esas barcazas del Regent’s Canal. Daniel ha sido acuchillado y tres son las mujeres sospechosas: Laura, la chica desequilibrada con quien acababa de tener una relación sexual y una discusión; Miriam, la vecina cotilla de Daniel, que la gente percibe como una 'outsider' y Carla, la tía del asesinado, una mujer fuerte que se separó de su marido, el escritor Theo, al no poder superar la muerte de su niño de tres años.

La carga psicológica

Todos son personajes con una fuerte carga emocional y cierta marginación social. Como Rachel, la protagonista de “La chica del tren”. «Efectivamente, es un rasgo común en todas mis novelas. Suelo hablar de personas que están fuera, no son felices y no están en sus cabales. Y tiendo a escribir sobre mujeres, me sale de forma natural», concede la autora. Le interesa la complejidad de las personas que no encajan, cómo ser juzgado cruelmente puede cambiar la manera en que esas personas interactúan con el mundo y cómo el personaje ha llegado a esa situación, cómo han afrontado el trauma. «Son personajes que abren mucho territorio para el drama y el conflicto. Está el asesinato, pero el interés para mí es entender la sutileza de por qué una persona ha tomado una decisión tan mala. Esos errores son para mí una fuente inagotable de fascinación».

Paula Hawkins

Paula Hawkins.

/ Phoebe Grigor

Lo curioso es que en la construcción de esos personajes siempre hay algo de la propia autora. «Theo, por ejemplo, es un escritor que ha publicado un best seller que le ha cambiado la vida. Miriam tiene cosas en las que me reconozco. Irene es una ávida lectora como yo, y sus autoras favoritas también son las mías. Una parte de mí está en todos mis personajes. Aunque sea algo horrible, me tengo que identificar con él, necesito entenderlos», cuenta.

¿Película o serie?

La adaptación cinematográfica de “La chica del tren”, en la que Emily Blunt daba vida a la alcohólica Rachel, impulsó las ventas de la novela. Tras su estreno, se mantuvo diez semanas como número 1 del New York Times. Paula Hawkins entiende que hayan lectores decepcionados por su adaptación –a muchos no les gustó que no se rodara en Londres-, pero ella opina que se hicieron muchas cosas bien: «mantuvieron la oscuridad de la obra, Emily Blunt hizo un gran trabajo…»

Todavía no existe el proyecto de una adaptación audiovisual de “A fuego lento”, aunque nadie duda de que llegará más temprano que tarde. «Me encantaría, aunque ahora las cosas han cambiado y se habla mucho de mini series en plataformas de streaming… Quizás en televisión funcionaría bien… -deja caer la escritora- Pero no hay nada firmado».

Antes queda centrarse en la promoción de “A fuego lento”, cuyas cifras son optimistas a los pocos días de ser publicada. ¿Tiene, no obstante, miedo al fracaso? «Sí, supongo que todo el mundo teme al fracaso -confiesa-. He dedicado más de dos años a escribir una novela y para mí sería terrible. Además, hay mucha gente implicada, publico en todo el mundo, así que también está la posibilidad de decepcionarles. Aunque como ya vengo de un gran éxito, si la novela no se vendiera bien no sería catastrófico en mi día a día».

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