Emoción con Esther y Erika en #Cámbiame11

Cambiame11
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"Cámbiame", el programa de 'coaching' de moda de Telecinco comenzaba su capítulo 11 con tres candidatos.

"Soy un alma con patas." Así comenzaba la primera candidata, que reconocía que su ejemplos de estilismo son "Isabel Presyler y Jennifer López" y se declaraba "fan de Jean Paul Gaultier." A pesar de todo, y aunque su primera frase llamaba la atención del jurado, Pelayo Díaz le reclamaba: "Si te has inspirado en ellos, ¿dónde están?" Al final, el jurado descubría que esa espiritualidad significaba que la candidata quería enamorar a alguien con el cambio. "¡Tenías que haber empezado por eso!" exclamaba Cristina Rodríguez.

Después llegaba el turno para la música: "Quiero un cambio para ligar más." Cantando un rap y poniendo al público a dar palmas llegaba el siguiente candidato, que despertaba sonrisas pero no conseguía convencer al jurado para quedarse: "Mi lema es más es poco, pero tu lema es mucho más todavía." le comentaba Cristina antes de despedirse.

Finalmente llegaba el turno de Esther que, muy nerviosa, confesaba haber sufrido un ataque al corazón y haber perdido su trabajo hace unos meses, momento en el que empezó a descuidar su imagen. "Venía por mi niña, Érika, pero se ha cambiado por mí." Su historia conquistaba al jurado (ninguno de ellos presionó el pulsador) y Natalia Ferviú prometía encargarse de madre e hija si se quedaban con ella.

Ella se hizo cargo de Esther y Érika, con las que trabajó el corazón, los sentimientos ("Mi vida ha sido muy desesperada, muy triste, muy miserable" le confesaba Esther a una emocionada Natalia) y también el aspecto físico, la parte más importante de "Cámbiame."

Ya en plató, comenzaban las sorpresas: Esther reaparecía con un mono de lunares y una melena con ondas muy italiana. "No sé qué le habrás dicho, pero parece una mujer nueva" le decía Pelayo Díaz a Natalia. Después, también en la misma línea pero en versión juvenil aparecía su hija Érika, con un vestido 'lady' de vuelo con rosas bordadas y moño alto.

Lágrimas y emoción entre madre e hija que culminaba con una llamada: a Érika le pedía matrimonio, vía telefónica, su novio Ismael, ¡con anillo incluido!

Una historia completa con final feliz...

Érika, vestido 'lady' con bordado de flores.

 

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