Natalie Portman, una bailarina aplicada

Darren Aronofsky, director de "Cisne negro", charla con la actriz sobre su preparación como bailarina.

Natalie Portman
Natalie Portman

El entrenamiento que Natalie Portman tuvo que realizar para interpretar las escenas de ballet fue muy intenso, con una lesión de costilla incluida. “El ballet es algo en lo que la mayoría de la gente empieza a formarse con cuatro o cinco años de edad. Contar con una actriz que no ha experimentado todo eso para interpretar a una bailarina profesional es el mayor de los encargos. Sin embargo, gracias a su increíble voluntad y disciplina, Natalie se convirtió en una bailarina. Le supuso diez meses de enérgico trabajo, pero su cuerpo llegó a transformarse, e incluso los bailarines más estrictos se quedaron impresionados. Estoy seguro de que el trabajo físico también la conectó con el trabajo emocional”, afirma Aronofsky.

Hacía varios años que el director había contactado con Portman para hablarle de la película, por entonces todavía en ciernes. “Muy poco tiempo después empecé a pensar el concepto inicial de Cisne negro, y quedé para tomar café con Natalie en Times Square”, recuerda Aronofsky. “Natalie había hecho mucho ballet antes de convertirse en actriz y había seguido haciéndolo durante años simplemente para estar en forma. Natalie me dijo enseguida que algo que siempre había querido hacer era interpretar a una bailarina”. “Me gusta mucho la danza y pensé que iba a ser muy divertido tener que bailar para hacer mi trabajo”, recuerda Portman. Pero admite que no tenía ni idea de lo agotador que iba a resultar.

Darren Aronofsky:Cuéntame cuándo empezaste a bailar, porque sé que fuiste bailarina...

Natalie Portman: Hice ballet y otros estilos de baile como claqué, teatro musical y jazz hasta que tuve trece años. Después empecé a actuar y lo dejé, porque como ya sabes, soy una persona de extremos. No quería dar una clase a la semana, si iba a hacerlo quería practicar todos los días.

DA: ¿Conservas algo de todo esto?

NP: Sí, creo que aún retengo lo básico. Además, mi profesora en "Cisne Negro", Mary Helen Bowers, y otros profesionales, me entrenaron bien. Creo que es básico el sentido de la coordinación y esa disciplina que adquieres en los primeros años. De todas formas, fue casi como empezar de cero... Por ejemplo, Mary Helen trabajó conmigo durante un mes la postura de pronación de mis pies y me enseñó cómo no levantar los talones al hacer el "plié".

DA: Cuéntanos algo acerca de los diferentes profesores que tuviste.

NP: Mary Helen empezó conmigo un año antes, hacíamos 5 horas diarias de ballet y algo de entrenamiento para tratar de asegurarnos de que no me lesionaría al hacer las cosas demasiado rápido, ya que es un gran esfuerzo para el cuerpo. Hicimos mucha natación y ejercicios. Cuando fuimos a Nueva York empecé con otros entrenadores con los que trabajé específicamente los brazos y la flexibilidad, ya que tenía que adoptar una postura concreta y los brazos son muy importantes. Entonces me dieron clases Marina y Olga. Georgina Parkinson me entrenó en el movimiento específico de los brazos de cisne. Y luego estaba Benjamin, el coreógrafo, realmente era un equipo de ensueño. Él marcaba los tiempos y Mary Helen siempre estaba ahí animándome, dándome pequeños consejos. Los más importantes eran sobre cómo estaba colocada mi cabeza o adónde dirigía la mirada.

DA: Y gracias a todo eso fuiste capaz de transmitir emoción... ¿Fue duro?

NP: La mitad de las veces intentaban que estuviese callada mientras bailaba, porque al concentrarme tanto y hablar, se me quedaba la lengua pegajosa y dejaba la boca abierta, eso fue sin duda un reto.

¿Aún no conoces la trama de Cisne Negro ¡Se estrena este 18 de febrero!

Se trata de un thriller psicológico ambientado en el mundo del ballet de la ciudad de Nueva York. Natalie Portman interpreta a Nina, una aventajada bailarina que se ve inmersa en una misteriosa y competitiva lucha con su nueva rival en la compañía (Mila Kunis). La película se adentra en un emocionante y, en ocasiones, aterrador viaje por la mente de una joven bailarina, cuya interpretación de Reina de los Cisnes se convierte en un personaje para el que ella resulta inquietantemente idónea.

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