Ocho razones por que la poesía ayuda a los niños

Desde rimas que les hacen apreciar la belleza y la musicalidad de las palabras a versos que les ayudarán a verbalizar sus emociones y sentir las de los otros, los beneficios que se regalan a los peques a través de la poesía son innumerables.

Cómo enseñar poesía a los niños
Cómo enseñar poesía a los niños

Hace años pude conocer al gran Harold Bloom. Gran conversador, en aquella entrevista en la que él preguntaba casi tanto como respondía, me habló de lo reconfortante que le parecía la literatura y, por supuesto, la poesía. ‘Como un abrigo que te protege del frío del mundo’, decía al referirse a la capacidad que tienen las palabras para acogernos. Muchas veces he recordado el amor con el que el renombrado crítico literario se refería a sus lecturas que, según me dijo, habían comenzado en su más tierna infancia. Pensé en él cuando propuse este tema y brindé por él cuando a mi jefa le pareció interesante.

Aunque el estricto Bloom consideraba que los pequeños están preparados ya desde los seis o siete años para leer a los grandes poetas, lo cierto es que los pedagogos y expertos en educación recomiendan comenzar de bebés con rimas y canciones que les vayan contagiando el amor por las palabras y su musicalidad como si de un juego se tratara. El profesor y poeta Carlos Reviejo apunta que “desde su nacimiento, el niño ya percibe la poesía de forma oral a través de las canciones y juegos rimados, tanto en la casa como en las guarderías y centros infantiles. La escuela debe ser una continuadora, ya más intencionada, que les inicie en la poesía y cree en ellos un hábito de lectura poética”.

Como Bloom, considera que los niños tienen más capacidad receptiva y crítica de lo que pensamos, sin embargo cree que hay que ir paso a paso, adaptándola al vocabulario de los críos y ofreciéndoles siempre obras de calidad. Versos para aprender a disfrutar de la belleza y la musicalidad de las palabras, lo que se traducirá en una mayor facilidad para, por ejemplo, estudiar Lengua,pero también para formarse como seres humanos. Reviejo, entre cuyas obras hay algunas premiadas internacionalmente como ‘Dragonalia’ o ‘Canto y Cuento’, considera que, además de ser útil pedagógicamente, la poesía permitir a los niños expresar mejor sus sentimientos y, así, mejorar su entendimiento con los demás. Aunque opina que “sería muy pretencioso creer que un poema, o la poesía en general, determinaran el carácter de los lectores, es indudable que a mayor sensibilidad mayor será la tolerancia y la aceptación de las diferencias”. Por eso, y porque la infancia es la época más permeable a nuestra formación como seres humanos, considera de suma importancia introducir a los niños en el mundo de la poesía y abrirles con ella “una ventana a lo intangible, a los sentimientos, que les aportará sensibilidad y otra forma más humana de percibir el mundo”.

Además de ser una reconocida poeta para niños, Mar Benegas hace cursos de escritura, presenciales y online, de poesía infantil para adultos (www.elsitiodelaspalabras.es), conferencias a maestros en centros de profesores y a familias y talleres creativos de escritura poética y recitales para niños. Además, coordina las visitas escolares de la Biblioteca Pública de Valencia. Desde su amplia experiencia asegura que enseñar poesía a los niños es muy sencillo, siempre y cuando se tengan las herramientas adecuadas. “Los niños siempre reciben la poesía gozosos, participan, escriben y leen sus poemas, nunca fallan. Mi confianza en ellos es absoluta y verdadera y responden siempre de la misma manera, con una entrega absoluta y verdadera. Lo pasamos genial”, explica. En sus vídeos, la verdad es que dan ganas de estar en sus talleres y compartir risas y devoción por la poesía.

Benegas posee una capacidad pasmosa para conectar con los pequeños que se traduce en sus libros en una gran habilidad para tocar temas complejos (el miedo, la muerte…) mirándolos de frente y consiguiendo que los pequeños entiendan y desdramaticen. “El poético es un lenguaje necesario para crecer, es el que ilumina las zonas más oscuras del alma y ayuda a caminar a tientas. En la infancia, es el lenguaje con el que aprendemos a pensar, a ser y tomar conciencia de nosotros a través del otro. En la poesía lo afectivo y lo emocional se mezclan sin fisuras, como debería de ser, con el aprendizaje vital y también con el escolar”, afirma. Además Benegas, que opina que la poesía no se enseña, sino que se vive y se comparte, considera que hay un razón primordial por la que se debe acercar a los menores a la poesía: es una fabulosa válvula de escape. “Los niños están sometidos a unas presiones excesivas, con larguísimas jornadas laborales y la imposición de cientos de normas. La poesía es un lugar de subversión donde romper con todas estas obligaciones, un espacio lúdico.

Es necesario preservar los espacios de libertad para formar seres humanos libres, el poético es uno de los mejores espacios de libertad que se puede habitar en la infancia, y linda, casi se mezcla, con el espacio del juego”, asegura. Uno de los poetas infantiles españoles más populares y reconocidos es Antonio Rubio, un prolífico autor además de profesor, algo que considera fundamental para su comprensión del mundo de los niños, de los que reconoce haber aprendido su forma original de mirar el mundo, su actitud permanente de aprendizaje, su afán investigador, su inclinación al canto, a lo musical y su disposición a impregnarse de ritmos y rimas.

Para Rubio, la poesía es inherente al ser humano y el contacto con ella nace de la forma más natural. “Nos acunaron con nanas, con rimas nos mostraron el esquema corporal, nos nombraron poéticamente el entorno, nos enseñaron a andar con versos, los primeros corros fueron poéticos, y el contar y echar a suertes y el dormir, invocar…”, responde casi declamando. Y me mismo modo hace una preciosa metáfora para explicar nuestra primer acercamiento a ella: “Ya su madre le regalaba al bebé los latidos rítmicos de su corazón (sístole/diástole, tic/tac, ritmo binario, primer concierto maternal) cuando él era un pececito nadando feliz en su vientre…¿Cómo no va a reconocer poco después ese ámbito de afecto y rumor poético el niño?”.

Mientras reflexiona sobre la importancia de la poesía para la formación humana y académica de los pequeños, Rubio no deja de señalar uno de los grande problemas de los programas de enseñanza actuales, desdeñar la educación musical, artística, filosófica y de todos esos aprendizajes cada día más relegados de los planes de estudio cuando son, según señala, “lo que nos dan las claves para entendernos y entender lo que nos rodea. Porque se es más persona, más respetuoso con la diversidad, más ético, más ciudadano del mundo, más completo… cuando se goza con un libro, un cuadro, una película, una reflexión filosófica…”. Sobre los beneficios que aporta a los pequeños (y también a los adultos), no tiene dudas. “Nos ayuda a pensar, a gozar del hecho literario, a disfrutar momentos de embeleso… Y seguramente también, nos hace más humanos, más sabios, más cultos, más personas…

Quien gozó con Lorca, con Machado, con San Juan de la Cruz, no puede mirar el mundo de la misma forma que quien no dispuso de esa experiencia… Por fuerza tiene que saber más del alma humana y de nuestra condición mortal”.

Ocho Razones por las que la poesía ayuda a los peques:

1. Porque les da las claves para entendernos y entender lo que nos rodea y les forma como seres humanos.

2. Porque les ayuda a amar el lenguaje y eso los convertirá en mejores estudiantes, mucho más creativos y con mejor vocabulario.

3. Porque la poesía, a través de sus metáforas y su expresividad, les enseñará a verbalizar sus emociones y, también, a comprender las de los demás.

4. Porque siempre será un refugio para ellos en el que acogerse en momentos duros o complicados. 5. Porque desarrolla su sensibilidad, el camino perfecto para aprender la tolerancia hacia las diferencias.

6. Porque es un excelente camino para perfeccionar la empatía. Los expertos en ‘bullying’ señalan que, precisamente, la empatía es uno de los mejores antídotos para acabar con el acoso en las escuelas.

7. Porque les puede hacer disfrutar y reír con lo que se convierte en una válvula de escape perfecta para olvidar la presión de sus largas jornadas de estudio.

8. Porque aprenderán que existe la Belleza con mayúsculas y eso será un regalo eterno para ellos que les servirá a lo largo de toda su vida.

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