Kirsten Dunst vuelve a sonreír

Todo el mundo atraviesa momentos duros a lo largo de su vida.» Así se justificaba Kirsten Dunst a la salida de la clínica Cirque Lodge, en la que ingresó el pasado año para recuperarse de una fuerte depresión. Eligió a la revista ‘Harper’s Bazaar’ para desmentir que hubiera estado allí por adicción al alcohol o a las drogas, tal y como aseguraban otros medios: «Antes era una persona muy dependiente. No me cuidaba a nivel emocional, ni expresaba mi rabia, siempre poniendo buena cara... Cuando desde niña dedicas tu vida entera a la actuación, y todo el mundo te dice dónde debes ir y dónde debes estar, vives constantemente de cara a la gente. Eso potencia que una persona dependa de la aprobación de los demás. Si hubiera confiado en mí misma y me hubiese escuchado más, ahora estaría bien. Pero cada uno tiene que aprender su lección y yo ya la he aprendido», se sinceraba. Eso parece. De las fotos de una Kirsten noctámbula y ebria, a sus últimas apariciones en público hay un gran salto. Se presentó radiante (y sola) a la fiesta de inauguración de la muestra ‘La modelo como musa’, en el Met, y se divirtió en el festival de música Coachella (sanamente, que se sepa). Y lo mejor: se ha puesto las pilas con el trabajo. El 10 de julio la veremos en ‘Nueva York para principantes’, una comedia al más puro estilo ‘El diablo se viste de Prada’, en la que se relata la historia real de Sidney Young, un prometedor periodista de Londres que se va a trabajar a una de las revistas más prestigiosas de la City. Las cosas no le saldrán bien a nivel profesional pero sí en el terreno sentimental... ¿Adivinas con quién liga? «Cuando llevas leídas 20 páginas de un guión, ya puedes decir si es bueno o no, y yo, me estaba riendo. Soy muy instintiva con las cosas que hago y con las personas que rodean los proyectos, así que conocer al director fue defi nitivo para mí», explica Kirsten. Este año también estrenará junto a Ryan Gosling ‘All Good Things’, más adelante ‘Spiderman 4’, y está rondando otros filmes, como el eternamente retrasado biopic de Debbie Harrie.

Alabada por muchos desde que con doce años apareciera en ‘Entrevista con el vampiro’ (y besara a Brad Pitt) e imitada por su estilismo, otros tantos la han criticado por sus malas interpretaciones –especialmente en ‘Maria Antonieta’, de Sofia Coppola–, por su estilo de vida juerguista y hasta... por ir con demasiados hombres (¿cuántos son ‘demasiados’?) Comprensiblemente, ahora se cierra en banda con la prensa, apenas concede entrevistas y no dice ni mú sobre sus relaciones: «Soy feliz, sea soltera o no. Todos debemos lograr querernos a nosotros mismos. Y yo, ahora, me quiero», sentencia.

Síguele la pista

-En su iPod suena la música de My Morning Jacket. Le gusta cantar y tocar la guitarra.

-También pinta y dibuja.

-La verás bailando en la exclusiva discoteca The Beatrice Inn: 285, 12th. Street, Nueva York.

-Apunta dónde se compra la ropa: Blue Bag. 266 Elizabeth Street. Nueva York.

-Su accesorio: unas gafas de sol Ray Ban.

-Sus películas favoritas: ‘Eduardo Manostijeras’ y ‘Annie Hall’.

-Es fan de las series ‘Friends’ y ‘The office’.