Greta Fernández, con un pie en los Goya: "No me importa ser 'hija de', pero a veces es agotador"

Entrevistamos a la actriz del momento, que aspira a un Goya a mejor actriz. Y habla sobre su profesión, la precariedad o su comentada desconfianza por el mundo influencer. 

Greta Fernández, en un evento previo a los Premios Feroz

Greta Fernández, peinada por el Glam Team de L'Oràl Prefessionnel.

/ JORGE PANIZO

En la ficción, Greta Fernández es 'La hija de un ladrón', papel por el que ha ganado la Concha de Plata de San Sebastián, ha fascinado a la crítica —que la nominó en los Feroz— y aspira a un Goya a mejor actriz. En la vida real, es hija del actor Eduard Fernández y una joven de 24 años que habla con inusitada seguridad mientras se toca el cabello corto que acaba de peinar el Glam Team de L’Orèal Professionnel.

"Me gusta llevar el pelo desenfadado aunque a veces me lo marcan, como hoy, y es precioso", asegura esta amante poco convencional de la moda, que se debate entre los focos y su aversión a todo lo que pueda ser tachado de "superficial". Y que ha conmocionado al público con la soledad de su personaje, Sara, una chica de 22 años con un bebé que deambula por las calles descarnadas de una gran ciudad.

El haber ganado la Concha de Plata y el haber estado nominada a los Feroz y, ahora, a los Goya, ¿eriza el cabello?

Pensé que si esta película salía bien, era una oportunidad porque es un papel que permite que te luzcas. Y confío en mi potencial. No sé si parece muy creído decirlo, pero estoy muy contenta con mi trabajo en este proyecto, igual que no lo he estado con otros que he hecho y que sabía que no iban a ningún lado.

Tu película, en cambio, no está nominada.

Tal vez es que mi peli es más pequeñita que el resto de nominadas, porque todas las críticas que ha recibido son maravillosas, no hay ni una mala. Me sabe mal que no figure en ninguna categoría.

Greta Fernández es peinada por el Glam Team de L'Oréal

Greta Fernández, en la sesión de peluquería de Glam Team de L'Oréal Professionnel. 

/ JORGE PANIZO

La realidad descarnada de Sara, tu personaje, que está sola, con un bebé y un padre exconvicto, ¿se puede interpretar sin despeinarse?

Se sufre un poco. Es un personaje muy contenido, no se detiene ni un segundo a pensar, ni para de ir a de un sitio a otro porque no se puede permitir parar, ni ella quiere pararse, y eso es agotador. Tenía que ir a su ritmo y acabas derrotado.

¿Sigues viviendo en un piso de 40 metros en Madrid, como dijiste en una entrevista hace unos meses?

No tiene 40, sino 60, pero comparto.

¿El cine no da para más?

Si haces 4 o 5 pelis al año, quizás sí. De repente un año haces dos pelis y una serie cortita y bien, pero tienes que guardar el dinero que has ganado, que nunca es una barbaridad porque algunas de ellas son pelis sin mucho presupuesto que no te dan para aguantar un año ni en broma. Y puede que en los seis meses siguientes no salga nada y te entra el susto. Tampoco tengo economía para vivir sola, es que no hay pisos por menos de 900 euros en Madrid. Y no me parece que con 24 años me tenga que gastar 1.000 euros en un alquiler.

La actriz Greta Fernández

La actriz Greta Fernández, de negro riguroso.

/ JORGE PANIZO

Hija de Eduard Fernández, ¿cuánto pesa el apellido?

Nunca me ha pesado, siempre me ha parecido una maravilla ser hija de un actor maravilloso y no me importa ser 'hija de' pero llega un momento que el que te lo digan en todas las entrevistas, o que te empiecen a hablar de él todo el rato… es agotador. A veces te dan ganas de decir "basta ya, soy yo la que está aquí".

¿Qué consejo no te ha dado para tu trabajo?

¿Que no me ha dado? No sé... Mi padre me da muchísimos consejos. Sobre todo insiste que hay que tener los pies en la tierra y que hay que dar la importancia justa a los premios, que es importante que no se te vaya la cabeza porque todo esto hace a veces que te despistes un poco.

Eduard Fernández y Greta Fernández

Greta Fernández y Eduard Fernández: padre e hija, en la ficción y en la realidad. 

/ Daniel Gonzalez

¿A ti te ha pasado?

A mí no me ha pasado porque mi padre, en ese sentido, me ha tenido hiperprotegida. Me ha pasado lo contrario, que no he disfrutado lo suficiente.

Titular de una de tus entrevistas: "Solo de escuchar la palabra 'influencer' me da urticaria". ¿Qué tiene de malo ser influencer?

Yo no soy nadie para decir que ser influencer es malo y no quiero que nadie se sienta ofendido pero hay una gran masa de influencers, generalmente de clase muy alta, que para mí, tienen unos valores muy anticuados y conservadores, y que colaboran con marcas sin ningún filtro, haciéndose fotos que son muy superficiales. No creo que sean los mejores mensajes que se pueden enviar a niñas de 13 años. Me parece un trabajo muy vacío.

Tú también has promocionado marcas en Instagram

Pero no es mi trabajo principal. Este año ha hecho una colaboración con Nike entrenando y estoy promocionando que la gente entrene porque estoy entrenando de verdad. Creo que lo importante es cuál es tu objetivo: yo utilizo las marcas para poder sobrevivir como actriz y lo que hago, me gusta: son campañas bonitas, cuidadas. Además, es importante decir al mundo que esto, las redes, es mentira y que lo que somos en Instagram es un aparador donde mostramos poco de nosotros y que mucho de todo eso es falso.

Tú, ¿para quién posas?

Las últimas fotos de Instagram eran para mi novio Y no lo sé, no lo pienso, siempre me ha gustado mucho la fotografía desde que soy pequeña y hay una parte de mí que se divierte con eso. Disfruto cuando me hacen una foto y la retoco, aunque solo la luz, no hago retoques de cuerpo.

¿Por principios o porque no lo necesitas?

No lo sé, no me lo he planteado, no tengo esa lucha interna. Y cuando tengo mucho trabajo, apenas subo fotos, Instagram se queda en segundo plano.

Greta Fernández, en un acto de L'Orèal previo a los Premios Feroz

Greta Fernández, en un acto de L'Oréal previo a los Premios Feroz, a los que aspiraba al premio a mejor actriz. 

/ Daniel Gonzalez

Ahora, ¿en qué momento de ‘ocupación’ estás?

No he parado desde que terminé la película con la promoción, los premios… Ya veremos qué pasa después. Estoy leyendo guiones, me han llegado ofertas, pero no quiero hacer cualquier cosa, tengo ganas de hacer alguna cosa chula. No quiero que la avaricia de rodar me empuje a hacer cualquier trabajo, aunque hay que ir midiendo: tengo 24 años y tampoco puedo esperar mucho a proyectazos porque tengo que pagar el alquiler.

Curiosidad: ¿Qué te trajeron los Reyes?

Los de mi madre, un juego de sábanas de lino que una amiga pinta a mano y son superbonitas, y mi novio, un vestido de Jacquemus de lana que me encanta y una clase de paellas y cata de vinos para que lo hagamos juntos en Barcelona.

¿Cómo lleva él todo lo que te está ocurriendo?

Muy bien, yo creo que mejor que yo. Él vive en Barcelona. ¡A ver en los Goya lo nervioso que pone!

¿Qué look podemos esperar para la alfombra roja?

En los eventos intento ir lo más cómoda posible que puedo y no sentirme demasiado disfrazada, hay que encontrar un intermedio entre estar super-mega-puesta y sentirte a gusto y seguir siendo tú ya que todo lo demás es, a veces, tan... superficial.

Síguele la pista

  • Lo último