Yo viví Ron Barceló Desalia 2018 y esto es todo lo que ocurrió (y puedo contar)

Amigos, música, fiesta y, sobre todo, mucha diversión. Así ha sido la semana de mi vida. 

Así fue (por dentro) Ron Barceló Desalia 2018

Así fue (por dentro) Ron Barceló Desalia 2018.

/ @ronbarcelospain

Sí, yo fui una de las afortunadas que estuvo en Desalia 2018. Y para quien no conozca este exclusivo festival, que prepare papel y boli porque querréis estar presentes el año que viene.

Aviso que lo que voy a contar os va a dar mucha envidia. Eso sí, confieso que voy a tratar de omitir ciertas cosas que allí ocurrieron, pues mi madre lee cada uno de los artículos que escribo y hay situaciones que es mejor que no se sepan. Nada serio de lo que preocuparse.

Portugal fue el país elegido por Ron Barceló para celebrar dicho evento. Jóvenes de toda España se reunieron en el impresionante complejo de Zmar para vivir los cinco mejores días de sus vidas. Suena a marketing, pero puedo afirmar que es totalmente cierto.

Todo comienza con un madrugón cargado de nervios para poner rumbo al país vecino, pues la incertidumbre es una de las particularidades que hacen especial a este festival. Al llegar allí descubrimos las cabañas que se convertirían en nuestra casa, y las instalaciones donde conviviríamos todos los afortunados asistentes. Hasta aquí todo normal. La diversión empieza por la tarde, en la zona de la piscina y con Djs como Juan Paparazzi, Bjones o Sergio Contreras. En definitiva, música para todos los gustos y con la que no puedes parar de bailar.

Al caer la noche y dejando el bikini a un lado, toca disfrutar en la carpa de las fiestas temáticas que cada noche se organizan. Desde la salvaje con Space Elephants como invitados, a la noche del brillo con Yas Cepeda y Ballesteros. Sin olvidar una de las actuaciones más especiales de esta edición de Ron Barceló Desalia 2018, el concierto de varios concursantes de 'Operación Triunfo'. A partir de ese momento ya mi voz me abandonó, es lo que tiene que Ana Guerra interprete 'Lo malo' mientras yo trato de convertirme en Aitana.

Y así todos los días. Divirtiéndonos hasta la salida del sol y madrugando para seguir siendo partícipes de las diferentes actividades que tenían lugar cada mañana.

Como remate final del festival, el último día tocó vestirnos de blanco para disfrutar de la Noche Desalia. Viva Suecia, Beret y Dellafuente fueron algunos de los artistas que pusieron el broche final al evento. Confesaré que a estas alturas y debido al cansancio, una ya estaba para irse a dormir a la cabaña. Sin embargo, se consiguen sacar fuerzas para seguir viviendo la experiencia.

Una vez superada la resaca de risas y anécdotas (no penséis mal, ante todo consumo responsable), he sido consciente de lo mucho que me he divertido durante este viaje. Ya solo me queda una duda sobre Desalia, ¿puedo repetir el año que viene?

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