Madrid literario en sepia
El pintor Damián Flores Llanos retrata la capital en los años de la Edad de Plata. La exposición 'Madrid ramoniano' sigue, pincelada a pincelada, los pasos de la obra de Ramón Gómez de la Serna.
Damián Flores es un pintor urbano, su obra nos ha hecho viajar a La Habana, Nueva York, Oporto, Barcelona... Sin perder nunca su faro, su ciudad de referencia: Madrid. Esta nueva exposición, que se exhibe en la Galería Estampa hasta finales de julio, el pintor retorna a la Edad de Plata, aquel primer tercio del siglo XX en el que por Madrid andaban Pío Baroja y Valle-Ínclan, Ortega y Gasset y María Zambrano y, claro, Ramón Gómez de la Serna. En cuya obra se ha sumergido Damián Flores para levantar testimonio pictórico de su ciudad.
El artista, frecuentemente considerado como el Hopper español, ha buceado en archivos, periódicos y revistas para resucitar a través de su trazo arquitectónico, de la textura de sus atmósferas y de las ausencias, siempre tan presentes en su obra esos lugares por los que una vez transitaron el escritor y su obra. Estaciones de metro que convirtieron aquel viejo Madrid en una urbe moderna, fábricas de suburbio junto a las vías del tren, el viaducto sobre la calle Segovia, el Cine Velussia, símbolo del apogeo decó en plena Gran vía, la Posada del León de oro, en la Cava Baja, el torreón de la calle Velázquez esquina Villanueva que hoy ocupa el Hotel Wellington pero que en tiempos fue el despacho del escritor. Un Madrid en gris y sepia, con la atmósfera neblinosa de la memoria, con la impronta húmeda y resbaladiza del paso del tiempo.
"Sin duda -escribe en la presentación de la muestra Fernando Casillo, escritor historiador y comisario artístico-, en esta exposición “Madrid ramoniano” que se inaugura en la Galería Estampa, Damián Flores se ha acercado al autor madrileño en estado de gracia y seguro de su trabajo tras haberse apoyado en su literatura”.
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