Funambulista: "Echo de menos la España de antes y las casas de las abuelas"

El artista lanza su cuarto álbum de estudio, 'El Observatorio'. Hablamos con él. 

Funambulista, en una foto promocional

Diego Cantero es Funambulista.

/ Sony

Diego Cantero es, desde hace diez años, el alma de Funambulista, un proyecto musical que hace equilibrios entre la balada romántica, el gusto por lo costumbrista, un pasado nu-metal, un presente atento a los sonidos que vienen de otras latitudes y una discoteca en la que conviven, en buena sintonía desde discos de La Casa Azul ("me encanta", asegura), a álbumes de Ismael Serrano o grupos de hard rock. De esa ilusión por homenajear y nutrirse de distintas corrientes, nace 'El Observatorio', un disco viajero y curioso que toma el relevo de aquel 'Dual' en el que contó con colaboraciones de Pablo Alborán, Rozalén, Dani Martín, Antonio Orozco o Bebe, entre otros.

Hablamos con el artista sobre 'El Observatorio', la música y la vida.

Haces canciones para entender quién eres, dijiste una vez. ¿Qué explica este disco de ti?

Hago canciones para explicarme y para entenderme. Al final, todas las canciones hablan de mi filtro a la hora de mirar el mundo. Mis temas no hablan del universo, ni de las estrellas ni del cielo, sino del suelo, de lo que dejaste en casa cuando te fuiste. Son cositas pequeñas que, al final, terminan siendo grandes.

¿Eso significa que eres un tipo… sencillo?

Soy un tío normal, me gusta la belleza de la rutina. No es que sea especialmente rutinario pero para alguien de Murcia como yo que vino a Madrid y hoy puede asomarse al balcón y ver gente entrando al metro y a señoras yendo a la compra… ¡hay belleza ahí! Y me gusta pararme a mirar y contarlo. Sí, soy de gustos costumbristas.

Aunque tus canciones hablan también hablan de "farra", de "pegar fuego a Madrid" y de "devorar la vida". ¿No todo es asomarse al balcón?

Hay hueco para todo. El ser humano y las emociones van por distintos sitios. A veces estás de bajón; otras, de subidón; a veces quieres quedarte en el sofá con una manta y otras quieres salir en pelotas a la calle y gritar porque estás feliz. De eso habla el disco. Ha sido un esfuerzo porque siempre es más fácil escribir cuando estás triste; cuando estás contento no estás componiendo, te vas de cañas con los amigos. He procurado transmitir también ese optimismo en las canciones, coger ese positivismo y mostrarlo porque también forma parte de mí.

Entonces esas cañas no se han terminado a raíz del nacimiento de tu hija, a quien dedicas el disco.

Sigo echando cañas pero ahora me recojo más temprano o me las tomo en casa. Tener una hija te cambia la vida absolutamente, pero para bien y en el caso de una profesión como la mía, hay dificultades de compatibilidad por viajes y demás, pero teniendo a alguien al lado que te eche un cable es mucho más fácil. Al final el ser padre solo me ha dado inspiración y ganas de seguir haciendo música.

Le dedicas el disco. ¿También hay alguna canción para ella?

Le dedico la de 'Aquí estaré yo'. Este disco lo compuse mientras mi mujer estaba embarazada. Quería hacer un tema a la niña pero solo me salían ñoñerías: mi corazón, mi vida, mi alma, mi sueño… y un día se me ocurrió enfocarlo para cuando esta niña preciosa pase su adolescencia y le llegue el amor y el desamor, y salga y, bueno, que se acuerde de su viejo, que venga a contárselo, que de amor y desamor he escrito mucho y entiendo un rato, quizá le pueda echar un cable.

En la canción ‘La vida de antes’ viajas a la España de los 50, con frailes y tricornios. ¿Por qué tan lejos?

Echo de menos esa España que no he vivido. Echo de menos las casas de las abuelas, donde había un mueble horrible con un tapete que habían hecho ellas y que contenía fotos en blanco y negro con las que podías viajar a cualquier universo. Me encanta esta canción, es mi favorita del disco. Y me gusta homenajear a nuestros mayores usando el lenguaje que se usaba para que la gente pueda cerrar los ojos y se traslade a su pueblo.

Hablas y escribes en imágenes.

Para mí las canciones son fotogramas y procuro que cada frase se pueda separar del resto y por sí sola provoque una imagen. (¿Influencia del cine?) Estoy muy cerca del cine, de hecho, he trabajado bastante para televisión y, además, mi manera de escribir es muy fotográfica. Suelo empezar a componer a partir de una frase, luego la hilvanas con otra y a los dos meses igual me pinto el cuadro entero. Apuesto por canciones que tengan una frase o una mensaje que te provoquen algo.

Cada canción de este disco suena a algo distinto. ¿Qué te ha supuesto eso?

He tenido que vaciar una mochila llena de prejuicios estilísticos, musicales y aquellos que tienen que ver con qué soy, dónde me posiciono o a quién le voy a gustar. Al final uno aprende que yo hago canciones que buscan la belleza y el traje que visten es circunstancial. 'La vida de antes' suena más española, 'Éramos reyes' suena más pop... Mis influencias son de todo y en mi música hay de todo. Y en este disco más que nunca porque me siento en libertad ya que el público me lo permite de alguna manera: cruzar el charco e irme al folklore de Argentina a hacer una chacarera como 'Viento a favor' o 'Aquí estaré yo', o hacer baladas, medios tiempos, que siempre me gustaron porque son un poco mi centro.

Funambulista es Diego Cantero

Diego Cantero acababa de lanzar su disco 'El Observatorio'.

/ D. R.

¿Es el género en el que te sientes más cómodo?

Es el lugar donde llegué hace un par de años y dije: parece que esto no se me da mal. Y a partir de que tienes una casa, ya puedes viajar. Y eso es lo que he hecho. Ya sé dónde volver y ahora voy a pasear por todos los estilos que me gustan. Para mí es una reivindicación que puede ser provocadora pero es que las etiquetas no me van. Si escuchas heavy, hay que escuchar solo heavy y tienes que vestir de una manera. No entiendo la música así, entiendo la música en un sentido más amplio. La música debe servir para unir, no para segmentar. La moda asociada a la música me parece un poco perjudicial.

Tú empezaste con rock y metal...

Teníamos influencias de grupos como Hamlet, Narco… lo que se llamaba 'nu metal'. Por ahí empezamos y a la vez yo tenía mi carrera de cantautor. Hubo un concurso en mi pueblo y gané como cantautor y quedé segundo con mi banda de nu metal.

Has compuesto para Malú, Raphael, Pastora Soler, Dvicio… ¿Cómo es componer para otros?

Es divertido e, incluso, un pelín menos complicado que si es para ti porque si escribes para alguien, puedes estudiarlo, saber en qué tonalidad canta, qué lenguaje usa, a qué público va dirigido, que ha hecho antes… Todo eso me sirve para poner el marco del cuadro donde voy a pintar. Me encanta y me hace sacar cosas que de otra manera no sacaría. Y me acaba alimentando para mis propias canciones. Además, escribir para voces muy grandes es muy agradecido. Yo canto pero no con tanta tesitura como, por ejemplo, Malú, e imaginarme una melodía donde yo no llego casi pero que ella sí es fantástico, uno se permite ver qué traje a medida va a hacer a su voz.

Una vez dijiste que el público colocaba cada canción donde merecía. ¿Alguna crees que se merecía más?

Antes de sacar el primer disco de Funambulita, grababa canciones y las subía a Internet. De aquel tiempo hay alguna canción que, la verdad, a día de hoy me sigue gustando. Por ejemplo, 'Puro azar'. Sí, está en YouTube.

Otra de tus frases: "Al final de mi carrera me gustaría dejar un par de canciones para siempre". ¿Tal vez alguna de este disco, 'El Observatorio'?

Ojalá que sí. La vida de antes va a ser una canción que puede quedarse mucho tiempo porque no está de moda, no tiene un arreglo actual, está hecha como es y sonará igual que dentro de 30 años y estará vigente. Igual luego es otra o ninguna.

FUNAMBULISTA RECORRERÁ TODAS ESTAS CIUDADES:

5 de febrero: Fnac Alicante.18h.

6 febrero: Fnac Torre Sevilla. 19h.

7 de febrero: Fnac Málaga.19h.

7 marzo: Guitar BCN 2019. Barcelona.

9 marzo. Espai La Rambleta. Valencia.

15 marzo. Teatro Pricipal Alicante.

16 marzo. Trui Teatre. Palma.

22 marzo. Box Cartuja. Sevilla.

23 marzo. Sala Aliatar. Granada.

29 marzo. Teatro Carrión. Valladolid.

30 marzo. Sala La Riviera. Madrid.

6 abril. Auditorio V. VIllegas. Murcia.

26 abril. Teatro de San Bartolomé. Lanzarote.

27 abril. Espacio Agure La Laguna. Tenerife.

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