Entrevista a Marta Hazas: "Soy lo que quería ser"

Al otro lado del teléfono, escuchamos a Marta Hazas iniciar muchas de sus respuestas con una risa, una herramienta que hace que pensemos que, para empezar, es encantadora; que nuestros pequeños chistes le hacen gracia (y, ¿quién se resiste a esa caricia del ego?) o que esa es la fórmula habilidosa que tiene para quitar hierro a temas candentes.

Sea lo que sea, la actriz convierte en agradable una charla que, entre otras cosas, gira en torno a la obra de teatro 'Si no te hubiera conocido', la cual protagoniza en el Centro Dramático Nacional en Madrid hasta el 6 de mayo. Y que tiene un curioso argumento compuesto por universos alternativos y segundas oportunidades.

La obra plantea la posibilidad de vivir vidas paralelas. ¿Disfrutar de una sola vida es muy limitado, necesitaríamos más para recuperar trenes perdidos?

(Risas) Totalmente. Estaría bien tener la oportunidad de tener, por lo menos, dos vidas. Una en la que, en lugar venir a Madrid para ser actriz, me hubiera quedado ejerciendo de periodista en Santander (Marta Hazas, santanderina, estudió Periodismo). Se abrirían cientos de nuevas posibilidades. Con solo cambiar una decisión en la vida, como estudiar ciencias o letras, se da la vuelta a todo.

¿Qué te gustaría experimentar en esa vida paralela que en esta has dejado a un lado?

Nada, estoy muy contenta con mi vida actual. En todo caso, quizá me habría venido bien haberme ido algún verano a Inglaterra a estudiar inglés. Pequeñas tonterías.

Entonces, ¿eres lo que querías ser?

Sí, soy lo que quería ser. Eso, sin ninguna duda.

La obra que protagonizas, 'Si no te hubiera conocido', es de amor y viajes en el tiempo. ¿A quién le gusta más, a los amantes de la adrenalina emocional o a los 'nerds'?

(Risas) A los de la adrenalina emocional. La función es una parte de una serie que se hará para TV3 y creo que los 'nerds' van a empatizar más con la serie; la función es una comedia romántica. Para románticos.

Háblame un poco de tu papel, Elisa.

Como su propia profesora la define, es fría, abstracta, estricta y racional. Tiene dos posibles bifurcaciones: le gusta el arte pero se le dan bien las ciencias. En una vida es una cantante famosa de éxito; en otra, una prestigiosa astrofísica y en otra, una fracasada. Pero hay un denominador común: Eduardo (Unax Ugalde). Siempre que se encuentran hay atracción entre ellos.

¿Crees que hay afinidades y atracciones humanas que escapan al entorno o al tiempo?

A veces hay alguien que piensas que siempre sería tu amigo, aunque le conocieras en otras circunstancias. Hay un libro titulado 'Muchas vidas, muchos maestros' que dice que si existiera la reencarnación, podríamos reencontrarnos porque al final somos las mismas almas, aunque con distintos roles.

Parece ficción, pero los postulados de la física cuántica tal vez no anden muy lejos.

No conocemos ni manejamos la dimensión del tiempo tan bien, vivimos como si el tiempo fuera lineal pero no sabemos si tenemos otro 'yo' por ahí liándola.

Creo que el hecho de que el director de la obra fuera Sergi Belbel fue una de las cosas que pesó más para aceptar el trabajo.

Me había leído en la escuela varias obras suyas, había hecho su obra 'Caricias'... Él fue Premio Nacional de Teatro y es uno de los nombres vivos de referencia. Trabajar con él superó las expectativas, hace que el trabajo se convierta en un proceso superbonito y, a la vez, da libertad a los actores para crecer.

Estás en varios trabajos ('El Hormiguero', 'Velvet'...). ¿Hay que trabajar hoy en varios sitios para ganar lo que antes se ganaba en uno?

Sin ninguna duda. Pero, además, es que hay que aprovechar las rachas y momentos, y cuando te llegan proyectos que son interesantes y te aportan mucho es cuestión de organizar agenda para poder aceptarlos.

¿Qué te da cada uno de esos formatos?

'El Hormiguero' es algo que no sé hacer bien, que no domino: es televisión en directo y siendo yo, no haciendo un personaje. Me apetecía probar y salir de mi zona de confort. En cuanto a 'Velvet', representa todo por lo que yo quiero ser actriz. Es una serie preciosa de una época que me encanta, los cincuenta. ¡Y el hecho de que la productora Bambú haya confiado en mí para protagonizar esta segunda andadura... !

¿Y el teatro?

El teatro es donde me sigo formando como actriz. Es una escuela que me llena y me hace crecer, y que repercute en el resto de mis trabajos.

En tu profesión, ¿quién no sale en la tele no existe?

Por una parte, me da mucha rabia cuando haces trabajos que no están en emisión y te dicen: "¡A ver cuándo te vemos de nuevo!". Aunque si tienes el ego colmado, te da igual, eso es al fin y al cabo ignorancia. No se puede negar que la televisión arrastra a muchísima gente y te puede ayudar a ser cabeza de cartel en un teatro. Ayuda a que estés en la palestra y que la gente te compre una entrada en unos tiempos en los que la economía no es boyante y el espectador va a tiro hecho, a lo que conoce. La tele es un buen escaparate.

Una entrevista que te hizo un diario en 2016 se titula: "No me gustan los niños". ¿Ya se pueden dar ese tipo de titulares o las presiones sociales en temas como maternidad son aún enormes?

En general vivo alejada de las presiones sociales, no hago caso de ellas. Ese titular está sacado de contexto. Pero es muy cansino que una vez que una mujer se casa, la siguiente pregunta sea siempre la de los hijos. Hay un marco para todo: si estoy presentado unos zapatos, o una temporada de 'Velvet', no me gusta que me pregunten por los hijos. Creo que, afortunadamente, cada vez más las mujeres podemos elegir en distintos campos sin dar explicaciones pero aún hay periodistas, algunas de ellas mujeres, que te dicen "ay, no vas a tener hijos, qué pena, qué monótona la relación". Y yo digo: "Monótona será tu vida, la mía no lo es". En fin, son esos juicios de valor sobre lo que es y lo que no es la plenitud los que me molestan.

Otro tema: la fiebre de los desnudos en Instagram. Tú protagonizas uno poco explícito. ¿Es un signo de los tiempos, un signo de liberación femenina o una muestra de la influencia del clan Kardashian?

Creo que es fruto de que ya todos tenemos cámaras en el móvil, hemos aprendido a hacer fotos chulísimas y apetece fardar de eso y de que has salido monísima. Sin más. Luego, por otro lado, hay cosas que se convierten en noticia incluso en diarios de tirada nacional, puede ser una foto que has subido en la que se te ve el muslo. Y dices, madre mía, cuánto puritanismo barato.

Eres un icono de moda. ¿Qué te atrae de ese mundo?

Es algo que se aprende como la decoración o a comer. Además, me gusta la capacidad que tiene de hacer soñar. Hay gente de la moda española que me encanta, como Jorge Vázquez, que hizo mi traje de novia y, además, es amigo, o Ana Locking o Teresa Helbig o Moisés Nieto...

¿A qué mujer le cambiarías el armario?

Me parece que Cate Blanchett y Naomi Watts van a las alfombras rojas siempre impecables. Es para decir: "¡Jo, que me vista su estilista! Aquí, Juana Acosta me parece que siempre va divina.