¿Un museo dedicado a las 'influencers' de los 2000?

Quizás a principios de siglo todavía no existía el término tal como lo entendemos ahora, pero la década de los 2000 también tuvo sus propias 'influencers'. Britney Spears, Paris Hilton, Lindsay Lohan, Nicole Richie... aquellas que marcaron tendencias (terribles para el mundo de la moda, todo hay que decirlo), que poco después fueron olvidadas y ahora vuelven en forma de 'revival'.

Ahora que la moda de los 2000 está en pleno auge, un museo de Nueva York quiere rendirle homenaje a las 'celebs' que marcaron una época con su forma de vestir. Y por supuesto con sus escándalos, que se recopilan en esta exposición titulada <strong>Nicole Richie</strong>'s bbq''Welcome to Nicole Richie's bbq', disponible en el museo Tonya Harding Nancy Kerrigan 1994 ('THNK 1994 Museum') del barrio de Brooklyn desde el 28 de julio hasta el 11 de agosto.

Las chicas 'it' de principios del siglo XXI quedan retratadas en esta exposición gracias a la colaboración de Pop Culture Died in 2009, una cuenta de Instagram dedicada a los escándalos de las 'tops' de los primeros años del 2000.

El nombre de la muestra hace referencia a una fiesta que dio Nicole Richie en su casa de Los Ángeles en 2007. La hija adoptiva del cantante Lionel Richie y ahijada de Michael Jackson organizó una barbacoa donde se juntó todo el grupito de amigas 'influencers' con muchas drogas y alcohol de por medio. Nada fuera de lo habitual, excepto que el correo de la invitación se filtró, llegando a las portadas de toda la prensa americana. ¿El resultado? Además de varios escándalos, Mischa Barton terminó en una ambulancia debido a una intoxicación.

Inspirada en ese memorable día, la exposición cuenta con obras de artistas como Laura Collins, Derek Covington Smith o Lila Freeman, que han recreado algunos de los momentos más icónicos de los excesos de los 2000: Lindsay, Britney y Paris juntas de fiesta, Lindsay Lohan en bikini y con la pulsera de control en el tobillo o Naomi Campbell haciendo servicios a la comunidad derrochando estilo.

Y además de eso pantalones de campana y tiro (muy) bajo, chándales de terciopelo, purpurina, boinas... Todo un espectáculo.