'Killing Eve': la serie que hará que ames a una asesina (y que tienes que ver YA)

Una de espías que enfrenta a dos mujeres; fluidez sexual, glamour a carretadas, mucho humor irreverente… y una asesina psicópata que nos inspira horror, pasión y carcajadas. ¿Estamos ante la mejor serie del año?

La imagen promocional de la serie 'Killing Eve'

Una de las imágenes promocionales de la serie 'Killing Eve'.

/ HBO

Puede que el estreno de ‘Killing Eve’ te pasara desapercibido. Es normal: esta serie de espías, basada en las novelas de Luke Jennings, llegó a HBO España en plena promoción de las segundas temporadas de ‘Westworld’ y ‘The handmaid’s tale’, y atrajo alguna atención del tipo “mira, es Sandra Oh, la amiga borde de Meredith en ‘Anatomía de Gray’”.

Pero ‘Killing Eve’ acaba de despedir su primera temporada entre aplausos y cifras de audiencia espectaculares y la sorpresa, para los ‘connoisseurs’ televisivos, nunca fue tal: ellos ya se lo esperaban todo de Phoebe Waller-Bridge, creadora y guionista de la serie, una de las mejores contadoras de historias del momento y responsable de la serie de culto ‘Fleabag’, basada en sus monólogos humorísticos (bonus point: también encarna al androide L3-37 en ‘Han Solo’).

Pero ¿qué hace de ‘Killing Eve’ una serie diferente? No su premisa, ciertamente: el detective y el asesino que juegan al ratón y al gato en un duelo de inteligencias con tensión creciente es algo que ya habíamos visto. Lo que nos pilla de nuevas es la estremecedora e inteligente vuelta de tuerca que le da Waller-Bridge. Para empezar, la mayor parte del casting, incluidas asesina e investigadora, son mujeres (alguien le dijo a Waller-Bridge que se había pasado: “No podemos tener tantas mujeres, no será creíble”, protestó. Chúpate esa, patriarcado).

Villanelle (Jodie Comer, vista en ‘La reina blanca’), además de ser una perturbada implacable al uso, es una bellísima y glamourosa mujer que disfruta tanto apuñalando a sus víctimas como imitando sus gustos en decoración de interiores. Resulta sensual, encantadora... y una magnífica relectura de las loquitas mágicas al estilo ‘Amélie’ con las que nos tortura el cine cada cierto tiempo. Si la altura de una serie se mide por la de su villano, la ingenuidad sádica y el vestidor infinito de Villanelle llevan a ‘Killing Eve’ hasta la estratosfera.

Jodie Comer en 'Killing Eve'

Jodie Comer es Villanelle en la serie 'Killing Eve'.

/ HBO

La némesis de la asesina, y su media naranja emocional e intelectual, es la detective Eve Polastri (Sandra Oh), una agente del MI5 gris, compleja y atribulada obsesionada con atrapar a Villanelle. Como en todas las buenas parejas de héroes y villanos, investigadora y criminal son espejos deformantes la una de la otra. Y entre ambas se crea una tensión intelectual, emocional y, sí, chicas, también sexual que ha absorbido el alma a millones de espectadores.

Ese no es el único punto fuerte de ‘Killing Eve’. La serie, que ya ha renovado por una segunda temporada, cuenta con una personalísima narrativa audiovisual, a medio camino el thriller trepidante y la comedia indie lánguida, con una banda sonora que subraya, desde la ironía, los momentos de mayor inversión dramática de la trama. Phoebe Waller-Bridge tiene un talento único para convertir en comedia lo escabroso sin perder ritmo narrativo ni convertirse en esperpento, y logra que nos riamos a carcajadas en los momentos más inconvenientes.

Confesemos: Villanelle, esa asesina sin sentimientos, esa psicópata seductora e implacable, nos ha robado el corazón. Y estamos deseando ver cómo se lo come a mordisquitos.

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